POSADAS. Tomó al hombre con las dos manos por debajo de los brazos, prácticamente de las axilas. Después lo dejó caer lentamente hacia el piso, esta vez del Salón de Usos Múltiples del Palacio de Justicia. Gregorio Oscar Espinoza (46) aseguró ayer que fue así como actuó cuando se topó con Iván Andrés Mercol (22) aquel domingo 19 de marzo de 2006 a la salida del boliche donde todo sucedió y descartó que la víctima haya sido tomada del cuello. A esa altura, el joven vivía sus últimos segundos de conciencia.El del “patovica” fue uno de los dos testimonios que se escucharon ayer en el Palacio de Justicia, en la cuarta jornada del debate oral y público que tiene a Carlos Sebastián Ruiz (30) y Diego Ariel Cantallops Simonetto (29) como imputados por el delito de “homicidio preterintencional”.Al respecto, según pudo saber PRIMERA EDICIÓN, los defensores de los imputados podrían pedir “falso testimonio” por el relato de Espinoza, quien habría incurrido en múltiples contradicciones. Esa solicitud podría extenderse también a dos de los efectivos policiales que declararon el jueves y que también brindaron un testimonio confuso por demás.El cuarto día de debate quedó oficialmente inaugurado ayer a las 8.42, una vez que el magistrado César Jiménez, al frente del Juzgado Correccional y de Menores 2, ocupó su lugar en el estrado. A su derecha, la fiscal Yolanda Mazal de Mass; frente a la representante del Ministerio Público Fiscal, Cantallops y sus abogados, Mónica Olivera y José Luis Rey; y Ruiz, defendido por los doctores Hugo Zapana y Ariel Belda Palomar.La mañana del viernes se abrió con la declaración como testigo de Espinoza, seguridad del local nocturno de la avenida Corrientes y encargado de una puerta contigua a la principal al momento del fatal episodio.“Escuché ruidos de vidrios y entonces veo que ‘Rony’ traía a un joven”, abrió el “patovica”, en relación con un compañero de trabajo que aún no declaró y que deberá comparecer el martes 30 de septiembre. De más está decir que ese testimonio será fundamental.“Freddy”, tal el apodo de Espinoza, contó entonces que su colega traía a Iván Mercol sostenido por debajo de los brazos y que así se lo entregó a él, que lo tomó de la misma manera. “Tenelo que adentro están los agresores”, le dijo “Rony”, quien entonces regresó al interior del boliche.El testigo contó que entonces acostó a la víctima contra una pared porque estaba desvanecida. Le preguntó el nombre a una conocida y así supo cómo se llamaba. “Iván, tranquilo, tranquilo, te vamos a ayudar”, le dijo al joven, que vivía sus últimos segundos de conciencia. “Abría y cerraba las manos cuando le hablaba”, recordó, e ilustró una imagen dolorosa que conmocionó a los presentes.Espinoza reconoció que “acostó” a Mercol y junto a otros compañeros intentó resguardarlo de la asistencia al boliche, que a esa hora despejaba el complejo. “En todo momento lo cuidamos, tratamos de resguardarlo ante la llegada de los paramédicos”, apuntó.Después llegó la batería de preguntas de los defensores, quienes entre las múltiples hipótesis que se manejan en torno al caso aseguran que ese traslado del joven pudo haber provocado las lesiones cervicales que más tarde le costarían la vida, más allá de los golpes confesados por Ruiz y Cantallops ante la instrucción.Fue en ese momento que Espinoza incurrió en varias contradicciones, al decir de los abogados de los imputados. Es que ayer dijo que no vio sangre en el cuerpo de Iván, al contrario de lo que había esgrimido años atrás en el inicio de la investigación. Así también no quedó claro cómo “Rony”, su compañero, tomaba a Mercol, ya que primeramente había asegurado que lo hacía por los hombros.Por eso, Zapana le pidió que por favor le mostrara al auditorio cómo había “acostado” a Iván. Un joven del público tomó el lugar de la víctima y entonces Espinoza ilustró la escena tomándolo por las axilas y acostándolo suavemente en el piso del Sum del Palacio de Justicia.Casi una hora declaró el “patovica”. A las 9.36 fue liberado por Jiménez, después de una sesión de preguntas que se prolongó en el tiempo. Por eso cuando el testigo se retiró, el propio magistrado bajó del estrado y se acercó a Rey y Zapana. “Les pidió que por favor no reiteraran las preguntas”, contó una fuente sobre la ‘amonestación’ del juez a los defensores.El segundo y último testigo del día duró apenas tres minutos frente al micrófono. Héctor Orlando Cerdán (58) fue el chofer de la ambulancia que trasladó a Mercol desde el Madariaga hacia una clínica del centro provincial. Su testimonio no aportó datos de interés, por lo que fue liberado enseguida. En esa misma línea fue que tanto la fiscalía como los defensores acordaron agregar al expediente por lectura los testimonios de otras dos enfermeras. Y más: para agilizar el juicio, también se anunció que se “depurará” la lista de testigos, siempre bajo conformidad de las partes. El próximo lunes desde las 8.30, cuando se reinicie el debate tras el cuarto intermedio del fin de semana, se conocerá el nuevo cronograma definitivo. Disculpas, lesionesy mucha confusiónFinalizó ayer la primera semana de audiencias por el caso Mercol, marcada por el pedido de disculpas de los imputados y muchísima confusión después de las contradicciones de los testigos que desfilaron hasta ahora.“Esto fue una tragedia para ellos y para nosotros. Lo lamento mucho. Pensé estas palabras durante nueve años”, dijo Cantallops. También Ruiz pidió la palabra y esbozó similar mensaje. Ambos se abstuvieron de declarar, pero podrán hacerlo en cualquier momento del juicio.Sobre las lesiones, se supo que la muerte de Iván fue provocada por luxación cervical, lo que causó daños en las arterias vertebrales. Para la instrucción, los golpes de los imputados fueron la causa. Para los defensores, quizás una caída o una “llave” de los patovicas que actuaron en la escena.Por &a
mp;uacute;ltimo queda la irrisoria contradicción entre los policías que acudieron al boliche y una vez más, un operativo irregular al desnudo. El lunes y, después, un “parate”El juicio continuará el próximo lunes desde las 8.30 en el Salón de Usos Múltiples del Palacio de Justicia, sobre avenida Santa Catalina al 1700 de la capital provincial.Después, se producirá un “parate” en el cronograma y el debate se reiniciará recién el martes 30 de septiembre. Esto debido a que la fiscalía pidió los días 23 y 24 por una celebración religiosa de la comunidad judía, primero, y luego porque los defensores solicitaron que no haya audiencias el 25 y 26, a raíz de que deben actuar en otro juicio. Así las cosas, los alegatos están previstos para el 7 de octubre. Se cumplieron8 años y medioAyer se cumplieron 8 años y medio del trágico desenlace que se cobró la vida de Iván Andrés Mercol (22) a la salida de un local nocturno de la avenida Corrientes de Posadas.Todo sucedió minutos antes de las 6 del domingo 19 de marzo de 2006 cuando la víctima fue atacada a golpes por los imputados, según consta en el expediente. Desde allí, ya con muerte cerebral, Iván fue trasladado al Madariaga y luego a dos sanatorios privados. Murió cerca de las 17 en una clínica de avenida Mitre.Desde entonces su familia exigió justicia, pero el esperado juicio se suspendió cuatro veces en todo ese tiempo por diferentes motivos. La causa llegó en junio pasado al Juzgado Correccional y de Menores 2, que el 14 de agosto fijó fecha. La espera finalmente terminó.





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