BUENOS AIRES. El clima hostil volvió a apoderarse de una reunión clave para definir cómo sigue la negociación por el precio para la yerba mate, frente a una nueva zafra que se inicia en octubre, plagada de indefiniciones políticas y comerciales.En la Secretaría de Comercio Interior, su titular Augusto Costa (sucesor de Guillermo Moreno) se sentó apenas unos minutos para escuchar a los integrantes del Instituto Nacional de la Yerba Mate (Inym), tras hacer “banco” por más de una hora, hasta que se decidió a dar por iniciada la reunión pautada para las 15 de ayer.Entre los referentes yerbateros estaban Nelson Dalcolmo y Jerónimo Lagier (por la producción), Roberto Montechiessi (industria), Marcelo Stockar y Raúl Karaben (cooperativas), Sergio Dellapierre (secaderos), Esteban Fridlmeir (Gobierno de Corrientes) entre otros. Fueron acompañados por sólo dos legisladores nacionales: Antonio Artaza (Corrientes) y Julia Perié; y el subsecretario de Agricultura nacional Juan Carlos Maceira. Por la molinería, estuvieron algunos empresarios, pero menos de los que se esperaban ya que la reunión había sido pedida para defender al sector en su reclamo por mejores precios.A Costa, lo suplantó en la tensa reunión Ariel Langer (subsecretario de Comercio Interior), sosteniendo la misma línea de la Nación: evitar cualquier incremento de precios en las góndolas.“La sensación que me llevo es que seguimos siendo periféricos, con poco peso político. Es más importante que el conurbano bonaerense tenga yerba barata a que los productores de Misiones y Corrientes tengan dinero digno de su trabajo en la chacra”, sostuvo a PRIMERA EDICIÓN el director del Inym Jerónimo Lagier.La delegación, salió con las manos vacías y promesas de reuniones de trabajo con los actores para las próximas semanas. Los molineros se reunirán el 7 de octubre con Comercio Interior. Mientras que la reunión con cadenas comerciales está prevista para mediados de octubre. El 15 del mes que viene sería el límite para tomar la definición sobre “acuerdo o laudo” en la sesión de precios del Inym, que se extenderá hasta el inicio de la zafra sin nuevos precios. “Fuimos a defender a la molinería para conseguir un buen precio. Ellos (industria y Gobierno nacional) se deben poner de acuerdo para no terminar en el laudo”, advirtió Lagier al término de la reunión.





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