SAN PEDRO. Esta es una localidad donde la industria de la madera fue siempre la actividad por excelencia. Pero desde hace unos años los madereros comenzaron a sentir el “apriete” fiscal y la burocracia para conseguir guías con el fin de extraer la madera de los montes. Cansados de esta situación, hace 48 horas dieron inicio a una medida de fuerza con un corte en la ruta nacional 14, a unos cinco kilómetros del acceso sur a San Pedro. El corte de ayer se produjo desde las ocho de la mañana hasta la caída de la noche, con la modalidad de dos horas y media de bloqueo, que levantaban durante unos minutos para que crucen todos los autos varados. La medida de fuerza está encabezada por los empresarios madereros y acompañados por los peones de los aserraderos y los trabajadores de los obrajes. Según los manifestantes, la actividad maderera esta parada desde hace dos semanas y por lo tanto se encuentran imposibilitados de entrar a los montes a sacar madera por la burocracia del Ministerio de Ecología y Recursos Naturales Renovables.Según el titular de la Cámara de la Madera de San Pedro, Lázaro Gómez, “hay carpetas que llevan más de dos años en trámite en el Ministerio de Ecología en Posadas. Hoy estamos trabajando con la madera que se extrae de cinco propiedades grandes y no están dando permiso para extraer la materia prima”.Gómez contó que los propietarios de las tierras envían los papeles de los “rodales” (que son las parcelas que se subdividen dentro de una propiedad) y es la traba que pone el ministerio para otorgar los permisos de volteos. “Pedimos a los gobernantes que tengan sentido común y que entiendan que por la burocracia que inventan, toda una actividad esta paralizada. Hoy no tenemos permiso de extracción de madera hace más de dos semanas, y hay aserraderos que no tienen maderas desde hace varios meses. Atrás de esto hay una gran cantidad de trabajadores que estan sin trabajar”, alertaron.“Esto se soluciona con la decisión del Gobierno de agilizar los trámites. Hoy son más de 1.200 trabajadores que no tienen trabajo. El pedido inmediato que hacemos es ése y es el que destrabaría el conflicto. Tenemos otros puntos a los que pedimos solución, pero eso podemos sentarnos a hablar luego de que comencemos a trabajar. Lo único que queremos es trabajar”, agregó el maderero.Intento de diálogoA las 15 de ayer llegó al lugar del corte el subsecretario de Ecología, Luis Alberto Chemes, acompañado de un abogado de Asuntos Legales del mismo organismo, para tratar de acordar los puntos que tienen que ver directamente con lo concerniente al Ministerio. La reunión se llevó a cabo en el despacho del intendente local, Miguel Dos Santos. Tajante, el funcionario provincial dibujó pocas palabras de aliento al manifestar que “acá no hay ningún inconveniente con las propiedades. Vinimos a tratar el tema de una, de las otras están sacando madera. Lo que tiene que ver con temas impositivos no lo vamos a tratar”, advirtió.Los madereros se mostraron muy disgustados con la actitud de Chemes, porque sintieron que minimizó el problema que ellos tienen para sacar la madera. Y aseguraron que son cinco propiedades grandes de donde la mayoría de los trabajadores sacan la madera y “de ninguna se puede extraer un palo”.El alto costo impositivo es otro de los temas que aqueja al sector y así lo manifestaron en declaraciones a PRIMERA EDICIÓN: “Los impuestos son cada vez más altos, tanto de Rentas de la provincia, como los de la Afip (Administración Federal de Ingresos Públicos). Constantemente tenemos los inspectores que nos están persiguiendo y no nos dejan trabajar tranquilos. Somos tratados como delincuentes”, se lamentaron los trabajadores del sector. En cuanto a lo laboral, dicen los madereros que “la carga laboral es muy alta. El porcentaje que tenemos que pagar por cada empleado representa más del 50% de lo que percibe de sueldo el trabajador. Es muy alto el costo por empleado y cada aserradero tiene más de diez trabajadores”, indicó Gómez.La mayoría de los trabajadores de los aserraderos se nucleaban en cooperativas de trabajo. Sin embargo, hace un año aproximadamente, la Nación habría manifestado que “la cooperativa que nucleaba a la mayoría de los trabajadores estaba trabajando mal o evadía impuestos”. La entidad dejó de funcionar y los obreros tuvieron que nuclearse en otras cooperativas. Pero, según el comentario de varios trabajadores, con la otra cooperativa estaban bien. Recibían las ropas como correspondía y tenían cobertura de obra social para toda su familia. Ahora no tienen coberturas sociales: solo un seguro de trabajo.





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