BUENOS AIRES (NA). El sindicalismo opositor cumplió ayer su tercer paro nacional contra el gobierno de Cristina Kirchner, con un acatamiento dispar que se fortaleció nuevamente en piquetes y generó una polémica con la Casa Rosada. Los líderes de la CGT Azopardo, Hugo Moyano, y la CGT Azul y Blanca, Luis Barrionuevo, aseguraron que la huelga fue “contundente”, mientras que ministros del Gobierno nacional contrapusieron que la concurrencia a los lugares de trabajo alcanzó el 75% en todo el país.No obstante, las organizaciones encargadas de la convocatoria advirtieron que “el plan de lucha se profundizará” si no hay respuestas a sus reclamos por el piso del Impuesto a las Ganancias, la caída del empleo, la inflación y la inseguridad.Hugo Moyano, remarcó que el paro “tuvo una contundencia muy importante”, pese a que denunció que “el Gobierno utilizó todo el aparato estatal para impedir o debilitar esta jornada”.“Son muy altos los porcentajes de adhesión, a pesar de que el Gobierno utilizó todo el aparato estatal para impedir o debilitar esta jornada”, resaltó Moyano en conferencia de prensa acompañado por el líder de la CGT Azul y Blanca, Luis Barrionuevo, y los principales dirigentes de ambas centrales opositoras.En la sede de la CGT de Azopardo al 800, el referente del gremio de Camioneros subrayó: “Nos sentimos satisfechos porque hemos interpretado la voluntad de la gente”, al tiempo que volvió a reclamarle a la presidenta Cristina Kirchner que “dé algún tipo de respuesta” a los reclamos sindicales y advirtió que en caso contrario van a “profundizar el plan del lucha”.A su vez, Moyano dijo que con esta medida de fuerza “quedó demostrado que el transporte de colectivos no es determinante en un paro”, y añadió: “Ustedes vieron que las unidades circularon vacías, iban los colectiveros solos”.“Quedó demostrado que contra la voluntad de los trabajadores no se puede”, sentenció el jefe de la CGT Azopardo en la rueda de prensa que brindó para hacer un balance de la jornada de huelga en el Salón Felipe Vallese, mientras afiliados de Camioneros entonaban el cántico “Cristina decime que se siente… sacarle plata al trabajador”. A su vez, Moyano calificó como una “tomada de pelo a la sociedad” las declaraciones del ministro de Trabajo, Carlos Tomada, quien había minimizado el impacto del paro y su nivel de adhesión, mientras que Barrionuevo dijo que la exposición del funcionario “dio lástima”.“La medida fue contundente, la soledad que hubo en las calles lo demuestra. Los colectivos no llevaron pasajeros así que ya no tienen la excusa de los paros anteriores para decir que este paro no tuvo acatamiento”, sostuvo, a su turno, el líder de la CGT Azul y Blanca.El dirigente gastronómico dijo que espera “soluciones y respuestas” de parte de la Presidenta, en alusión a los principales reclamos, entre ellos la actualización del Impuesto a las Ganancias y la reapertura de paritarias por la “pérdida del poder adquisitivo”, que será eje central de una movilización de estas centrales prevista para el mes próximo.Al ser consultado sobre los pasos a seguir en el plan de lucha que las CGT opositoras y la CTA de Pablo Micheli viene realizando, Barrionuevo sostuvo que aún “no se está evaluando un paro de 48 horas”, pero dijo que no descarta una movilización “a la Plaza de Mayo”.Por último Moyano volvió a tomar el micrófono para lanzar un mensaje a los sindicalistas de la CGT oficialista de Antonio Caló, quienes no fueron a la huelga: “Algunos llegaron a decir que estaban de acuerdo con los reclamos pero que este no era el momento para el paro ¿Cuál es la fecha entonces? Que lo digan ellos”, los desafió. Piquetes Las agrupaciones de izquierda acompañaron la huelga con cortes de tránsito programados que comenzaron a las 6 y finalizaron antes del mediodía en Panamericana (ramal Escobar) y Henry Ford, Acceso Oeste a la altura del Hospital Posadas, Puente Pueyrredón, Puente La Noria y ruta 3, y Camino de Cintura.En el puente Pueyrredón hubo incidentes entre los manifestantes y la Prefectura, que arrojaron gases lacrimógenos, y también se registró una protesta en el Obelisco, en la esquina de Corrientes y Callao -donde también hubo forcejeos- y en la subida a la autopista La Plata-Buenos Aires, aunque los piquetes fueron más acotados que los desarrollados en abril último, cuando la Ciudad quedó totalmente aislada. “No fue un paro general”BUENOS AIRES (NA). El Gobierno minimizó la medida de fuerza llevada a cabo por las centrales gremiales opositoras y señaló que, por el nivel de acatamiento, “no se puede decir que haya sido un paro general ni mucho menos un paro nacional”.El jefe de Gabinete, Jorge Capitanich, y el ministro de Trabajo, Carlos Tomada, fueron las voces oficiales del Gobierno que respondieron a la medida lanzada por la CGT Azopardo de Hugo Moyano y la CGT Azul y Blanca de Luis Barrionuevo. Tomada señaló que “una vez más ha quedado demostrado que se respeta el derecho a huelga, pero no ha sido lo mismo con el derecho del otro a ir a trabajar” y aseguró que “la gran mayoría del pueblo argentino trabajó”.“No se puede decir que lo que hoy ocurrió haya sido un paro general ni mucho menos un paro nacional”, sentenció el ministro durante una conferencia de prensa en la sede de la cartera laboral, donde destaco que “los metalúrgicos, la construcción, el transporte de pasajeros y la mayoría del comercio funcionó”.Por su parte, Capitanich sostuvo que “el 75% de los trabajadores decidió no adherir al paro” y que la medida de fuerza “es del arco opositor y de naturaleza política”. En otras ciudades BUENOS AIRES (NA). En Córdoba, desde las 6, el Sindicato de Luz y Fuerza, el Suoem, el Sindicato de Camioneros, bancarios y organizaciones de izquierda marcharon por el centro de la ciudad, provocando el corte de algunas calles y puentes céntricos. En la ciudad de Rosario hubo cortes de calles y movilizaciones que se desarrollaron sin incidentes, mientras que los bancos, las estaciones de servicios, los bares y restaurantes permanecieron cerrados;En Mendoza, el paro comenzó con cortes en el centro y con poco movimiento en las calles.En Tucumán los trabajadores del sindicato de camioneros se asentaron al costado de la ruta 9 a la altura del kilómetro 1.301, y tenían previsto permanecer allí hasta la medianoche de este viernes.
En esa provincia, los gremios y organizaciones sociales hicieron piquetes en las rutas 38, 9 y 157, y en las puertas de reparticiones estatales: se unieron los recolectores de residuos, sí hubo clases en las escuelas y el comercio funcionó.





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