POSADAS. Una prueba que puede terminar de cerrar el círculo sobre los principales imputados será la que llevará adelante la Justicia esta semana, cuando se tomen muestras genéticas de los nueve policías involucrados directamente en la golpiza fatal sufrida por Carlos Raúl Guirula (30) con restos de cabello hallados en una de las manos de la víctima.La novedad fue confirmada en las últimas horas a PRIMERA EDICIÓN por fuentes de la investigación, quienes revelaron que los análisis comenzarán esta semana y permitirían establecer con mayor certeza cuáles de los uniformados propinaron la feroz agresión al albañil.Las muestras genéticas serán tomadas a nueve de los once policías involucrados en el caso. Se trata de los efectivos que formaron parte del procedimiento fatal. Luego, las mismas serán enviadas a Buenos Aires junto a restos de cabello encontrados en una mano de Guirula que podrían corresponder a alguno de sus atacantes.Los resultados, que seguramente demorarán algunos meses, podrían brindar un nuevo elemento de peso en la investigación que lleva adelante el magistrado Marcelo Cardozo, al frente del Juzgado de Instrucción 1 de la Primera Circunscripción Judicial, con asiento en Posadas.El expediente se inició a raíz de lo sucedido en la madrugada del sábado 19 de julio en un motel de avenida Andresito y Santa Catalina, a cuatro cuadras de la Terminal de Ómnibus posadeña.Hasta ese lugar llegó Guirula junto a dos conocidos y dos mujeres. El grupo pidió dos habitaciones y alrededor de las 3 intentó marcharse, pero fue entonces que se inició una discusión entre el albañil y un empleado del lugar por una botella pequeña de whisky que había quedado como saldo.Ante la tensión de la situación, desde la conserjería llamaron a la Policía. Primero llegó una camioneta de la comisaría Decimotercera. Después, dos móviles del Comando Radioeléctrico de la Unidad Regional I.Los policías redujeron a Guirula y lo llevaron hasta la Decimotercera, donde llegó muerto. Todo indica que en ese lugar lavaron la camioneta y el playón con el objetivo de esconder pruebas. Sin embargo, horas más tarde todo se descubrió: Guirula había muerto a raíz de una feroz golpiza.La investigación contó con testimoniales, indagatorias y hasta la realización de una reconstrucción. El juez Cardozo consideró suficiente hasta el momento esa batería de pruebas y el último viernes dictó prisión preventiva a seis de los uniformados involucrados, todos por “tortura seguida de muerte”, que prevé la pena de prisión perpetua. Entre ellos se encuentra también la oficial que encabezaba el operativo, acusada además por el hurto del teléfono celular de Guirula.





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