CAPIOVÍ. Ni bien se enteraron en qué consistía la reunión organizada para el 7 de noviembre del 2012, comenzaron con el reclamo pertinente. Los habían citado en el marco de la participación ciudadana del “Programa Trasmisión Eléctrica del Norte Grande” para avisarles a los vecinos de este poblado misionero que iban a reemplazar al vieja línea de alta tensión, por una nueva de 132 kv, que atravesaría el lugar por donde pasa la vieja: la zona urbana de la ciudad.Los vecinos levantaron sus voces para impedir que la nueva línea eléctrica atraviese su pueblo y lograron finalmente que las obras se paralicen. Pero al día de hoy, siguen sin recibir una respuesta de cuál será la continuidad de la obra, de si atravesará la ciudad o se cambiarán los planos. La única noticia que tuvieron es que su reclamo llegó hasta la oficina de la Secretaría de Energía de la Nación, encargada de realizar la obra.Lo cierto es que desde la Nación deben reorganizar el trazado, en caso de que así decidan hacerlo, y reacondicionar el proyecto para poner en marcha la obra. Según fuentes consultadas por PRIMERA EDICIÓN, esto estaba en camino a ser solucionado cuando la Nación decidió cambiar al Secretario de Energía (Mariana Matranga reemplazó a Daniel Cameron), quien antes de firmar el nuevo proyecto tiene que interiorizarse con el mismo, lo que retrasa las obras en Capioví. Lo que sucede es que los nuevos directivos provienen del ámbito de hidrocarburos y no de la energía eléctrica, entonces, hasta tanto no estén bien entendidos en el tema, no pueden tomar una decisión. Mientras, la obra está parada y su futuro es incierto. Los vecinos de la localidad se quejan porque no tienen ningún papel que les asegure qué es lo que va a suceder. “Seguimos esperando una respuesta, lo único que sabemos es que se envió todo a Buenos Aires. Pero todo queda en palabras, no tenemos nada firmado, que nos digan que nos quedemos tranquilos porque van a cambiar el trazado, eso es lo que queremos. Pero el escrito no aparece, nadie pone la firma. Tenemos miedo de levantarnos mañana y que la línea esté arriba de nuestras cabezas”, aseguraron. Pero quienes tienen que firmar el documento deben hacer todavía un análisis profundo de cómo seguir. En qué consiste la obraLa intención del proyecto original era reemplazar la línea de alta tensión vieja, que atraviesa la zona urbana, por una de alta tensión de 132 kv. Los postes serían reemplazados y los cables reubicados a una altura no perjudicial para los vecinos. Sin embargo, para los habitantes de Capioví, esto no es una opción. “La línea vieja está ubicada desde el año 1976, hoy es un peligro porque los cables están cada vez más bajos. Nosotros teníamos en mente pelear para que la saquen, pero después nos cayeron con esta de 132 Kv que fue un balde de agua fría para todos. Si bien, científicamente no podremos comprobar si la leucemia la causa o no la línea de alta tensión, lo que sí es cierto es que no vamos a poder vender ese terreno por donde pasa la línea, no debemos hacer plantaciones, ni construir. Hay una pérdida de valor económico porque la línea de alta tensión inutiliza un montón de terrenos, hay chacras que han quedado inservibles, son casi cuatro hectáreas inutilizables, y hoy valen tres millones de pesos. Pero dejemos de lado el valor económico, venir con semejante obra arriba de una zona urbana es terrible. Si nuestros hijos quieren vender, porque loteamos para ellos, quién les va a comprar esos terrenos, porque sabemos que afecta la salud. Entonces vivimos en una imprevisibilidad, no sabemos por dónde va a pasar la línea, no podemos comprar terrenos ni construir, esto nos afecta”, comentaron.Desde el municipio entendieron el reclamo de los vecinos y acompañaron sus preocupaciones, pero no son ellos quienes deben darle una respuesta a su comunidad, así lo aseguró Alejandro Arnhold, presidente del Concejo Deliberante de Capioví: “Nosotros hemos hecho consultas públicas cuando vino la gente de Emsa y expuso todo lo relativo a esta línea de alta tensión y ellos se han encargado de transmitir la inquietud para ver cómo buscar la mejor solución teniendo en cuenta que cruza por nuestro centro urbano. Entonces, estamos a la espera de la respuesta de la gente de Emsa, que son los encargados. Nosotros presentamos notas, pero hasta el momento no nos han dicho nada. Seguimos esperando”.Sin embargo, ese reclamo pasó de las manos de Emsa a la Secretaría de Energía de la Nación y allá está estancado. Es que Electricidad de Misiones SA sólo prestó un grupo de apoyo técnico a la empresa encargada de realizar la obra, pero las decisiones inherentes al cambio, se toman desde la Nación. En el medio, los vecinos: “Nosotros como habitantes de Capioví pedimos más comunicación, que se nos tenga en cuenta a la hora de tomar las decisiones, que nos digan en qué situación estamos. No deberíamos nosotros convocar a la gente del municipio, son ellos quienes deberían estar convocándonos a nosotros para defendernos entre todos, porque éste no es un interés individual, es un interés de la comunidad, y nosotros vemos que se siguen descargando distintos materiales para esa obra muy cerquita de nuestro pueblo. Están avanzando, quisiéramos que nos mantengan informados para que no estemos reclamando estas cosas al aire, cuando ellos ya planificaron todo el tema”, finalizaron. La unión en contacto con la Asamblea Ambientalista de GualeguaychúComo grandes conocedores de lo que es la contaminación y cómo luchar contra ella, los participantes de la Asamblea Ciudadana Ambientalista de Gualeguaychú se comunicaron con los vecinos de Capioví y les insistieron en que no cesen en el reclamo, que “esto es algo que nos corresponde. Quizás nosotros ya no estemos vivos para ver qué pasará, pero lo peleamos para quienes vienen detrás de nosotros”, afirman. Pese a que mantienen la esperanza, hay un dejo de resignación en su pedido, “el reclamo que hicieron en Gualeguaychú llegó hasta La Haya y siguen discutiendo, sin una resolución definitiva sobre el tema, mirá si se van a preocupar por nosotros, que somos un pequeño pueblito en Misiones”.





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