POSADAS. Visiblemente incómodo y con poca información para brindar, el subsecretario de Transporte de Misiones, Hermes Almirón, asistió ayer a la comisión de Transporte de la Cámara de Diputados de la Provincia, donde dejó más dudas que certezas en su exposición.Primero se tomó unos minutos para dar datos ya conocidos sobre el funcionamiento del Sistema Único de Boleto Electrónico (Sube), justificando el mal funcionamiento y anticipando que “se están tomando las medidas” para solucionarlos.Sin embargo, con el avance de los minutos, el funcionario comenzó a “hacer agua” por la falta de datos y también por la evidente incomodidad ante preguntas para las cuales no tenía argumentos o no podía responder por alguna razón desconocida. Solamente los legisladores Claudio Wipplinger (Trabajo y Progreso), Héctor “Cacho” Bárbaro y Miriam Duarte (Partido Agrario y Social) realizaron preguntas. El resto se mantuvo casi toda la reunión en silencio.En principio, explicó que se han emitido hasta la fecha 147 mil tarjetas y que aproximadamente el 50% de esos usuarios utiliza con frecuencia el servicio de transporte.A fuerza de preguntas, tuvo que brindar datos sobre los subsidios que reciben las empresas, que son 4,2 millones de pesos anuales del Municipio, otros 24 millones de pesos de la Provincia y otros 196 millones de pesos de la Nación.En este punto, Wipplinger consultó por qué el Estado provincial no administraba la Sube como ocurre en Buenos Aires, Córdoba o Mendoza, a lo que Almirón respondió que el Estado “no tiene los fondos” para colocar las máquinas lectoras de tarjetas en los colectivos, como sí lo hicieron las mencionadas provincias.Wipplinger insistió: “O sea, que les dan 28 millones de pesos anuales en subsidios, no tienen ningún control sobre la cantidad de boletos que venden, pero no tienen fondos para colocar las máquinas”. Almirón, visiblemente incómodo, dijo que los datos sobre la cantidad de boletos están, pero son los que brinda la propia empresa. Anticipó que se pretende crear un centro de monitoreo para saber exactamente los números de venta de la empresa, pero que recién se comenzará a construir y estará listo dentro de varios meses.El diputado Bárbaro inquirió sobre la legalidad de que el mismo grupo de empresas que presta el servicio de transporte (el Grupo Z) sea socio de las empresas que administran la Sube, es decir, que el transporte y la tarjeta pertenecen al mismo grupo y por lo tanto no será transparente que la misma firma informe de la cantidad de boletos que vende. Almirón dijo al respecto que se enteró “por los diarios”, pero que no era un tema del cual le correspondía opinar y no iba a presuponer que no había transparencia en las declaraciones de los empresarios sobre los boletos vendidos. Ante esto, se comenzó a notar el malestar de los diputados opositores por la falta de claridad en las respuestas retaceadas del subsecretario.En este punto Wipplinger dijo: “Queda claro que no hay control sobre nada, no hay transparencia ni tampoco hay intención de controlar nada, ellos (el Gobierno) son parte de todo esto”, enfatizó Wipplinger.En otro tramo, visiblemente nervioso, Almirón defendió a la empresa diciendo que no podía “presuponer” hechos de corrupción o poca transparencia en las declaraciones juradas, donde se informan la cantidad de boletos. Wipplinger le recordó que le envió notas, con informes técnicos y argumentos que demostraban la incoherencia y falta de transparencia, pero Almirón quedó en silencio ante esta situación.Por otra parte, Bárbaro consultó sobre la legalidad de la contratación de la Sube, a lo cual Almirón confirmó que la legalidad del sistema se sostiene solamente por una contratación sin licitación, en forma directa, de la Municipalidad de Posadas, mediante un decreto. El funcionario defendió el accionar diciendo que la Municipalidad tiene la potestad para hacerlo.Bárbaro pidió la suspensión definitiva de la Sube porque “no hay control, no hay transparencia, no sabemos para qué fue implementada y genera más problemas que soluciones a los usuarios del servicio”.En una línea parecida se manifestó el diputado Wipplinger, que señaló: “El tema de la Sube es un circo para que la gente discuta sobre la tarjeta y deje de discutir sobre un boleto que es muy caro, ése es el verdadero fondo del problema. Con esta tarjeta desviaron la discusión, la gente está preocupada en la tarjeta, si la tiene paga menos y si no tiene paga más, pero el problema es que el boleto es caro y no hay transparencia”.“El mismo Zbikoski dijo que no iba a cumplir con la registración fiscal mientras no lo obliguen y acá nadie le obliga, a pesar de que es una ley nacional”, finalizó Wipplinger.





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