POSADAS. El “Yogurito Misionero” aún está lejos de ser una realidad. A cuatro años del anuncio de este proyecto -que implicaba una importante inversión del Gobierno en equipamiento, transferencia de conocimiento y asesoramiento del Centro de Referencia de Lactobacilos (Cerela) del Conicet, que desarrolló el fermento; del Instituto Nacional de Tecnología Industrial; y la necesaria participación de la Cooperativa Alto Uruguay Limitada (Caul)-, esta última entidad decidió lanzar un yogurt propio que comercializará en forma regional. ¿Qué pasó con la prometida fabricación y distribución en forma gratuita de este yogurt probiótico, tres veces por semana, en las escuelas misioneras? Según constató PRIMERA EDICIÓN, aunque con mucho retraso, el Gobierno adquirió gran parte de los equipos necesarios para su fabricación por parte de la Caul. La cooperativa invirtió además otros 300 mil pesos en equipamiento para poder comenzar a producir, pero se cansó de esperar que llegara el prometido fermento desarrollado por Cerela y el acompañamiento técnico prometido. Vale recordar que, cuando se presentó el proyecto “Yogurito de Misiones”, el 11 de noviembre de 2010, se anunció que tres meses después, en marzo de 2011, ese alimento llegaría a las escuelas misioneras para reforzar el servicio de los comedores escolares. “En caso de no llegar a marzo con esta producción, traeremos las primeras raciones desde Tucumán”, aseveró entonces el subsecretario de Ciencia, Tecnología e Innovación Productiva y también director ejecutivo del Parque Tecnológico Misiones, Carlos Galián, junto al director nacional de Innovación del Ministerio de Educación de la Nación, Oscar Galante. Ahora, aunque sin cerrar las puertas al ambicioso proyecto, la Caul anunció la puesta en funcionamiento de su planta de yogurt. Fábrica en funcionamiento La semana pasada, la Caul comenzó el envasado de yogurt con su propia marca y su comercialización de manera regional para llegar luego, de acuerdo con la disponibilidad de materia prima, a toda la provincia. La planta, ubicada en Colonia Aurora, posee una capacidad de elaboración de hasta 20 mil litros diarios de leche, materia prima que es obtenida en parte de la propia cuenca lechera de la cooperativa y que ofrece a los productores la posibilidad cierta de una entrada quincenal de dinero, como así también la diversificación de su actividad productiva.El responsable de la planta, Valmir Hoesel, señaló que “comenzamos con el envasado del yogurt, ya hemos realizado las pruebas y todo funciona como debe ser, así que tenemos mucha expectativa”.Para cumplir con las demandas, la cooperativa ya prevé traer un camión cisterna por semana cargado con leche desde Santa Fe, de manera de complementar lo que se recibe de la cuenta lechera local, adelantó el presidente de la entidad, Federico “Fredy” Frank.Sin embargo, precisaron que este yogurt es aún el tradicional y no el especial con probióticos para el cual se construyó la fábrica, porque aún no vinieron los técnicos nacionales y universitarios que deben aportar los conocimientos, las bacterias y los elementos finales para poner en marcha la producción del “Yogurito” con el cual se plantea proveer a las escuelas misioneras, teniendo en cuenta los beneficios que tiene. En TecnópolisEsta bacteria láctica fue aislada en Tucumán por el Cerela, del Conicet, y produce un incremento de las defensas de los chicos, una disminución de las parasitosis e infecciones intestinales y respiratorias. En esa provincia nació el “Yogurito” como un programa social. En la foto, el stand de ese producto en Tecnópolis. Allí dicen que este yogurt probiótico ya se produce y distribuye en Santiago del Estero, Entre Ríos, San Juan y Misiones.





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