POSADAS. Fuentes judiciales confirmaron ayer que la Justicia española aprobó la extradición de “Gaby” Leal, bajo sospecha de ser uno de los asesinos del joven Pablo Antonio Fraire.“Solamente resta que el Superior Tribunal de Justicia de Misiones (STJ) envíe a las autoridades ibéricas un documento brindando ‘garantías’ de que en Argentina no existen las condenas a perpetuidad (de por vida)”, afirmó un calificado vocero del caso. Una vez cumplimentado este trámite, el acusado será extraditado y enviado a nuestro país, donde luego quedará a disposición de la Justicia de Posadas. Tal como adelantó PRIMERA EDICIÓN a finales del año pasado, el juez de Instrucción 3 de esta ciudad, Fernando Luis Verón, remitió el exhorto con el pedido de repatriación de Gabriel Cristóbal Leal, más conocido como “Gaby” Leal, al STJ y a Interpol Argentina.Desde allí se activó el mecanismo de extradición a través de la Cancillería y la Embajada argentina en España.Junto al exhorto se remitió también el expediente con los antecedentes de la causa y la situación procesal de Leal, sindicado como coautor material del delito de homicidio agravado. Esa calificación podría llevarlo a la pena de prisión o reclusión perpetua, como sucedió en el primer juicio por esta causa con su medio hermano Poli Castel y el amigo de ambos, Gabriel “Axel” Aranda, en 2009.La elevación del exhorto y los antecedentes fue la última actuación del juez Verón en el caso, porque integró el tribunal que condenó a perpetua a Castel y Aranda.Cabe recordar que Leal fue detenido en Madrid por casualidad, más precisamente por una patrulla de tránsito al cometer una infracción al mando de una motocicleta, en la que llevaba a una mujer.Pablo Fraire murió la noche del 25 de noviembre de 2002. El ataque fue en banda y brutal. Más de treinta puñaladas se introdujeron en su cuerpo hasta que el corazón dijo basta.El accionar de la Policía Científica fue decisivo. Hallaron rastros de sangre en la cabina de la camioneta Peugeot 504 roja que conducía Pablo aquella trágica noche.Al menos una de las muestras de ADN no comprometió a “Axel” Aranda ni a Poli Castel, sino al medio hermano de éste, identificado como Gaby Leal, quien, acorralado por las pruebas y la Policía, decidió escapar.





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