POSADAS. Sin tapujos. Así habla Mary Da Fonseca en medio del dolor por la muerte de su hijo. No tiene miedo ni tampoco nada que perder. “Estoy muerta en vida, me arrancaron un pedazo de corazón”, le dijo a este diario el lunes al mediodía, en sus primeras declaraciones públicas. Y ayer volvió a ser tajante al cuestionar la actitud de las autoridades de la Provincia, que la recibieron ese mismo día por la tarde, a casi diez días del hecho.“La sensación que nos dejó esa reunión es que nos llevaron ahí políticamente, para decir que nos recibieron y quedar bien ante la sociedad; pero a mí, sinceramente, no me quedó nada”, le contó la mujer en las últimas horas a PRIMERA EDICIÓN, consternada y hasta molesta por la actitud del Ejecutivo.Mary, su hija María y Nora, esposa de la víctima fatal, visitaron el lunes por la mañana la Fiscalía de Instrucción 1 de Posadas. Lo hicieron junto al asistente legal de la familia, el doctor Alberto Villaneda. Después de hablar con este diario, ya por la tarde decidieron aceptar la invitación y fueron hasta la Casa de Gobierno.Allí fueron recibidos por el gobernador Maurice Closs, el ministro de Gobierno, Jorge Franco, el subsecretario de Seguridad y Justicia, Julio Lenzken, y el jefe de la Policía de Misiones, el comisario general Héctor Munaretto.“Fue todo para la foto, sólo hicieron política”, sintetizó Mary con dolor. La mujer se sinceró ante este medio y confió que esperaba otra cosa de las autoridades: “Yo no me fui conforme. Soy sincera y no tengo miedo de hablar ni me voy a callar para nada, porque las cosas son así. Para mí fue todo político, porque el Gobernador llegó y, detrás de él, los fotógrafos. Y yo no fui para que me saquen fotos, no me interesa salir en una foto con el Gobernador, con el vice o con el que sea. A mí me interesa esclarecer la muerte de mi hijo”.Da Fonseca reiteró que para ella las autoridades provinciales “hicieron política con nosotros” y subrayó esa sensación de que todo fue una puesta en escena “para que la sociedad vea cómo el Gobernador nos recibió”. De las responsabilidades funcionales, ésas que le costaron el puesto a cuatro jefes policiales, ni una sola palabra en la mesa.La mujer relató que uno de los temas que se tocó en la reunión fue el del velatorio de Guirula. “Yo les dije que nosotros habíamos pagado todo, pero ahí se preguntaron entre ellos ‘¿cómo? ¿pero fulano no se contactó con mengano?’. Se tiraron la pelota entre ellos. Mientras tanto, nosotros estamos con la soga al cuello, pidiendo plata prestada para poder seguir”.Notablemente molesta, la madre de Guirula explicó que una de las razones de su enojo tuvo que ver con que pasó más de una semana hasta que desde el Gobierno finalmente expresaron solidaridad para con la familia del hombre muerto justamente por agentes que responden al Estado misionero.“Cómo no voy a estar molesta, si ellos no se solidarizaron con nosotros. Esperaba que al menos me digan ‘señora, tenemos un cajón para su hijo’. Se lo dije al propio Gobernador, que yo esperaba otra cosa de ellos. Y al contrario de eso, los primeros que me llamaron y a los que quiero agradecer fueron los canales, las radios y el diario, los medios”, finalizó Mary, claramente dolida por la situación.





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