Grabove, Ucrania (AFP-NA). El presidente estadounidense Barack Obama orientó ayer hacia los separatistas pro-rusos del este de Ucrania las sospechas del derribo de un avión de pasajeros y pidió a Moscú que controle a sus aliados.Los primeros observadores internacionales llegaron al lugar del drama, donde los bomberos señalaron con palos y pañuelos blancos los lugares donde se encontraban los restos diseminados en varios kilómetros cuadrados de las víctimas del avión de pasajeros de Malaysia Airlines, que se estrelló el jueves en el este de Ucrania.El avión transportaba a 283 pasajeros y 15 tripulantes -incluidos 173 holandeses, 43 malasios, 28 australianos y 12 indonesios, según la aerolínea. Los equipos de rescate han recuperado hasta ahora los restos de 182 cuerpos. Obama precisó que al menos un estadounidense se encontraba entre las víctimas. “La evidencia indica que el avión fue derribado por un misil tierra-aire lanzado desde un área en Ucrania controlada por separatistas apoyados por Rusia”, indicó Obama, al referirse a la “tragedia atroz”.El mandatario agregó que el derribo del avión es un “llamado de atención” para Europa, que es reticente a imponer sanciones sobre Rusia por su papel en Ucrania. También llamó al presidente ruso, Vladimir Putin, a “tomar el camino que lleve a la paz en Ucrania”.Momentos antes de la alocución de Obama, durante una reunión del Consejo de Seguridad de la Organización de las Naciones Unidas, la embajadora estadounidense, Samanta Power, había formulado el mismo tipo de acusaciones contra los rebeldes, al mencionar el disparo de un misil ruso Buk (un producto clásico del final de la Guerra Fría) de tipo SA-11.“Dada la complejidad del sistema SA-11, es poco probable que los separatistas puedan servirse de él de forma eficaz sin personal calificado”. Por lo tanto, añadió, “no podemos excluir la posibilidad de una ayuda técnica por parte del personal ruso”.Por su lado, Putin declaró ayer que estaba en contacto con su homólogo ucraniano Petro Poroshenko. “Estamos en contacto y espero que pueda proponer a todo el pueblo ucraniano, independientemente de donde viva, un medio (…) que permita alcanzar una paz definitiva, completa y duradera en este territorio”, dijo Putin.En tanto, el Consejo de Seguridad de la ONU pidió por su parte “una investigación independiente internacional completa sobre el incidente” en una declaración unánime al inicio de la reunión.Esta investigación todavía no ha empezado del todo, pese a la llegada al lugar de los hechos de una treintena de observadores de la Organización para la Seguridad y la Cooperación en Europa (OSCE) y de cuatro representantes de la agencia de aviación ucraniana.Los insurgentes, conscientes de que se les responsabiliza de la catástrofe, desmienten tener relación con ella y se han comprometido a proteger la zona y facilitar el acceso a los investigadores.Socorristas que trabajan en el lugar de la tragedia indicaron a la agencia AFP el hallazgo de una de las cajas negras, aunque esto probablemente no ayude a determinar el origen del misil.Recuperación de los cuerposDespués de un breve diálogo, un grupo de insurgentes prorrusos dejó a los inspectores acceder a parte del lugar donde cayó el avión.“Estamos aquí para verificar si el perímetro es seguro y si los (restos de) las víctimas son tratados de la forma más humana posible”, dijo a los rebeldes Alexander Hug, uno de los responsables del equipo del OSCE presente desde hace tiempo en Ucrania para observar el conflicto en el este del país.El portavoz del grupo, Michael Bociurkiw, preguntado sobre la limitación de sus desplazamientos impuesta por los insurgentes, dijo que “no quería mostrarse frustrado, sino considerar esto como un principio”.La visita de la delegación de la OSCE duró unas dos horas. El grupo puso rumbo de nuevo hacia Donestk y anunció que volverá a Grabove hoy. En tanto, Interpol anunció el envío de expertos para ayudar en la identificación de las víctimas y Washington prometió el envío de investigadores del FBI.El rescate de los cuerpos podrían dilatarse debido en parte a problemas técnicos -no habría suficientes cámaras frías en Donetsk para los restos- y sobre todo debido a la necesidad de coordinación de las labores entre rebeldes y las fuerzas ucranianas que siguen luchando. El viernes los disparos mataron de hecho a 20 civiles en Lugansk, según anunció la administración regional. Estos disparos alcanzaron todos los barrios de la ciudad, incluido el centro, añadió, sin mencionar su origen.En la capital de la “República Popular de Donetsk” los ánimos están caldeados y en cada esquina se forman grupos en los que la gente discute quién pudo haber derribado el avión. “Los rebeldes no han podido derribarlo ¿Para qué? Ha sido una provocación de los servicios de seguridad”, asegura Vladímir, un partidario de la independencia de Donetsk y de la vecina Lugansk.No obstante, otros discrepan y opinan que el avión de pasajeros malasio sí pudo haber sido abatido por error por los milicianos al confundirlo con un aparato de transporte militar ucraniano. La geopolíticadel caso¿Equivocación de los rebeldes, que creían atacar un avión ucraniano? ¿Inexplicable error de los ucranianos o de los rusos? La tragedia del avión malasio, probablemente derribado por un misil en el este de Ucrania, suscita indignación e interrogantes en todo el mundo. Si la investigación llega a identificar con certeza a los autores del disparo -rebeldes prorrusos, fuerzas ucranianas o ejército ruso-, ello tendrá un decisivo impacto en el conflicto que asola Ucrania desde hace tres meses y opone a Kiev con los separatistas prorrusos apoyados por Moscú.Mensajes incluidos en sitios Internet de los rebeldes -y a veces rápidamente borrados- así como conversaciones interceptadas por los servicios de seguridad ucranianos dan a entender que el aparato pudo ser derribado por error por los insurgentes, al haberlo confundido con un avión militar ucraniano. Si se confirmara esta hipótesis -que debe ser tomada con prudencia en el contexto de una violenta guerra de propaganda y desinformación-, la posición de los separatistas y de su aliado, el presidente ruso Vladimir Putin, se debilitaría de manera considerable ante la comunidad internacional.La gravedad del drama y su carácter inesperado (los precedentes de aviones derribados al sobrevolar una zona de conflicto son raros) tienen una primera consecuencia: demuestran que lo que ocurre en Ucrania es en efecto una guerra, que no estamos en un contexto de co
nflicto local.La muerte de 298 personas de al menos once países internacionaliza la crisis de Donetsk.Claramente el este de Ucrania se ha convertido en un cáncer para la seguridad europea.El único rayo de esperanza de este terrible drama es que pueda servir de catalizador para que se realicen negociaciones serias.





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