NUEVA YORK, Estados Unidos (Agencias y diarios digitales). El secretario de Finanzas, Pablo López; el secretario Legal y Administrativo, Federico Thea; y el subprocurador del Tesoro de la Nación, Javier Pargament, se reunieron ayer por cinco horas con el abogado Daniel Pollack, el mediador designado por el juez Thomas Griesa en el litigio argentino con los fondos buitres.A través de un comunicado, Pollack detalló que ayer se reunió “con las partes, pero por separado” y se mostró confiado de que “haya diálogo en el futuro” para destrabar el conflicto.Fue la segunda reunión que las autoridades nacionales mantienen con el mediador. La delegación argentina se retiró del lugar sin realizar declaraciones. El lunes pasado, la delegación argentina fue encabezada por el ministro de Economía, Axel Kicillof.En aquella reunión, Kicillof advirtió que el fallo del juez Griesa, “tal cual se interpreta sería de imposible cumplimiento” y pidió “reponer el stay”, la medida cautelar que puede permitir al país efectivizar el pago de los 600 millones de dólares que tiene depositados en el Banco de Nueva York (BONY) para los bonistas que ingresaron a los canjes de 2005 y 2010, bajo legislación estadounidense y europea, y que hasta el momento no pudieron cobrar.Esto motivó que el BONY le enviara el miércoles una carta al magistrado, en la que le solicitó la concreción de una audiencia antes del 30 de julio próximo, para poder clarificar el estado de esos fondos, ya que pertenecen a los bonistas reestructurados y están inmovilizados en un fideicomiso en dicho banco.Bajo este contexto, dos lobistas del grupo American Task Force Argentina (ATFA), los ejecutivos Robert Shapiro y Nancy Soderberg, mantuvieron este jueves en la ciudad de Buenos Aires una reunión con un reducido grupo de periodistas.Además, publicaron una solicitada en los principales diarios porteños en la que aseguraron que “los acreedores de la Argentina están listos para negociar hoy”.“Los beneficios para Argentina serían enormes (…) Los líderes de la Argentina deberían juntarse con sus acreedores en una negociación, y evitar un default catastrófico. Argentina, es hora de negociar”, afirmaron en el comunicado.La ATFA es un grupo de presión financiado por Elliott Management, titular del NML Capital, uno de los fondos buitres que litigaron contra Argentina en el juzgado de Griesa.En tanto y sobre el tema, la exsubdirectora gerente del Fondo Monetario Internacional (FMI), Anne Krueger, volvió a manifestar ayer su opinión al calificar de “inflexible” la posición de los holdouts.A través de una nota publicada en el sitio de opinión especializado “Project Syndicate”, Krueger dijo que “independientemente de la forma en que se supere el actual impasse, el dictamen judicial genera muchas preguntas para los emisores y tenedores de deuda soberana” ya que “si los acreedores ahora perciben que mantener una posición inflexible aumenta sus chances de recibir la totalidad del valor nominal, más adelante, reestructurar la deuda soberana y recuperar el funcionamiento normal de una economía endeudada, resultará más difícil”.El martes, al salir al cruce de una nota publicada en el diario Financial Times, por Jey Newman de NML Capital, Kicillof dijo que “es una paradoja que un fondo buitre como Elliott intente limpiar su reputación arrogándose la representación de los jubilados y tenedores de bonos traicionados”.Y agregó que “la única verdad es que NML Capital Elliott, que ubicó su base en las Islas Caimán para evitar el pago de impuestos en los Estados Unidos, a diferencia de la gente que pretende representar, compró bonos argentinos en 2008 y de inmediato demandó a Argentina”.“Extorsión”En tanto, el Gobierno acusó ayer a los fondos buitres de “extorsionar para obtener una ganancia de más de 1.600%”, ratificó su voluntad negociadora y sostuvo sostiene que esos grupos financieros “amenazan públicamente a Argentina”.La comunicación oficial, que se titula “Fondos buitres: los hechos demuestran que no es mito que sean buitres”, sostuvo que esos grupos “amenazan al país” y acusó a la ATFA, de “verdadero grupo de tareas norteamericano contra Argentina”.El texto oficial recuerda que “la crisis de 2001 dejó a Argentina con el default más grande de la historia” y que “el proceso de reestructuración de la deuda iniciado por Néstor Kirchner y continuado por Cristina Fernández de Kirchner consiguió la adhesión voluntaria del 92,4% de los acreedores”.Sostiene que el país “pagó desde 2003 más de 190 mil millones de dólares entre capital e intereses, sin por eso amenazar el proceso de crecimiento con inclusión social”.“No caben dudas de que los únicos acreedores que jamás quisieron negociar con Argentina son los fondos buitres, justamente porque su negocio es la extorsión judicial, y no la negociación en condiciones justas, legales y equitativas para ambas partes”, sostuvo el Gobierno en la solicitada. Respaldo El primer ministro de Italia, Matteo Renzi, destacó ayer la “cercanía” de su gobierno “a la voluntad argentina de continuar el pago de su deuda”, y se mostró disponible a “profundizar en las sedes europeas e internacionales los aspectos y las implicancias de la cuestión”.“He registrado con satisfacción su reafirmación acerca de la voluntad argentina de continuar el pago de su deuda, que es un punto clave de gran valor para los mercados internacionales”, señaló Renzi en una misiva enviada a la presidenta Cristina Kirchner. El primer ministro italiano, además, agregó: “Deseo asegurarle la cercanía del Gobierno italiano al esfuerzo argentino y nuestra disponibilidad para profundizar en las sedes europeas e internacionales los aspectos y las implicancias de la cuestión”.Así el Gobierno sumó un nuevo respaldo, luego del que logró de parte de bloques regionales como la Organización de Estados Americanos (OEA), Unión de Naciones Suramericanas (Unasur), Mercado Común del Sur (Mercosur), Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (Celac), Alianza Bolivariana para los Pueblos de Nuestra América (Alba), Banco del Sur, Parlamento Andino y el G-77+China.





Discussion about this post