LA HABANA, Cuba (AFP-NA). El presidente ruso, Vladimir Putin, inició el viernes en Cuba una gira latinoamericana que lo llevará también a Argentina y Brasil, en medio de fuertes tensiones con Estados Unidos, que lo amenazó con nuevas sanciones si mantiene el apoyo a los separatistas pro-rusos en Ucrania.Putin llegó a La Habana por la mañana y cumplió una apretada agenda en Cuba -viejo aliado de Moscú en la Guerra Fría-, que incluyó conversaciones con el presidente Raúl Castro.Su periplo latinoamericano se produce en momentos de gran tensión entre Rusia y Estados Unidos, que amenazó con nuevas sanciones a Moscú por su apoyo a los separatistas pro-rusos en Ucrania, conflicto en el que La Habana se puso al lado del Kremlin.La gira latinoamericana de Putin precede a su participación en una cumbre de los países de economía emergente BRICS (Rusia, China, Brasil, India y Sudáfrica) los próximos martes y miércoles en Brasilia.Antes de abordar el avión hacia Cuba, Putin declaró que Moscú quiere aumentar las inversiones rusas en América Latina y calificó de “hipocresía” la vigilancia electrónica de Estados Unidos en el mundo.“El ciberespionaje no sólo es una muestra de la hipocresía manifiesta entre aliados y socios sino también un ataque directo a la soberanía y una violación de los derechos humanos”, declaró Putin a la agencia rusa Itar-Tass.Para enfrentar ese programa de ciberespionaje, revelado en 2013 por el exasesor de inteligencia estadounidense Edward Showden, Putin propuso “desarrollar conjuntamente un sistema que garantice la seguridad de la información internacional”.Putin destacó además, en una entrevista con Prensa Latina, que Rusia está interesada “en crear alianzas plenas, tecnológicas” con América Latina, en los sectores de petróleo y gas, hidroenergía y energía nuclear, construcción de aviones y biofarmacéutica.Con Cuba “se estudian grandes proyectos en el campo de la industria y las altas tecnologías, la energía, la aviación civil, el uso pacífico del espacio cósmico, la medicina y la biofarmacéutica”, añadió Putin, tras destacar el interés de empresas rusas en establecerse en la nueva zona franca del megapuerto de Mariel, 50 kilómetros al oeste de La Habana.Putin viajó a La Habana luego de promulgar el acuerdo que anula 31.700 millones de dólares de la deuda cubana con la ex Unión Soviética, el 90% del total, tema que durante mucho tiempo obstaculizó la normalización de las relaciones entre Cuba y Rusia.El resto de la deuda, unos 3.500 millones, será reembolsado en diez años y reinvertido en Cuba, cuyo Gobierno puso en vigor en junio una nueva Ley de Inversión Extranjera, con la esperanza de atraer capitales para potenciar su economía, que no despega pese a las reformas de Raúl Castro.Entre los acuerdos que serán firmados este viernes, según medios rusos, figura uno entre los grupos petroleros Rosneft y Zaroubezhneft (este último ya opera en la isla) con la empresa estatal Cubapetróleo (Cupet) para desarrollar proyectos de exploración y extracción de hidrocarburos en aguas cubanas.Rusia y Cuba vienen recomponiendo sus lazos desde 2005 tras un distanciamiento después de la desintegración de la Unión Soviética en 1991. “En los años 90 del siglo XX los ritmos de nuestra cooperación bilateral se redujeron (…), estamos dispuestos a recuperar las posibilidades perdidas”, dijo el mandatario ruso, subrayando que la cooperación con Cuba tiene un carácter “estratégico y está orientada a largo plazo”.Putin depositará ofrendas florales en un cementerio de militares soviéticos en las afueras de La Habana y en el monumento a José Martí y, según el Kremlin, también se reunirá con líder de la revolución cubana Fidel Castro, de 87 años, retirado desde 2006 por razones de salud.Moscú, que durante tres décadas fue el principal socio económico de la isla, ocupa ahora el noveno lugar entre los países con mayor intercambio comercial con Cuba, con apenas 224 millones de dólares en 2011, la última cifra publicada.Putin visitará Argentina el sábado y asistirá el domingo en Brasil a la final del Mundial de fútbol y después a la cumbre de las potencias emergentes del grupo BRICS. Un puenteLa primera gran gira del estadista ruso por Latinoamérica durante su tercer mandato, desde mayo de 2012, transcurrirá en momentos en que Estados Unidos y la Unión Europea tratan de aislar a Rusia con sanciones por su posición en relación con el golpe de Estado en Ucrania, el 22 de febrero pasado.Sin embargo, la respuesta de algunas naciones como Cuba, Bolivia, Nicaragua, Ecuador y Venezuela en una votación inequívoca en Naciones Unidas en favor de Rusia corroboró el fracaso de condenar a Moscú al ostracismo político y diplomático, y minimizar su activo rol en los asuntos internacionales.Desde su primer mandato, en diciembre de 1999 (hasta 2004), Putin inclinó la proa en un retorno a América Latina, con la aspiración a una complementariedad política, económica y comercial. Se dinamizaron asimismo en ese período los contactos con agrupaciones integracionistas de la región como el Mercado Común del Sur y la Comunidad Andina de Naciones.Unido a la visita que realizó a Cuba en diciembre de 2000, el dignatario ruso visitó en 2004 a México, Chile, en ocasión de la cumbre de la APEC, y Brasil, donde celebró conversaciones oficiales con el expresidente Luiz Inacio Lula Da Silva.En el verano de 2007, Putin viajó a Guatemala para asistir a la sesión 119 del Comité Olímpico Internacional (COI), donde defendió la candidatura de Sochi para los Juegos de Invierno, y en 2012 estuvo en la cumbre del G-20, en los Cabos, México.Para el director del Instituto de América Latina de la Academia de Ciencias Vladimir Davydov, ese periplo latinoamericano marcará un hito en las relaciones y sin dudas destacará como el acontecimiento más relevante en 2014 para los vínculos de Rusia con Latinoamérica.Esa gira de Putin por tres estados representa un reconocimiento lógico al significado de América Latina, que describió como una región amistosa, sentimientos y convicciones que han mostrado, dijo, en tiempos difíciles para Rusia.Para Moscú, el continente, desde el río Bravo a la Patagonia, constituye un dinámico centro de desarrollo económico y de fuerzas políticas en la construcción de un mu
ndo multipolar, según subrayó en repetidas oportunidades a esta agencia el canciller Serguei Lavrov.En las conversaciones oficiales las partes prestarán especial atención al desarrollo de los vínculos económico-comerciales, las inversiones y la realización de proyectos conjuntos en los sectores energético, transporte, aviación civil, el uso pacífico del cosmos y la salud.Los intercambios de alto nivel redundarán en la firma de documentos referidos a distintos ámbitos de la colaboración bilateral.Putin llegará a Buenos Aires hoy, en su primera visita al país suramericano. Moscú y Buenos Aires tienen en perspectiva la ampliación de la cooperación en el sector energético y la diversificación de los nexos comerciales, proyecciones que serán recogidas en los documentos previstos para rubricarse.Brasil será la última escala del periplo, donde Putin desplegará una intensa agenda de trabajo, entre el 13 y 16 de este mes a instancias de su participación en la VI cumbre del Grupo BRICS (integrado además por India, China y Suráfrica) y encuentros con otras agrupaciones de integración como la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (Celac) y la Unión de Naciones Suramericanas.En una visión hacia adentro, el destacado economista y vicepresidente de Uruguay, Danilo Astori, resaltó en declaraciones a Prensa Latina, en Moscú, que para la región tener alternativas de cooperación con una nación como Rusia fortalece la libertad y la soberanía.Rusia para América Latina tiene la importancia de ser un país de gran experiencia en sectores fundamentales de la sociedad como la infraestructura, industria pesada y también en áreas como el conocimiento, la tecnología, la cultura y la creación artística, apreció Astori.Latinoamérica para Rusia, en tanto, constituye una región con un gran potencial de producción de alimentos, grandes reservas energéticas y las mayores de agua dulce que conoce el planeta, todo lo cual será cada vez más importante en el mundo del futuro, contrastó el vicemandatario.Astori consideró que la región latinoamericana será, sin duda, un factor primordial en las relaciones internacionales en los próximos años.Las relaciones políticas y económicas entre Rusia y América Latina durante 2013 escalaron un peldaño con acuerdos concretos en la aspiración mutua de llegar a ser una verdadera asociación estratégica, significó el canciller ruso, Lavrov, en una evaluación a esta agencia sobre los nexos con esta parte del mundo, valorada aquí como una región de paz.




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