BUENOS AIRES (NA). El Gobierno analiza presentar una propuesta de pago en bonos a fondos buitres, que permita destrabar los pagos a bonistas hasta enero próximo y cerrar un acuerdo extrajudicial con los tenedores de títulos en default. La propuesta de la Argentina consistiría en entregar a los holdouts un bono pagaré intransferible, que quedaría en poder de los acreedores hasta el primer día de 2015, cuando vence la cláusula Rufo, informó El Cronista Comercial. Por esa cláusula, que vence el 31 de diciembre, el país no puede proponer a los fondos buitres una propuesta de pago mejor que la que acordó con los que participaron en el canje. Los pagarés luego se cambiarían por bonos negociables, que los fondos buitres podrán trasformar rápidamente en efectivo en los mercados, como hizo Repsol con los títulos que recibió como pago por su parte de YPF.Entre los abogados la interpretación sobre la cláusula Rufo presenta diferencias, ya que están los que sostienen que cualquier forma de pago en sede judicial no se interpreta como una oferta voluntaria de la cláusula. En cambio, los abogados que representan a la Argentina quieren evitar al país posibles futuros juicios y piden que el juez de la causa Thomas Griesa, aclare el alcance legal de ese posible acuerdo o pago a los fondos buitres.Los fondos buitres publicaron solicitadas en algunos diarios argentinos en las que siguen sosteniendo que la Argentina no quiere negociar y sugieren que “deberían juntarse con sus acreedores en una negociación y evitar un default catastrófico”. La solicitada ratifica que los fondos buitres aceptarían un acuerdo similar al logrado entre YPF y Repsol, y un pago en bonos.Las versiones sobre la sensación de un posible acuerdo está instalada en el mercado, más allá de las mutuas acusaciones entre el Gobierno argentino y los tenedores de títulos en default.Otra reunión con Pollack Representantes del Gobierno mantendrán hoy una nueva reunión con el mediador en el conflicto con los fondos buitres, Daniel Pollack, con quien tratarán de avanzar con el pedido de la Argentina de levantar el embargo de fondos para que puedan cobrar bonistas que participaron en los canjes de deuda.La nueva reunión, en la que no participará el ministro de Economía, Axel Kicillof, se realizará en medio de crecientes versiones sobre la posibilidad de un acuerdo extrajudicial entre la Argentina y los fondos, que provocaron subas de títulos argentinos en la cotización de acciones y títulos en las bolsas de Buenos Aires y Nueva York.Pollack, quien se reunió el miércoles con los fondos buitres, deberá informar también sobre la opinión de los tenedores de títulos en default acerca de la posición que el país esgrimió ante el mediador en el encuentro del lunes último.En medios financieros estadounidenses se especuló con que Pollack aún no transmitió al juez de la causa, Thomas Griesa, el pedido de Argentina de permitir los pagos y el desbloqueo de los 539 millones que el país depositó para pagar a los tenedores de títulos reestructurados. Griesa deberá resolver también sobre el pedido argentino de que se aclare, legalmente, si la posibilidad de un pago voluntario a los fondos buitres por orden judicial no habilita juicios de los restantes bonistas que participaron en el canje.En el encuentro del lunes último, Kicillof le planteó a Pollack la necesidad de levantar la medida cautelar para que los tenedores de bonos reestructurados puedan cobrar sin riesgo de embargo. “Se les acaba el tiempo”La American Task Force Argentina (ATFA), un grupo de lobby de los fondos buitres, consideró que los “líderes” de la Argentina “deberían juntarse con sus acreedores en una negociación y evitar un default catastrófico”, y advirtieron que “el tiempo se está acabando para el país”.A través de una solicitada, indicaron que “es hora de negociar” y aseguraron estar “listos” para hacerlo.Alertaron que “al negarse a negociar, los líderes de la Argentina están eligiendo el default. Tratan de culpar a los acreedores y a los jueces por sus problemas, pero sólo el país puede tomar las medidas necesarias para evitar el default”.También indicaron que “el deseo expresado por el Gobierno de una negociación justa, equitativa y legal es, en realidad, una cortina de humo”.Según ATFA, los “beneficios para la Argentina” de una negociación “serían enormes”:• Una baja de hasta 70 mil millones de dólares en los costos de interés en los próximos diez años.• Ahorros anuales de hasta 825 millones de dólares para las provincias argentinas.• Ahorros anuales de hasta 2 mil millones de dólares para las empresas argentinas.• Un alivio inmediato de la inflación.• El fin de la necesidad del cepo cambiario.





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