BUENOS AIRES (NA). Dos sujetos que fueron enjuiciados por matar a un comerciante de Quilmes en un intento de robo ocurrido el 3 de abril de 2011 fueron condenados a quince años de cárcel y a prisión perpetua, respectivamente.Gladys Maciel, tía de la víctima, Alejandro Pérez, consideró que “se hizo justicia” con ambos procesados y remarcó que ahora la familia espera tener “un poco de paz”.“Hoy dieron la sentencia a los asesinos de mi sobrino Alejandro, muerto hace tres años, cuando estaba en su negocio trabajando como lo hacía todos los días para mantener a su familia. Se hizo justicia porque al cómplice, de apellido Carísimo le dieron quince años y al asesino, de apellido Nievas, prisión perpetua”, sostuvo Maciel.La mujer, en declaraciones realizadas al portal Precinto 56, sostuvo que desean obtener de parte de “Dios, un poco de paz, sabiendo que esas lacras tampoco podrán estar con sus familias por lo que hicieron”.“Ale no podrá ver crecer a sus hijos y esos nos destruye. Pero doy gracias a todos los que en estos años nos acompañaron en este proceso tan pero tan doloroso. Estamos conformes con las sentencias y doy gracias a Dios y al tribunal para que mi sobrino pueda descansar en paz”, agregó Gladys.El asaltoEl 3 de abril de 2011 Ortiz, de 38 años, se encontraba en su comercio, un almacén situado entre las calles 894 y 838, donde estaba con su hijo, un amigo llamado Miguel Calderón y un empleado, cuando entraron dos ladrones.En ese momento, la víctima cargaba mercadería en uno de los freezers del almacén.El comerciante pensó que se trataba de un solo delincuente y forcejeó con él para resistir el robo, pero el otro asaltante le disparó.Sin embargo, el cuñado de la víctima dijo que el almacenero no se resistió: “No hizo nada y le pegaron tres tiros. Se habrán confundido porque estaba cargando la heladera”.Al caer el hombre muerto, los delincuentes huyeron sin concretar el robo, mientras que el resto de los presentes, incluido el nene de cinco años, resultó ileso.Según relataron en ese entonces los vecinos, los delincuentes se movilizaban en una moto Honda Storm 125 roja, sin patente. En el almacén hallaron un revólver calibre 32 largo, con siete proyectiles del mismo calibre, pertenecientes a Ortiz.De todas maneras, las fuentes policiales dijeron que la víctima no alcanzó a tomar el arma durante el robo.




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