POSADAS. Acunado con la herencia de la música en la sangre, atraído por melodías bien chamameseras y esa herencia que se va repitiendo de generación en generación, así es la vida del músico correntino Ariel Acuña, que por estos días recorre suelo misionero acompañado de su guitarra y su inmensa voz.En el marco de los festejos por el 30º aniversario del SiPTeD y en la Semana de la Independencia argentina, presenta canciones del disco “Días Nuevos”. Ya hizo su presentación el pasado martes 8 en la gala patriótica que se realizó en Bonpland, organizada por los núcleos educativos del SiPTeD y la Municipalidad local. Ayer estuvo en el acto por el 198º aniversario de la Independencia en la localidad de Guaraní, mientras que hoy formará parte de la peña folklórica en la sede central del SiPTeD, con la participación de alumnos de los talleres artísticos, el elenco estable y varios músicos invitados. Mañana brindará un recital en la sede del SiPTeD en Oberá, como adhesión al 86º aniversario de la localidad, que se cumplió ayer.De esos “Días Nuevos”Chamamé, rasguido doble y chamarritas forman parte del disco “Días Nuevos” que contó con la dirección musical, arreglos, piano, teclados y acordeón de su hermano Néstor Acuña. Mientras que en el bajo estuvieron Lalo Romero, Lucas Bianco y Juan Pablo Colombo; en guitarras rítmicas Ariel Acuña; violines y violas junto a Jorge Gordillo; violoncello de Antonio Macchiarola; percusión de Pochi Fernández, Horacio Cacoliris e Ismael Amestoy; en batería Diego Gandolfo; sikus y quenas de Luis Lamas; guitarras de Pedro Rossi, Germán Arriazu y Néstor Acuña. En los coros participaron Mariana Macchiarola, Fabiana Outon, Cristina Virtuoso, Claudia Madeo y los niños Rocío y Leonardo Acuña. Con dirección artística y producción general del autor Ariel Acuña.Su incesante labor lo llevó también a incursionar el mundo pedagógico, esa pasión docente lo pone frente a sus alumnos de canto y guitarra de los diferentes centros culturales barriales de Buenos Aires, ciudad en la que vive desde hace muchos años. Acompañado de su hija, Rocío Ayelén, conquistan escenarios y brindan toda esa pasión de la familia Acuña. Haciendo de ese modo un homenaje a su padre, Ramón “El Montaraz”, quien fue el cultor de esa gran pasión: la música. Ariel que lleva el canto como bandera desde los siete años, siente que su legado hoy lo lleva su hija y así continuará su música.





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