POSADAS. Los tres últimos detenidos por el homicidio de la joven Marina Da Silva, cuyo cuerpo apareció dentro de un pozo con agua en Nemesio Parma, fueron trasladados ayer al Juzgado de Instrucción 6, donde los aguardaba el juez Ricardo Balor para tomarles declaración indagatoria.El amante de la víctima, llamado Juancho, y su amigo “Pili” hicieron uso de su derecho de defensa para desvincularse del crimen: habrían dicho que no tuvieron nada que ver.El otro sospechoso, conocido como “Tati”, dueño de la vivienda donde funcionaba la olería y supuesto escenario del asesinato, se abstuvo de prestar indagatoria.Tras su paso por el Juzgado interviniente, fueron reconducidos a su lugar de detención. Estas tres personas, junto a Franco Ramos, el concubino de Marina Da Silva, están imputadas del delito de “homicidio simple”.Fuentes consultadas por PRIMERA EDICIÓN indicaron que la prisión preventiva para los cuatro es solamente una cuestión formal. El amante, su amigo y el dueño de la casa donde habría ocurrido el crimen fueron detenidos el sábado por efectivos de Homicidios de la Policía de Misiones.Los investigadores llegaron a ellos a través del testimonio de testigos y pericias llevadas adelante por la Policía Científica. La principal teoría, en torno a lo que pudo haber ocurrido, es que los tres hombres detenidos el sábado habrían participado en una fiesta sexual con la víctima, en el domicilio de “Tati”, ubicado en el mismo terreno donde funcionaba la olería.En determinado momento habría arribado el concubino, que buscaba a la joven hacía doce días, después de que ella abandonara la casa, y fuera de sí la mató a golpes.Esa es la hipótesis de mayor fuerza que maneja la Justicia. Cometido el homicidio, se supone que el concubino, quizás con ayuda de alguno de los mencionados, trasladó el cadáver hasta el paraje Bauer, en Nemesio Parma, para lanzarlo al interior de un pozo con agua.Para que el mismo no flotara con rapidez, lo ataron a una roca de unos treinta kilos aproximadamente. Lo cierto es que algo pasó dentro de la vivienda de “Tati”. De hecho, la prueba de luminol detectó una apreciable cantidad de sangre en el baño de la construcción.“Encubrimiento, colaboración o lo que sea. Algo pasó en la olería”, le dijo a este Diario un detective con respecto a la causa, que generó conmoción en la zona.El arresto de estos tres sospechosos se produjo cuando el resultado de las pruebas de ADN aún no llegó a manos del juez Balor.Sangriento hallazgoMarina fue vista por última vez con vida el jueves 19 de diciembre de 2013. Desde entonces su paradero era un misterio, hasta que alrededor de las 12 del martes 31 de diciembre, a horas de que finalice el año, su cuerpo apareció masacrado en un pozo de agua cercano a la casa que compartía con Ramos y la hija de la pareja, de apenas 2 años.Las pericias confirmaron lo peor. Marina había sido atada de pies y manos con cables. El o los asesinos la sujetaron a una piedra de 30 kilos y arrojaron al pozo con el fin de hacerla desaparecer. La autopsia reveló que murió por traumatismo y fractura de cráneo. Además, que no fue violada.Desde la Policía, el Juzgado de Instrucción 6 y la Saic se inició una investigación que acabó con la detención de Ramos, ya que en la casa de la pareja se hallaron rastros de sangre, principalmente en un balde con agua y prendas de vestir, como si se hubiese intentado eliminar evidencia. Al joven se le dictó prisión preventiva y fue formalmente imputado por “homicidio simple” a principios de mayo pasado.Sin embargo, eso no fue todo. Las pruebas de luminol también dieron positivo en el baño de la casa de “Tati”, razón por la que se sospechaba de otros implicados.





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