FRANJA DE GAZA, Territorios Palestinos (Agencias y diarios digitales). El ejército israelí mató a doce palestinos ayer en una amplia ofensiva aérea contra el movimiento Hamas en la franja de Gaza, y se plantea una operación terrestre para atajar los disparos de cohetes desde ese territorio.Desde el comienzo de su operación “Protective Edge” (“Barrera protectora”), el lunes a medianoche, la aviación israelí efectuó decenas de ataques en la franja de Gaza, feudo del movimiento islamista.“El objetivo es golpear a Hamas y reducir el número de cohetes disparados contra Israel”, dijo este martes un portavoz militar.Un alto funcionario israelí que pidió el anonimato confirmó que “el ejército se está preparando para todos los escenario posibles, incluyendo una invasión o una operación terrestre”. El Gobierno ya autorizó a las fuerzas armadas a movilizar a 40.000 reservistas en caso de operación terrestre.Según fuentes médicas palestinas, las incursiones se han cobrado este martes doce muertos y más de 70 heridos en el enclave.La primera víctima se registró al oeste del campo de refugiados de Nuseirat, en el centro de la franja. Más tarde, otros cuatro palestinos, entre ellos un responsable del brazo armado de Hamas, murieron en la ciudad de Gaza, también en el centro del territorio.Por la tarde, un nuevo ataque israelí dirigido contra una casa acabó con la vida de siete palestinos en Jan Yunis, el sur de la franja, e hirió a 25 más.En un comunicado, el presidente palestino, Mahmud Abas, ha exigido a Israel que ponga fin “de inmediato” a su campaña, y a la comunidad internacional que intervenga “para detener la peligrosa escalada que podría provocar más destrucción e inestabilidad en la región”.Aunque según una fuente cercana al primer ministro Benjamin Netanyahu, citada por la radio militar, éste va a ordenar una “ampliación significativa” de la operación en curso y va a pedir al ejército “que se quite los guantes”.Un portavoz de Hamas, Sami Abu Zuhri, advirtió a Israel que está “jugando con fuego”, y que pagará por la campaña en curso.La nueva espiral de violencia, la más grave desde noviembre de 2012, tiene su origen en el secuestro el 12 de junio de tres estudiantes israelíes en Cisjordania, cuyos cuerpos sin vida fueron hallados unos días después. Poco después, un adolescente palestino fue raptado y quemado vivo en Jerusalén.Un portavoz militar, el general Moti Almoz, dijo a la radio que han recibido órdenes del Gobierno de “golpear duro a Hamas”, en una operación que se desarrollará “por etapas”.También confirmó que Israel se plantea una ofensiva terrestre. “Todas las opciones están sobre la mesa (…) Hay dos brigadas preparadas, estacionadas actualmente alrededor de la franja de Gaza, y en los próximos días llegarán más”, explicó. A lo largo de la frontera entre Israel y la franja de Gaza, la AFP vio decenas de tanques concentrados.“Estamos dispuestos a librar una batalla contra Hamas que no terminará en unos pocos días. El ejército proseguirá su ofensiva de forma que Hamas va a pagar un precio muy alto”, advirtió el ministro de Defensa, Moshe Yaalon.Según el ejército israelí, 33 cohetes lanzados desde Gaza cayeron en el sur de Israel este martes, sin causar víctimas. En total fueron lanzados cerca de 300 proyectiles en las últimas tres semanas.El goteo de cohetes ha sido condenado por Washington y Bruselas.“Condenamos con firmeza el disparo continuo de cohetes hacia Israel, y apoyamos el derecho de Israel a defenderse de estos ataques”, dijo la portavoz del Departamento de Estado norteamericano, Jennifer Psaki.En una visita al sur de Israel, el embajador de la UE Lars Faaborg Andersen expresó la “plena solidaridad” de los 28 con los habitantes israelíes de la zona.Por precaución, este martes estaban cerradas las escuelas y las colonias de vacaciones situadas en un radio de 40 kilómetros alrededor de Gaza.Por otro lado hubo nuevos altercados en Jerusalén este, de mayoría árabe, y en las localidades árabes del norte de Israel, donde sigue encendida la cólera por la brutal muerte del joven palestino.Treinta y nueve manifestantes fueron detenidos la madrugada del martes, según la policía. En total, unas 300 personas han sido detenidas en disturbios ocurridos desde el asesinato del muchacho palestino el 2 de julio.ContextoLa chispa que encendió esta vez el polvorín fue el secuestro, el 12 de junio, y posterior asesinato de tres jóvenes israelíes cerca de Hebrón. Sus cadáveres fueron encontrados el 30 y dos días después ultraderechistas judíos secuestraban y quemaban, en venganza, a un adolescente palestino en Jerusalén.Las acciones israelíes de castigo en forma de redadas, centenares de detenciones en Cisjordania y ataques aéreos contra Gaza se han intensificado a medida que el brazo militar de Hamas ha recurrido a una de las pocas armas que tiene, los cohetes, para hacerse oír.Israel cree que Hamas cuenta hoy con unos 10.000 cohetes, incluidos algunos que pueden alcanzar el centro económico del país, Tel Aviv. “Con su respuesta balística, Hamas trata de recuperar la influencia perdida entre los palestinos y en la región”, señala el analista israelí Alex Fishman.Los dirigentes israelíes, divididos como siempre, justifican la respuesta militar, bautizada con otro nombre para los manuales de propaganda -Margen Protector-, como inevitable para frenar el terror, restablecer la disuasión y detener los misiles.Como en 2.000, la escalada sucede a otro fracaso en las negociaciones de paz y a medidas unilaterales de las dos partes consideradas hostiles por el adversario.De los acuerdos de Oslo prácticamente no queda nada, la desconfianza no ha dejado de aumentar y la posibilidad de una solución de dos estados basada en el intercambio de paz por territorio, el talismán que ha mantenido viva la esperanza desde mediados de los 70, cada día es más irrealizable por los hechos consumados sobre el terreno.En su carta del lunes al diario “Haaretz”, Mahmoud Abbas destacaba la imparable expansión de los asentamientos, en los que, según el presidente palestino, Israel ha construido 55.000 nuevas viviendas en los últimos nueve meses.La pregunta inevitable ahora es si, como en 2.000, los palestinos -debilitados por el hundimiento de los Hermanos Musulmanes en Egipto, el acercamiento entre Irán y los Estados Unidos y las guerras de Siria e Irak- responderán con otra intifada igual o más letal que la segunda, en la que murieron unos 3.000 palestinos, unos 1.000 israe
líes y 64 extranjeros.Si se produce, la chispa de la nueva intifada también recuerda mucho lo sucedido hace catorce años, cuando un niño palestino, Ahmed, elevado después a los altares del martirio por su pueblo, fue acribillado a balazos en los brazos de su padre en un tiroteo de soldados israelíes contra manifestantes y, pocos días después, dos reclutas israelíes que se habían extraviado con su vehículo en una carretera de Cisjordania eran detenidos y degollados en una comisaría de policía palestina por una turba enloquecida que arrojó sus cadáveres por la ventana.El fracaso de la mediación estadounidense más importante de la historia, con más de 40 encuentros del secretario de Estado, John Kerry, con Abbas, y más del doble con los dirigentes israelíes; la incorporación de la Autoridad Palestina a varias organizaciones internacionales en los últimos meses y el acuerdo de unidad entre el presidente palestino y Hamas, que sigue en las listas israelí, estadounidense y europea de grupos terroristas, han liquidado las últimas oportunidades de paz.





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