CORRIENTES. La ganadería, el “fuerte” de la economía correntina, es el sector que indudablemente viene sufriendo con mayor intensidad el impacto de las inundaciones que ocasionan los desbordes del río Uruguay, donde se estima que más de 300 mil cabezas están inmersas en las hectáreas afectadas.De acuerdo a datos relevados desde el Ministerio del Agro y Turismo de Corrientes, las afluentes del Uruguay arrasaron indiscriminadamente en los últimos 60 días sobre franjas completamente productoras de la provincia, donde no hay la más mínima certeza de que las inundaciones no avancen con una creciente más en los próximos días, y los productores comienzan a lamentar pérdidas que quizás sean irrecuperables en el corto tiempo. “Llevamos en algunas localidades ya 1.200 milímetros en lo que va del año. Sigue lloviendo y ya van alrededor de 400 mil hectáreas bajo agua tan solo en la zona norte de la provincia, con unas 300 mil cabezas de ganado dispersas en toda la región”, afirmó a PRIMERA EDICIÓN el titular de la cartera agraria correntina, Jorge Vara, visiblemente consternado por el impacto de las inundaciones sobre millonarias producciones en su provincia, desde la agricultura, la ganadería e incluso miles de familias que tuvieron que ser evacuadas a lo largo de las últimas semanas.¿Cuál es el panorama productivo en Corrientes tras las inundaciones?De acuerdo a las evaluaciones que tenemos, está claro que estamos en una emergencia ganadera. No debería afectar a la actividad agrícola por la época, porque nuestros cultivos son primaverales-estivales y no está coincidiendo con épocas de producción. Pero esto de la creciente fue de menor a mayor y avanzó sin compasión sobre gran parte de la provincia, causando estragos, daños sobre la ganadería, y ahí sí que nosotros venimos muy complicados.Esta afectación no es solamente en zonas ribereñas, estamos hablando de las islas Apipé y ahora estos desbordes recientes sobre la costa del río Uruguay. Estamos hablando de impactos negativos de las inundaciones que ya venimos arrastrando desde el verano, de los excesos de lluvia en las zonas de la cuenca del Riachuelo de Santa Lucía (en la zona norte). Llevamos en algunas localidades ya 1.200 milímetros en lo que va del año. Sigue lloviendo y van alrededor de 400 mil hectáreas bajo agua en la zona norte de la provincia, con unas 300 mil cabezas.Las cabezas las tenemos contabilizadas de formas distintas en afectaciones. Por ejemplo, en la costa del río Uruguay estimamos alrededor de 60 mil cabezas afectadas pero en muy corto tiempo, de manera que si el río continúa su bajante, las cosas van a mejorar el panorama. Pero es muy difícil presagiar lo que va a ocurrir porque la naturaleza cada vez nos va sorprendiendo más con los vaivenes que sufre. De un tiempo a esta parte venimos afrontando inundaciones, granizos, sólo por mencionar algunos de los fenómenos, pero en la región en la que estamos, las sorpresas se pueden dar en tan corto tiempo con un impacto mayor.¿Cuál es el nivel de afectación en la zona de la Isla Apipé?En la zona de la Isla, la afectación ha sido fuerte y el río se mantiene en niveles más o menos altos. Pero continúa bastante la afectación, mucha hacienda que cruzó, de las cuales serían alrededor de 10 mil cabezas en la isla. En la zona de islas de centro -sur, serían las ubicadas frente a Goya y Esquina, si bien algunas de ellas pertenecen a la provincia de Santa Fe, la hacienda y los productores son correntinos y están inscriptos en Corrientes. A su vez, hacen el pastoreo transitorio en la isla alrededor de 50 mil cabezas aproximadamente. Con respecto a la zona norte de la provincia me refiero a los departamentos de Itatí, Verón de Astrada, San Miguel y zonas abyacentes de la localidad de Itá Ibaté. Son aproximadamente unas 360 mil hectáreas con más de 300 mil cabezas. Lo que no quiere decir tampoco que las 300 mil cabezas no tengan pastoreo, pero son hectáreas con diferentes magnitudes de afectación. ¿Se pueden cuantificar las pérdidas económicas hasta la fecha?Es difícil cuantificar porque además depende del tiempo. El tema de la emergencia es así: se viene una tormenta, vuelan galpones en algunas zonas y es lo que impulsa a salir a realizar una evaluación, cuántos metros cuadrados se han visto afectados y si arroja estimativamente una pérdida de 20 millones de pesos; es una situación. Pero esto es diferente, porque en realidad persiste el problema. No sabemos cómo siguen los daños en la costa del Uruguay. En principio, no deberían ser tantos, en la medida que el Uruguay continúe bajando, pero donde viene siendo más larga la problemática es en el norte de la provincia, donde están los esteros del Riachuelo, del de Santa Lucía; que sí son zonas donde estamos trabajando hace ya cuatro meses, lidiando con aguas que bajan y vuelven a subir. Allí sí tenemos daños mayores y hablamos de emergencia porque sabemos que la afectación está superando un 50% de la capacidad productiva. ¿Rige una emergencia en Corrientes?La Emergencia salió por una ley y es amplia y general. No es específica. Hay temas de infraestructura, alcantarillas afectadas, líneas de luces que cayeron, localidades con viviendas evacuadas. Detrás de esta situación está la ley nacional, un fondo para emergencia agropecuaria, que en este tipo de situaciones la ley provincial se anexa a la misma.Se está tramitando la emergencia ante la Nación, ante la Jefatura de Gabinete, arbitrar los medios como para cubrir el tema. La Comisión Nacional de Emergencia Agropecuaria funciona en el seno del Ministerio de Agricultura, que depende de Carlos Casamiquela. Ahí nosotros estamos concurriendo. ¿Tienen previsto realizar un remate para subastar parte del stock que estaría en zonas en peligro?Hemos suspendido la posibilidad de realizar el remate porque la compañía rematadora (sin aclarar cuál) no tenía certeza de que se venda bien (haciendo alusión al reciente remate realizado el pasado 2 de julio con una nueva edición del “Pro a Pro” en Gobernador Virasoro). Esto a pesar de que nosotros ya teníamos todo preparado para llevarlo a cabo.Obviamente nos hacemos cargo del movimiento de hacienda y también de comisiones como lo hacemos en una modalidad del remate de pequeños productores. Un sistema que hemos aplicado de un tiempo a esta parte, donde se comercializan alrededor de 1.000 cabezas habitualmente. Pero reitero que hemos suspendido sin fecha estimativa.De todas maneras, es una cuestión de opción, porque es imposible que todo lo afectado vaya a remate.
Sin embargo, será la posibilidad de que el productor pueda vender parte de su stock afectado. Cuando todo comenzóPara la vecina provincia el problema comenzó cuando a principios de junio Yacyretá abrió sus compuertas, ocasionando la abrupta inundación de la zona norte, donde justamente se halla la isla Apipé. Aguas abajo, la primera damnificada había sido la mencionada y turística isla correntina, que dicho sea de paso se encuentra no más que a 500 metros de la compuerta de la represa hidroeléctrica. En ese entonces se advirtió que la ribera del Paraná estaba en alerta. No pasaron muchos días para que ocurriera una situación similar con la apertura de las compuertas de la represa Barragem do Vacaro (sobre el río Iraní), en el Estado de Santa Catarina (Brasil), que invadió descontroladamente las aguas del río Uruguay: allí no se tuvo control sobre el impacto en las zonas costeras de Misiones y de Corrientes. Apipé es la primera localidad -situada aguas debajo de la represa- que nuevamente recibió la advertencia inmediata el 9 de junio pasado, que en esta oportunidad serían 50 mil metros cúbicos por segundo. Mucho más que en el 2013 (de acuerdo a los datos publicados por el diario Época de Corrientes), cuando en una fecha semejante pasaron 39 mil y afectaron seriamente a la isla. Hoy la inundación es una realidad y “la pérdida económica es inminente”.





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