BUENOS AIRES (NA). Los abogados que representan a la Argentina ofrecieron finalmente comenzar a negociar con los fondos buitres el pago de la deuda en una audiencia en la que el juez de Nueva York Thomas Griesa advirtió al país que no cambie el lugar de pago de los bonos y hasta dijo que el último discurso de la presidenta Cristina Kirchner no le generó “confianza”.Así, el anuncio del ministro de Economía, Axel Kicillof, de poner en marcha un mecanismo para lanzar un nuevo canje de deuda con jurisdicción argentina pareció perder rápido impulso, y terminó siendo víctima -al menos por ahora- de una dura reprimenda del magistrado norteamericano. “El swap de Kicillof viola las sentencias previas”, alertó Griesa en la audiencia, y el juez hasta calificó de “ofensivo” el último discurso por cadena nacional pronunciado por Cristina.“Argentina en los últimos doce años se ha reído de las sentencias judiciales, no quiero que se vuelva a reír de una sentencia judicial”, advirtió el magistrado, según declaraciones reproducidas por la agencia Reuters.La audiencia, de una hora y media, fue encabezada por Griesa y participaron no sólo los letrados de la Argentina -que habían solicitado la reunión- sino también los abogados del fondo NML de Paul Singer.Los abogados Hamilton y Jonathan Blackman, integrantes del estudio Cleary Gottlieb Steen & Hamilton (CGS&H), y patrocinadores de la Argentina, le informaron al magistrado que representantes del Gobierno negociarán en forma directa con los acreedores. Por esto, funcionarios argentinos viajarán a Nueva York para la reunión.Según los detalles que trascendieron, Griesa lanzó duros conceptos contra la Argentina y hasta llegó a manifestar que el discurso de la presidenta no le daba “confianza de un compromiso de buena fe para pagar todas las obligaciones de la República”.El juez adelantó que presentará una orden que establezca que la propuesta del ministro Kicillof de abrir un nuevo canje de deuda bajo ley argentina “viola” sus decisiones previas.Griesa había ordenado que el Gobierno le pague a los buitres 1.330 millones de dólares y la Corte Suprema estadounidense rechazó la apelación argentina para no realizar el desembolso.El magistrado neoyorkino sostuvo, no obstante, que “aquí hay que encontrar un mecanismo legal para que esto funcione”, con lo que dejó abierta la puerta para que las partes alcancen un acuerdo posible, pese a su permanente postura rígida hacia la Argentina.Ante la propuesta argentina de iniciar negociaciones, el abogado de los fondos Elliot y NML, Robert Cohen, respondió: “Si quieren hablar sobre un acuerdo, ellos ya saben dónde encontrarnos”.Theodore Olsen, representante del fondo NML, tomó la palabra y exigió a los delegados de la Argentina explicar cuál es la propuesta de pago, pero los abogados del país señalaron que recién será expuesta la semana próxima.Dos días después de la decisión de la Corte de los Estados Unidos de no tomar el caso judicial que enfrenta a la Argentina con los fondos buitres, el Gobierno se vio obligado a negociar, ante la inminencia de embargos contra bienes que el país tiene en el exterior y la posibilidad de caer en default.Durante la audiencia, Griesa advirtió también a los abogados de la Argentina que el posible canje anunciado por el Ministerio de Economía y cambio de domicilio de pago implicaría entrar en “desacato” con la sentencia judicial dictada por el magistrado y confirmada por la Cámara de Nueva York. Así podría negociarseMinutos antes de que empiece la reunión que convocó el juez Thomas Griesa, comenzó a circular con fuerza en Wall Street una fórmula para sacar al país del atolladero.La versión sostiene que Argentina podía ofrecer en la reunión hacer un pago ya mismo y en efectivo por 200 o 300 millones de dólares y acordar que el resto de los 1.500 millones de dólares que se le deban al fondo NML de Paul Singer se pagarán después de fin de año con bonos.De esta manera Singer cubriría de manera inmediata la inversión que hizo en bonos de la Argentina y el costo que le demandó pleitear contra el país.La Argentina por su parte liberaría el riesgo de default, podría pagar con tranquilidad el vencimiento del Discount del próximo 30 de junio y lo más importante: patearía la resolución final del pleito para después de fin de año, fecha en la que vence la cláusula Rights Upon Future Offers (RUFO), que le da derecho a los a otros acreedores a reclamar una solución similar a la que se ofrezca a Singer.





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