PUERTO IGUAZÚ. Los cuatro acusados de matar salvajemente a Porfirio Martínez (65), en una feroz contienda que tendría un trasfondo ligado a la posesión de tierras recibieron la prisión preventiva y quedaron formalmente acusados del sangriento homicidio que conmocionó a Puerto Iguazú.Así lo pudo confirmar PRIMERA EDICIÓN en base a sus fuentes, quienes agregaron que entre los cuatro sospechosos se encuentra una mujer que permanece bajo prisión domiciliaria, ya que tiene un hijo de pocos meses de vida.La resolución fue adoptada en las últimas horas por el magistrado Juan Pablo Fernández Rissi, al frente del Juzgado de Instrucción 3 de la Tercera Circunscripción Judicial, con asiento en Iguazú, quien de esta manera imputó a los cuatro sospechosos, que quedaron formalmente sujetos al proceso.Sobre los tres jóvenes, trascendió que permanecen alojados en la Unidad Penal III del Servicio Penitenciario Provincial, con asiento en Eldorado, apartados del resto de la población del complejo carcelario.La Justicia entendió que las pruebas recolectadas en el expediente hasta el momento son más que suficientes para imputar a los cuatro detenidos por el hecho. En un principio habían sido nueve los apresados, pero con el transcurrir de la causa solamente quedaron bajo el ojo de la tormenta los cuatro sindicados.El crimen de Martínez sucedió alrededor de las 21 del sábado 8 de febrero sobre calle Estanislao López del barrio 25 de Mayo, en la zona conocida como “prechacra”.En ese lugar, la víctima cavaba un pozo en compañía de su hijo de 18 años y la mujer de éste, de 32, cuando al lugar arribó una patota compuesta por entre 10 y 12 personas que lo ultimó a golpes de puño, patadas, machetazos y puñaladas.En declaraciones ante la Justicia, los dos principales testigos del hecho describieron el “caos” que se vivió en la escena y que terminó en el trágico crimen. Coincidieron en que Martínez increpó a la patota, a la que acusaba de haberle usurpado un terreno de la zona y, además, de haberle prendido fuego la casa días atrás en lo que habría sido una clara amenaza.Entonces, el grupo de irascibles primero atacó a los presentes arrojando botellas, palos y piedras. Después, entraron al terreno y golpearon salvajemente a Martínez. El abuelo cayó boca abajo y ahí uno de los “patoteros” le clavó un puñal en la espalda. Luego otro tomó una pala y lo golpeó violentamente dos veces en la cabeza.Los testigos no dudaron e identificaron a uno de los detenidos, de nombre Guillermo, como el autor de esos últimos “golpes de gracia”. También aseguraron que la mujer ahora imputada fue parte de la impresionante gresca. Ambos recibieron la prisión preventiva y permanecen seriamente comprometidos con el sangriento hecho por el que los familiares de Martínez reclaman justicia.





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