WASHINGTON, Estados Unidos (AFP-NA). El secretario de Estado estadounidense John Kerry dijo estar dispuesto a una cooperación con Irán, tradicional enemigo de Washington, para atender la situación en Irak.“No descartaría nada que fuera constructivo”, dijo Kerry a Yahoo News. Asimismo, dijo que ataques con drones eran una opción para detener el avance de los yihadistas en Irak. El jefe de la diplomacia estadounidense precisó que el presidente Barack Obama realiza “un examen minucioso de cada una de las opciones a disposición”, incluyendo los ataques con drones.Kerry admitió que los drones no pueden ser la “única respuesta, pero bien podrían ser una de las opciones importantes para detener el avance de personas que se desplaza abiertamente en convoys y camionetas aterrorizando a la población”.Añadió que Estados Unidos, que se retiró militarmente de Irak en 2011, estaba “profundamente ligado a la integridad” territorial de ese país.Estados Unidos e Irán son aliados del Gobierno iraquí del primer ministro Nuri al Maliki, aunque entre ellos no tengan relaciones diplomáticas directas desde hace 34 años.“Veamos lo que hace o no hace Irán antes de pronunciarnos”, atenuó el jefe de la diplomacia estadounidense.Obama ya había indicado el viernes que decidiría en los próximos días qué actitud adoptar ante el avance de los yihadistas del Estado Islámico de Irak y el Levante (EIIL).El mandatario adelantó que estudiaba “un abanico de opciones para sostener las fuerzas de seguridad iraquíes” sin mencionar los ataques aéreos, una posibilidad pedida por legisladores de la oposición en Estados Unidos.La feroz ofensiva yihadista parece haber tomado por sorpresa a los líderes iraquíes y a Washington, alimentando temores de una nueva guerra civil sectaria entre sunitas y chiítas en el país.“Esto amenaza la estabilidad de la región. Es obviamente una amenaza existencial para el propio Irak”, afirmó Kerry.Conversaciones al margenEl subsecretario de Estado norteamericano William Burns podría conversar sobre la situación en Irak con responsables iraníes durante las negociaciones sobre el programa nuclear iraní iniciadas este lunes en Viena, indicó un responsable estadounidense. Burns, quien mantuvo negociaciones secretas con Irán en 2013, se desplazó a la capital austríaca “principalmente para las negociaciones tripartitas” sobre el programa nuclear entre Irán, Estados Unidos y la Unión Europea, indicó este responsable que pidió el anonimato.Sin embargo, el subsecretario de Estado “podría mantener algunas conversaciones” sobre Irak al margen de las negociaciones nucleares del grupo 5+1 (Estados Unidos, China, Rusia, Reino Unido, Francia y Alemania), precisó.Situación en el frenteLas fuerzas de seguridad iraquíes aseguraron el domingo haber “retomado la iniciativa” con el control de dos ciudades al norte de la capital y con el asesinato de 279 insurgentes.Asimismo, los soldados iraquíes repelieron un asalto de insurgentes en la estratégica ciudad de Tal Afar, a 380 kilómetros al noroeste de la capital y a un centenar de kilómetros de la frontera siria.Sin embargo, varios responsables y un habitante de la ciudad indicaron el lunes que los insurgentes penetraron en la ciudad y, según un responsable, tomaron el control.Unas 200.000 personas, es decir, la mitad de la población total del área de Tal Afar, huyeron, según un responsable que reclamó ayuda internacional.Los yihadistas sunitas del EIIL, que intentan ahora avanzar hacia Bagdad, indicaron que mataron a 1.700 soldados chiítas, una reivindicación no confirmada por fuentes independientes, pero calificada de “horrible” por Estados Unidos.Las autoridades anunciaron por su parte el sábado un plan de seguridad para defender Bagdad y miles de ciudadanos se presentaron voluntarios para luchar contra los insurgentes en respuesta al llamamiento del Gobierno y del principal ayatolá chiíta, Ali al Sistani.Kurdos a cargo de la defensaSi en Mosul los soldados del Ejército iraquí lucharon durante cinco días antes de retirarse ante el avance yihadista, aquí, a las afueras de Kirkuk, se marcharon sin que haya noticias de que fueran hostigados. “Vinimos porque los civiles estaban saqueando el lugar”, asegura el coronel Fahed Sahim Misuri, de los Kurdos peshmergas. La rápida intervención de estas fuerzas kurdas también ha puesto a salvo las instalaciones petroleras al oeste.“Todas las plantas petroleras, desde Dibis (en el límite con la provincia de Erbil) hasta Kirkuk, están protegidas”, declara el coronel Kaka Bara Ramadan Ahmad, responsable de inteligencia de la Fuerza de Protección de Instalaciones (FPI) en la provincia que se disputan árabes, kurdos y turcomanos.La FPI, un cuerpo policial creado para proteger las infraestructuras estratégicas, depende del Ministerio del Interior. Significativamente, encuentro al coronel Kaka Bara en las oficinas de la Unión Patriótica del Kurdistán (UPK, uno de los dos grandes partidos kurdos) en Kirkuk. El oficial reconoce la ayuda que les han prestado los peshmergas.“Han establecido un perímetro defensivo a 15 kilómetros alrededor de las instalaciones para evitar que nos alcancen los obuses del EIIL”, explica. Aun así, el viernes los insurgentes atacaron el campo de Khabbaz. “Les hicimos huir hacia Hawija”, asegura el coronel Kaka Bara.Evitar cualquier infiltración que provenga de esa ciudad es clave para las tropas kurdas instaladas en el cuartel de Kaiwan tras la huida de la 12ª división del Ejército. Un mal augurio para AfganistánEl caos en Irak, país que Estados Unidos abandonó en 2011, podría ser un mal augurio para Afganistán, dos años y medio antes del retiro militar completo de los estadounidenses, señalaron analistas a la AFP.A pesar de las diferencias entre Irak y Afganistán, los dos países monopolizaron el aparato militar de la primera potencia mundial durante más de una década y actualmente ambos se ven amenazados por poderosas insurrecciones islamistas.Tras meses de titubeos, el presidente Barack Obama estableció a fines de mayo un calendario para el retiro militar de Afganistán.Washington mantendrá 9.800 soldados después de 2014, antes de un retiro completo a fines de 2016 -al final de la presidencia de Obama- con el objetivo de dar vuelta la página a las guerras iniciadas tras el 11 de septiembre. Aunque ello depende de que el presidente afgano rubrique un acuerdo bilateral de seguridad (BSA, por su sigla en inglés) negociado desde hace meses entre Kabul y EEUU.Un texto similar no pudo ser firmado entre Bagdad y Washington, y los estadounidenses se retira
ron completamente de Irak el 31 de diciembre de 2011. No obstante, continuaron destinando millones de dólares a equipar y formar a las fuerzas armadas iraquíes, que se hundieron ante la fulgurante ofensiva del Estado Islámico en Irak y el Levante (EIIL).Muchos observadores consideran que “Al Qaeda en Irak, de ahora en más rebautizada EIIL, había sido diezmada, decapitada, abatida por el envío de refuerzos masivos” estadounidenses en 2007, recuerda Bruce Riedel, de la Brookings Institution.Pero el potente surgimiento del EIIL en Irak “constituye un mal augurio” para cuando las fuerzas afganas se vean solas ante los talibanes, sostiene el experto.“Una de las lecciones (de Irak) a aprender para Afganistán es estar listos a dar un golpe externo”, estima Christopher Chivvis, politólogo del centro de investigación Rand Corporation.De hecho, en el caso de Irak, los combatientes del EIIL se fortalecieron en la vecina Siria, donde ganaron reputación por su brutalidad, a tal punto de que fueron excluidos de Al Qaeda.





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