ELDORADO. Una vez más el Festival Latinoamericano de Títeres “Tatá Piriri” cerró exitosamente un ciclo y, al compás de la batucada de la murga titiritera se despidió el XVI encuentro.Omar Holz, el “papá” de estas jornadas en Eldorado, se mostró muy contento y conforme con la participación, tanto de los grupos participantes como del público que concurrió a todas las obras presentadas.En esta oportunidad, como condimento especial, se preparó en el hall de entrada al Circulo Médico un atelier en el que artistas locales dejaron sus huellas a través de la pintura. Estas obras, luego de la muestra, fueron subastadas entre el público presente, dando a los artistas la posibilidad de mostrar por primera vez sus obras en un evento tan importante.“Esto sirve también para dar oportunidad a artistas super talentosos que no encuentran la oportunidad o les falta el empuje o el apoyo para realizar sus presentaciones y acá en el Tatá Piriri también sirve para esto”, explicó Holz.“La característica de este año creo que fueron los colores a través de los muñecos gigantes nuevos, las obras de arte de los artistas plásticos, todo fue muy mágico”, agregó Omar Holz.A pesar de la situación económica, el mal tiempo la inundación de los puentes, todo se realizó de manera impecable, más allá de haberse reprogramado algunas obras. “Teníamos nuestras dudas sobre qué ocurriría pero todo salió de maravilla como siempre.”Para el próximo año, el creador del Tatá dijo que “ya estamos planeando un montón de cosas, varias ideas para darle un toque renovado a pesar de que el formato del Festival siempre se mantiene, pero la idea es que siempre haya algo nuevo para presentar.”Para el cierre del festival estuvieron presentes sobre el escenario la Compañía Jaguá Pirú, de Eldorado, con la obra “El arroyo que cruza el monte”, y “Fantoches y Monalisas”, con la obra “Canturrio de Amor”.Las últimas chispas del tatá las dio la murga titiritera que le pone ritmo y alegría a todas las presentaciones desde hace varios años, haciendo bailar a grandes y chicos para despedirse hasta el año que viene con otra edición de este Festival de Títeres que ya lleva más de quince años y del cual los eldoradenses se han apropiado para desparramarlo por todos los rincones.





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