POSADAS. Accidente o atentado. Es lo que se pretende dilucidar de la caída del avión de la Gobernación en Puerto Iguazú el 30 de noviembre de 1973; que terminó con la vida de César Napoleón Ayrault, Juan Manuel Irrazábal, sus esposas, Susana Irrazábal (hija del mandatario) y Jorge Pirovani (piloto). La causa que tramita la Justicia federal con sede en Oberá a cargo de la magistrada Verónica Skanata (tras el retiro del juez federal Ramón Claudio Chávez con sede en la capital provincial); volvió a mostrar actividad. Esta vez, fue para ejecutar una pericia solicitada por los familiares de los exmandatarios para que se verifique si en los restos hay rastros de pólvora que confirmen la sospecha del atentado que vincula intereses de la Triple A.DesprolijoAlrededor de las 9 de ayer, en el cementerio municipal “La Piedad”, personal de la Gendarmería Nacional, de la Policía de Misiones, la fiscal federal Rosana Bogado y familiares se concentraron en el panteón de Irrazábal y Ayrault. Debieron aguardar un buen tiempo hasta que el operativo se puso en marcha. El juzgado habría olvidado avisar al cementerio que se desayunó de la movida judicial con el personal de Gendarmería. Y tampoco se previó el móvil para trasladar los féretros. Por lo cual, con camioneta policial misionera, hubo que realizar varios viajes.Para canalizar las tareas, la fiscal federal realizó varios llamados tratando de concretar lo pendiente. En el poco tiempo que tiene la causa a su cargo, los familiares la reconocen como una funcionaria predispuesta, a diferencia del anterior fiscal que terminó duramente cuestionado por la querella.Con el retiro de los ataúdes, ahora se espera el trabajo de los peritos antropólogos del Cuerpo de Antropología Forense de la Nación de la Corte Suprema, llegados a Misiones especialmente para buscar indicios del planteo de atentado denunciado. En principio, podrían estar tres días en Posadas, pero de no culminar las pericias, podrían llevar los restos a Buenos Aires hasta obtener alguna conclusión que aporte a la causa.Una novedad más tuvo ayer la causa: los abogados Eduardo Paredes y José Luis Rey aceptaron sumarse a la querella penal. “La pericia es muy importante”Presente en las actuaciones, Maia Ayrault (hija del exgobernador) explicó a PRIMERA EDICIÓN que “los cajones fueron llevados a la morgue judicial que funciona en el Baliña. Hay dos antropólogos que vinieron y se suma un especialista más de la Gendarmería. Aunque no tienen un plazo, cuando pidieron para venir lo hicieron por tres días los peritos. Según pudimos saber, tienen una metodología de trabajo: abrir cajón por cajón para hacer las pruebas”, explicó Maia.Destacó además “que esta pericia es muy importante. Salió ahora porque el juez Chávez nos congeló todo”. Pero sumó sus quejas a la forma en la que se procedió para llevarla adelante en el cementerio: “Mandamos notas a todos, logramos subsanar todo con la buena voluntad de mucha gente, pero no había nadie notificado. Nos damos cuenta que a nuestro tema no le dan ni valor ni importancia”, afirmó la hija del exgobernador Ayrault. Se refirió además a una novedad referida a los restos de los exmandatarios: “En su momento, en Iguazú, nos entregaron los cajones sellados y lacrados. Jamás pudimos ver si adentro estaban nuestros padres, ni Pirovani al suyo. Nosotros creeríamos que son ellos, por eso pedimos las hermanas Ayrault ver -aunque sea un minuto- qué hay dentro y cerrar así nuestro duelo, porque tenemos derecho a hacerlo. En el caso de la familia Irrazábal no quisieron hacerlo”, explicó. En los próximos días, con la participación plena de los abogados penalistas, se conocerán las nuevas estrategias de la querella.





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