SANTIAGO DEL ESTERO (Medios digitales). En agosto venidero se realizará en el Juzgado Federal de esta provincia el primer juicio por trata de personas, donde están imputados tres sujetos, acusados de “abuso de situaciones de vulnerabilidad, engaño, violencia y amenazas con el fin de la explotación sexual, agravado por haber sido cometido en forma organizada”. Fuentes federales indicaron que Carlos Horacio Cancino Franco; Samuel Emiliano Calderón y José Luis Luna serán sometidos a juicio oral en menos de 90 días. Están acusados de captar jóvenes desde la provincia de Misiones y trasladarlas a Santiago del Estero para obligarlas a prostituirse en whiskerías que fueron clausuradas cuando salió a luz el delito. Según se supo, Luna está acusado de ‘captar’ a las víctimas y luego alojarlas en una whiskería (Negro el 20) donde eran recibidas por Cancino Franco y Calderón. El primero era el dueño del lugar, mientras que el otro trabajaba como encargado. Las chicas allí eran obligadas a prostituirse. La investigaciónEl caso se inició en la provincia de Misiones, donde se realizaron varios allanamientos y secuestros. En forma conjunta, por la misma causa se allanó un hotel alojamiento en Santiago del Estero y en los domicilios particulares de los tres imputados. En marzo del 2012 el Juzgado Federal de Posadas se declaró incompetente, por lo que la causa cayó en manos de la Federal, con asiento en Santiago. El delito por infracción a la Ley 26.364, prevé una condena de más de 20 años de prisión. El coraje de una de las víctimasCabe recordar y tal como publicó PRIMERA EDICIÓN en su momento, que gracias al coraje de una misionera las autoridades pudieron desbaratar a la banda que se presume contaba con grandes y aceitadas ramificaciones y con numerosos integrantes. La mujer, de 35 años, fue llevada bajo engaños y falsas promesas laborales a Santiago del Estero -en febrero de 2012-, sin embargo, al llegar a esa provincia la obligaron a ejercer la prostitución y la mantuvieron cautiva, en condiciones infrahumanas. Veinte días después los malandras la trajeron a Misiones para que su familia no sospechara e incluso uno de los delincuentes se hizo pasar por su pareja. Cuando la mujer notó que intentaban secuestrar a sus dos hijas menores escapó y avisó en una comisaría, en Jardín América. A partir de allí hubo dos detenidos en suelo misionero y cinco en Santiago del Estero. Finalmente la Justicia Federal de esa última provincia llevó al “banquillo de los acusados” a solamente tres de los integrantes de la citada gavilla. Durante el juicio no se descarta que en base a dichos de testigos se pueda saber si hubo más víctimas oriundas de Misiones.





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