POSADAS. Nuevas y contundentes evidencias parecen ir cerrando el círculo en torno a los sospechosos de participar en la supuesta realización de fiestas sexuales en el Hotel Casino de Oberá. Es que los investigadores ahora tienen en sus manos fotografías de una de las menores que figuran en el expediente en una de las habitaciones del mencionado complejo hotelero, según reveló una fuente del caso.Esta adolescente es la hija de un sargento de la Policía de Misiones. Justamente en la investigación están sospechados dos altos oficiales de esa fuerza, que se cree están involucrados en las presuntas polifiestas, donde también están bajo la lupa integrantes de la comunidad china.La causa sigue avanzando a paso lento en el Juzgado de Instrucción 1, a cargo de la magistrada Alba Kunzmann de Gauchat.El inicio de la investigaciónCabe recordar que el hecho fue dado a conocer a la Policía a mediados de marzo pasado por Gendarmería, cuyo personal estaba investigando a mafiosos chinos. En medio de las pesquisas, los gendarmes detectaron la presencia de uniformados junto a supuestos hampones orientales y menores. La misma fuerza provincial inició una investigación y puso en conocimiento a la Justicia de los acontecimientos. La Secretaria de Apoyo a Investigaciones Complejas (Saic) incautó videofilmaciones del citado hotel y las comenzó a analizar. Dichas imagenes podrán establecer si los efectivos -ambos puestos a disponibilidad tras conocerse el escándalo- estuvieron presentes en reuniones sexuales con menores. Mientras tanto, fueron hallando indicios que daban cuenta de la presencia de las chicas. De esta manera uno de los casos comprobados fue el de la adolescente, de 16 años, que involucró y comprometió con su testimonio ante la Justicia a un comisario inspector de la Capital del Monte, del que pesan sospechas de ser el encargado de conseguir las jovencitas para las supuestas rondas de sexo y lujuria. A partir de esta “punta de ovillo”, se obtuvieron más evidencias, como ser la existencia de registros en los que se plasmó el ingreso de menores a dicho hotel, aunque con las edades adulteradas. Se sospecha que los orientales ingresaban a dicho complejo hotelero acompañados por señoritas, algunas menores de edad, y que eran los policías, quienes conseguían el servicio de las muchachas.¿Quiénes son los orientales?Fuentes de la causa confirmaron que los orientales que están bajo la lupa, son prósperos comerciantes de la zona ribereña del río Uruguay. Sobre ellos pesa la sospecha de que compartieron una misma habitación con al menos la menor que denunció en su momento al comisario de Oberá (el otro uniformado involucrado en la resonante causa es un comisario mayor de Aristóbulo del Valle).El conserjeOtra pista que siguen los pesquisas está relacionada con un empleado del hotel que figura en el expediente de la causa, ya que en base a indicios los investigadores no descartan que la jovencita que declaró en su momento, y posiblemente otras más, ingresaban al complejo con la presunta connivencia de un conserje del hotel, señalaron las fuentes consultadas.





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