POSADAS. De acuerdo a testimonios, el exprefecturiano detenido en el marco de la investigación por la masacre de Panambí, Pablo Julio Paz (51), conocía por su actividad de vendedor de madera a la pareja asesinada. “El se puso ‘meloso’ con mi mamá, nos vendía machimbre. Por esa actitud mi papá le dijo a mi madre que no quería que esa persona regresara. Fue hace dos o tres meses y recién estoy ‘cayendo’; ahora uno sabe que la intención era conocer la casa”, dijo Carlos “Nano” Knack (20), en declaraciones a la prensa. Fue tras la muerte de sus padres, el empresario maderero Carlos Knack (43) y su esposa Graciela Mojfiuk (42), como así también de su hermanita Bianca (12), hija de la pareja. Con el correr de los días, lo dicho por “Nano” cobra una relevancia que no es menor, teniendo en cuenta que despertó las sospechas de los pesquisas. ¿Acaso el exintegrante de la fuerza federal acudió al lugar con el objetivo de hacer inteligencia previa?La respuesta solamente se sabrá con el tiempo y con todas las evidencias sobre la mesa (ya sean declaraciones, pericias técnicas y forenses, entre otras). Pero la pregunta despertó un nuevo interrogante, que se podrá develar en las próximas horas. Tiene que ver justamente con esa presencia del exprefecturiano en el lugar del hecho una o más veces, donde se cree que tuvo el objetivo de “estudiar el terreno”, ya que a prima facie el móvil de la intrusión de la banda al hogar de la familia de Panambí era (en principio) el robo de 460 mil pesos. Con ese dato, la Justicia ahora se pregunta si los otros dos sospechosos detenidos, el chapista Marcial Alegre (45) y Juan Ramón Godoy (44), también estuvieron en la escena días o semanas previas al horrendo y conmocionante episodio. Por ello desde el Juzgado de Instrucción de Oberá, a cargo de la magistrada Alba Kunzmann de Gauchat, se ordenará en breve una rueda de reconocimiento. Durante la medida, los tres imputados por el triple homicidio desfilarán ante empleados que trabajaban para la familia masacrada. Los investigadores quieren dilucidar si los presuntos implicados se contactaron con Knack y su esposa en algún momento, quizás “turnándose” para merodear por la zona y de esta manera tratar de armar un cronograma preciso de los movimientos que hacía la familia. Más teniendo en cuenta si ya sabían, como se presume, que las víctimas tenían en su poder casi medio millón de pesos, producto de una reciente transacción comercial. Lo cierto es que muchos elementos siguen alimentando el terreno de las primeras hipótesis, y no desviándose hacia otras líneas investigativas. Es decir que una peligrosa gavilla ingresó a la vivienda de los Knack, les robó y luego les quitó la vida con saña. Hasta ahora todo indica que uno o más integrantes de la familia pudo haber reconocido a alguno de los asaltantes, y el costo fue impensado, horrendo. La masacre, donde también resultó con graves quemaduras Cristian (25), otro de los hijos de Knack, que actualmente sigue peleando por su vida en el hospital Madariaga, fue el pasado domingo 25 de mayo, a las 19.30. Se sabe que el VW Bora merodeabaTal como adelantó este Diario la Policía Científica cotejó los rastros de barro y capuera hallados en el chasis del VW Bora incautado en poder de dos sospechosos y, en base a un estudio de suelo del lugar, llegó a la conclusión de que ese coche estuvo en la escena del crimen. Ese auto, incautado durante los allanamientos simultáneos en San Javier, donde acudió la policía tras un llamado anónimo que se hizo desde un telecentro de Alem, sería propiedad de Juan Ramón Godoy pero lo utilizaba también el exprefecturiano Pablo Julio Paz, ambos detenidos en el marco de la investigación por el múltiple homicidio perpetrado en Panambí.Fueron varios los testigos que luego afirmaron haber visto a ese rodado merodear la zona donde residía la infortunada familia. No se descarta que los sospechosos pudieron utilizar el auto para ir estudiando todos los movimientos de las víctimas, en la previa al demencial episodio. Ahora la medida de rueda de reconocimiento ordenada por la Justicia permitirá establecer si algunos de los vecinos o empleados de los Knack observó a los detenidos al volante del VW Bora. “Tal vez lo utilizaron como parte de la logística para cometer el atraco, es algo que no se puede descartar y que forma parte de la investigación”, deslizó una fuente calificada a este medio.





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