POSADAS. Ante la tragedia, Néstor Knack se apoya en la fe. Junto a su familia, permanecía anoche en la sala de espera de la terapia intensiva del Hospital Madariaga a la espera por novedades en la situación de Cristian (25) y Bianca (12), sus sobrinos. En medio de la angustia, accedió a hablar con PRIMERA EDICIÓN.“Mi hermano era un tipo ejemplar, puede preguntarle a cualquiera que lo conocía. Nosotros nos criamos en la pobreza, perdimos a nuestro padre de muy chicos. Carlos se crió en la misera; sabemos lo que es ir a la escuela descalzo, pero nunca nos achicamos”, contó el hombre, conmocionado por los hechos.El hombre se refirió a su hermano “como un tipo de agallas, que empezó a ‘cinchar’ una cosechadora de té como si fuera un caballo, así empezó”, y relató que “en el hombro tenía tantos callos de llevar madera bajo el sol, que muchos no tienen siquiera en los pies”.Néstor contó que pese a esa infancia plagada de privaciones, su hermano logró salir adelante y años atrás abrió su propio aserradero “con ayuda de su suegra”. Por eso, agrega, “era un hombre que defendía lo suyo con garra; era un tipo que luchaba por todo, por lo que le costó, porque se crió de la nada, luchando hasta por el último ‘manguito’. Era un hombre duro pero de mano abierta ante la necesidad. Y defendía muy fuerte lo suyo”.Ese carácter es el que lleva a pensar al hermano que el maderero pudo haberse resistido ferozmente al asalto y que por eso los delincuentes se ensañaron con él, su esposa y dos de sus tres hijos.“Descarto completamente cualquier cosa extraña, cualquier ajuste de cuentas o algo así”, señaló en relación con una de las tantas hipótesis que se manejan, y reiteró: “que averigüen qué clase de persona era y se van a dar cuenta; somos una familia honrada por Dios”.En ese sentido, Néstor cree que “hubo resistencia a entregar el dinero por el que tanto trabajaron; fue directamente un robo, eso fue lo que vinieron a hacer”, sostuvo, sin poder contener las lágrimas.Sobre la investigación que llevan adelante las autoridades, el hombre, profundamente apoyado en Dios, se mostró convencido de que el brutal episodio será esclarecido: “creo que Dios va a sacar todo a la luz en poco tiempo. Le pido y clamo por la gente de la investigación, para que sean iluminados de una manera sobrenatural y den en el blanco; yo creo en el poder de Dios y sé que lo va a hacer”.Con respecto a los encargados de impartir justicia en el caso, Néstor Knack dejó un mensaje claro que apuntó también a que no vuelva a pasar algo así en la provincia. “Queremos que se haga justicia. Si hay alguien responsable de la justicia humana, que piense que esto también le puede pasar a él, a sus hijos, a su familia. Nadie está exento”, subrayó.El hombre también habló sobre el estado de salud de sus sobrinos y aseguró que Cristian (25) “está luchando por su vida, el informe dice que tiene un 50% del cuerpo quemado; está estable y con posibilidades de sobrevivir, pero nada está dicho. Y Bianca está muy mal, con muchas quemaduras; luchó y está agonizando por la vida”.Ante la gravedad de las lesiones, Néstor pidió porque “toda la familia cristiana esté orando para que ellos salgan adelante, para que puedan recuperarse y contar cómo fue y todo lo que pasó”.Finalmente, al borde de las lágrimas y en una muestra de profunda fe cristiana, aseguró que perdonó a los autores del hecho y que confía en la justicia divina: “Oscar y la esposa fallecieron, están juntos, Dios se los llevó, eran una pareja ejemplar. Nosotros tenemos mucho dolor en el corazón, pero yo ya perdoné a los que hicieron esto. Dios puso paz en mi corazón, sólo así puedo dar hoy este reportaje. Y ellos van a tener que rendir cuentas ante Dios. Van a tener que confesar con sus labios lo que hicieron y por qué lo hicieron”.





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