POSADAS. Los investigadores jamás se apartaron de la teoría de que el asesino de Lucía Maidana pertenecía a su entorno. O que al menos la conocía. A más de un año del crimen, perpetrado el 6 de abril de 2013, siguen en ese rumbo. Ahora aparece un joven vinculado a la hermana de la víctima, Felicitas Maidana. Si bien por el momento no se puede catalogar de sospechoso, la Justicia quiere saber dónde estuvo la noche del aberrante homicidio.Según pudo averiguar PRIMERA EDICIÓN, hay datos genéticos de este hombre que coinciden con los del feroz homicida. Por ende, no se trata de una identidad desconocida para los detectives. Estuvo entre los diez jóvenes, conocidos de las hermanas, que debieron someterse a una prueba de ADN. Así es como la Justicia cuenta con su patrón.El gran obstáculo de esta causa es que la muestra genética colectada en el escenario del hecho no es completa, falta una celdilla, razón por la que no es posible cotejarla en un 100% con la de cualquier sospechoso. No obstante, la coincidencia de muchas celdillas llevó a los detectives a seguir el rastro de este muchacho.La hipótesis de que el autor de semejante barbaridad era conocido de Lucía llevó a los investigadores incluso a replantearse si ella hubiera tenido relaciones consentidas. No trascendió el resultado de esa línea de investigación, pero el asesino sigue sin aparecer. También es cierto que la Justicia jamás dejó de trabajar en el caso.Fuentes de la causa indicaron a este Diario que podría haber importantes novedades en las próximas horas, aunque evitaron brindar mayores precisiones.Lucía Maidana fue asesinada el 6 de abril de 2013 en el interior del departamento que ocupaba en el barrio Villa Urquiza.La autopsia determinó que tenía al menos tres mazazos en la cabeza y que aún estaba viva cuando prendieron fuego al cuerpo, aunque las llamas no alcanzaron a ramificarse completamente por ella ni por el departamento.El caso trascendió primero como un incendio, pero rápidamente viró hacia un homicidio perpetrado con ensañamiento y alevosía.Cuando la Policía arribó al lugar encontró a la joven estudiante sin vida, aunque con la ropa puesta. Lo curioso es que había sido sometida sexualmente. Esa, justamente, es una de las circunstancias que jamás terminó de cerrar en la mente de los investigadores. Tras la violación, el atacante volvió a vestirla. ¿Para qué? Minutos antes, Lucía se había comunicado con una amiga para salir aquella noche del 6 de abril de 2013. Un caso complejo e impune, que de resolverse marcaría un hecho histórico en la criminalística de Misiones. El ADNEn la causa que investiga la muerte de Lucía Maidana no hay otros sospechosos que aquellos que se sometieron a una prueba de ADN.No hay nadie además de ellos. Jamás apareció un sospechoso vinculado a una investigación que se aleje más allá del entorno de las hermanas Maidana.En realidad sí. Un albañil de Alem con antecedentes por delitos de índole sexual, pero fue rápidamente desvinculado de la causa.El inconveniente es que el patrón genético del asesino, que está en poder de la Justicia, es incompleto. Por ende, puede ocurrir que varias personas tengan algún grado de coincidencia con aquel, aunque más no sea parcial. De allí que la pesquisa siga en ese camino.





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