POSADAS (Por Esteban Abad). En el marco del Festival Solidario organizado por el decano, el recuperado Club Atlético Posadas, se pusieron de manifiesto varias cosas que hacen a que el habitante de Posadas se sienta orgulloso de serlo. La primera es que una institución deportiva realiza un llamado a la comunidad para acudir en ayuda de las víctimas de un evento meteorológico, cubriendo así un espacio del que el organismo competente puede haberse olvidado. La segunda que la entidad organizadora cuenta con crédito moral como para que se responda favorablemente a su convocatoria. Otra es que, como siempre sucede, los artistas posadeños tienen un alto concepto de lo que significa solidaridad y no retacean su participación a beneficio de una causa noble y esto hace que surja un nuevo detalle halagador: se comprueba – como pasó en la noche solidaria de Atlético Posadas con los inundados de Andresito -, que los artistas populares posadeños pueden brindar un espectáculo de primer nivel que hasta puede legar a sorprender a los espectadores. Empanadas, el aroma de las peñasEn el salón de fiestas de la entidad de calle Acevedo, aromado de empanadas (esto hace a otra circunstancia importante, el Club tiene personas capaces para organizar un encuentro como el que se comente desde lo artístico, la comunicación y el apoyo logístico), se vivió una noche de peña solidaria, con música y danzas argentinas que comenzó con la presentación de la Orquesta Folklórica de la Municipalidad de Posadas interpretando en su mayoría temas de autores locales.Luego un conocido en estos encuentros; el Maestro Rodríguez recitó sus propios versos acompañado por el acordeón de Moncho Tavarez tras lo que se produjo la reaparición de Generación (aquél grupo de voces que ganó rápidamente espacios y aplausos allá por el 95); aunque reducido a una muy buen dúo (Rodríguez y Vendrell), en temas que son muy de la preferencia del público folklorista y haciendo saber que el tiempo pasó pero la buena voz y las armonías no se han deteriorado por eso. Después, Richard, ex vocalista de los Facheros de Garupá, se plantó en la reunión con “covers” del carioca Roberto Carlos y poniendo un manto de romanticismo a la reunión. Una Eva y dos Adanes que trajeron el 2 por 4 Y hasta entonces una dama de negro se movía cerca del escenario y el público esperaba que subiera a entonar algunos temas de la “música regional”, hasta que llegó el Tano y se levantó de la “platea” un señor con su guitarra y formaron un trío: la dama de negro Susana Moreno, el Tano (también de negro pero de barba blanca), por supuesto Fiorio y el muchacho de la guitarra el profesor Richard Cantero. Nostalgia tangueraEl tango subió al escenario de la mano y la voz de Susana, que comenzó con Garganta con arena (Cacho Castaña), siguió con Nostalgias (nada menos que de Cobián y Cadícamo), y para entonces la mesa de señores mayores que estaba al frente coreaba todo y el resto de la gente de repente se transformó en vecinos de Villa Crespo o de la Vuelta de Rocha, sintiendo que el tango es escucha con los oídos pero se mete por la piel. Y luego los dos hombres del trío se pusieron a hacer de las suyas (Fiorio a contar chistes entre otras cosas), Cantero a cambiar la Z de zamba por la S de samba y hacer disfrutar un María Va en tiempo de samba y Alfonsina y el mar con ritmo de bossa nova. Fiorio que se canta el tango “que le pertenece “Argentino” y lo apoya el coro de la primer mesa; hay en la sala como una euforia por el dos por cuatro y por el folklore a la manera de Richard Cantero y enseguida tangos instrumentales. Y a esta altura de la noche falta “el dueño de casa”, el encargado de Prensa del Club: Orlando Matías Sosa (sin MarKpaso), que llega y con buena voz y símpatía se encargará de poner en la reunión temas de mucha onda, recientes, conocidos románticos, de todo e incluso de agradecer a la gente, a los medios, a los colegas por el éxito de la reunión. Danza de frontera La danza tuvo su espacio con la presentación realizada por Alejandro Arancio y Matías Bogado, pareja ganadora en el Festival de Laborde que obsequiaron al público dos danzas de frontera en ritmo de vanerao. El cierre fue con Luis Elio (¡Qué voz!), con repertorio variado y alegre cantó folklore, boleros, mariachi (le faltó el Himno), mostrándose como uno de los buenos solistas de Posadas. Un hecho simpático fue que varias de sus canciones las dedicó a su maestro de canto, el profesor Ruperto Rivero, ex director de la banda de Policía que estaba sentado frente al escenario en primera fila y las parejas que bailaron con las canciones de Luis Elio.Reconocimientos y agradecimientos Palabras finales y en especial para el que fue de visita y quedó como maestro de ceremonias del espectáculo Juan Manuel Alcaraz; para Lorena Caminos (la única difusora radial del folklore presente), para Eduardo Solís de múltiples funciones en la noche, para Totón Figueredo por la buena sonorización y para Aldo Salgado que no pudo actuar., Y por supuesto para la gente que llegó con el donativo para las víctimas de la inundación en Andresito, muchos dejaron los productos y no entraron y otros no llevaron nada pero entraron y colaboraron la cantina. Y los que no fueron, que espectáculo se perdieron.





Discussion about this post