NUEVA DELHI, India (Agencias y diarios digitales). El dirigente nacionalista hindú Narendra Modi, descrito como un “monje en misión”, se prepara para convertirse en el nuevo primer ministro de India, donde deberá hacer frente a su polémico pasado durante los conflictos intercomunitarios de 2002, que dejaron cientos de musulmanes muertos.A los 63 años, este hijo de un vendedor de té encabeza los primeros resultados y las proyecciones de las elecciones legislativas que finalizaron el lunes, tras cinco semanas en las que 551 millones de indios acudieron a la urnas en la mayor democracia del mundo.El líder del Bharatiya Janata Party (BJP), de modales bastante bruscos, encarna el ala dura de su partido, suscitando desconfianza y desprecio incluso en sus propias filas.Aficionado al yoga y vegetariano estricto, Modi es descrito en una reciente biografía como un “monje en misión” que fue impregnado de ideología nacionalista hindú durante su juventud cuando militaba en el Rashtriya Swayamsevak Sangh (RSS), una organización con métodos paramilitares.El RSS, que defiende una concepción intransigente de la cultura hindú, estuvo prohibido en varias ocasiones después de la independencia y sus dirigentes se muestran a menudo hostiles contra los musulmanes, la mayor minoría religiosa de la India.A Modi, que centró su campaña en su capacidad para gobernar India y reactivar la economía, le persigue su pasado, en particular, su actitud durante los disturbios intercomunitarios de 2002 que ensangrentaron su Estado, Gujarat.A este jefe del ejecutivo regional desde 2001 se le acusa de no haber hecho nada para impedir los disturbios que dejaron mil muertos, la mayoría musulmanes.Su negativa a pedir disculpas y su decisión de integrar en su gobierno del Estado a una mujer que fue condenada después por estos disturbios han acentuado la inquina de sus adversarios.Tanto Estados Unidos como Europa le boicotearon durante una década antes de reanudar los contactos con él, cuando los sondeos le daban altas probabilidades de convertirse en primer ministro.“Aquellos que le piden que se disculpe, lo que quieren en realidad es una confesión”, sostuvo recientemente uno de los líderes del BJP, Arun Jaitley, recordando que la justicia no lo ha encausado.Según Jaitley, los indios ya han pasado página y prefieren quedarse con el balance económico que deja Modi en Gujarat.La India de los empresarios, como los Ambani, la familia más rica del país, ve en el Estado una tierra de acogida privilegiada para sus actividades, alabando la eficacia del gobierno y su bajo índice de corrupción.Este Estado costero del noroeste de India ha registrado un crecimiento anual promedio del 10,13% entre 2005 y 2012, el segundo mayor de los grandes Estados indios.“Aquí puedo encontrar un funcionario de alto rango o un ministro sin dificultad para discutir de cualquier asunto vinculado con la industria”, declaró recientemente Bhagyesh Soneji, ejecutiva de una empresa de exportación farmacéutica instalada en Gujarat y presidenta de la cámara del comercio del Estado, a la AFP.Para sus adversarios, su buen gobierno esconde una centralización del poder que roza el autoritarismo.El “modelo Gujarat” no causa unanimidad, sus críticos hablan de un “espejismo” y de un desarrollo que beneficia a los grandes grupos y se olvida de los pobres.Gujarat no tuvo comisario anticorrupció nhasta 2013 y uno de los allegados de Modi, Amit Shah, está acusado de asesinato y extorsión mientras fue ministro del Interior de dicho Estado.Durante la campaña, Modi criticó a menudo a la dinastía Gandhi-Nehru, cuya formación, el Partido del Congreso, llevaba en el ptoder diez años ininterrumpidos, y prometió hacer limpieza tras varios escándalos de corrupción que debilitaron al gobierno en los últimos años.Excelente orador, Modi habla un hindi bastante ordinario y evita el inglés, asociado con las élites de Delhi.Su vida privada es un misterio. Nunca aceptó el matrimonio concertado por sus padres durante su infancia y vive solo en su residencia de Gujarat, donde está orgulloso de mostrar su colección de pájaros.En su juventud habría pasado varios años en el Himalaya en una especie de viaje iniciático antes de lanzarse en cuerpo y alma en el RSS y la política, granjeándose una reputación de excelente organizador.Modi, prometió gobernar para todos los indios. “Los días buenos estarán aquí muy pronto”, declaró Modi desde Vadodara, en el estado de Gujarat, del que hasta ahora era ministro principal, en medio de los gritos de sus seguidores, que celebraban la victoria que pone fin a dos mandatos consecutivos del partido del Congreso.Modi reivindicó su carácter “trabajador” y subrayó que en sus cuatro mandatos como ministro principal “nunca tomé vacaciones, porque creo en la responsabilidad que el pueblo me dio”. “Dedicaré cada parte de mi cuerpo y todo mi tiempo al servicio de los 1.250 millones de indios”, prometió.Asimismo, según recogen los medios locales, subrayó que dirigir un gobierno y dirigir un país no es lo mismo, ya que la Alianza Democrática Nacional que lidera tiene la mayoría para formar gobierno, pero para dirigir el país necesita el apoyo de todos los partidos.“No hay enemigos en la política y la democracia, solo competidores. Esa es la belleza de la democracia. La fuerza de la democracia yace en unir a todos. Pese al claro mandato queremos mantener a todos unidos”, defendió Modi, una figura controvertida para muchos indios. El Congreso admite la derrotaDesde el partido del Congreso reconocieron su derrota. Tanto su presidenta, Sonia Gandhi, como su hijo y candidato a primer ministro, Rahul Gandhi, admitieron ayer por la noche su responsabilidad por la debacle electoral. “El Congreso lo ha hecho bastante mal, tenemos mucho de lo que pensar. Como vicepresidente, me considero responsable”, afirmó Rahul Gandhi.Por su parte, Sonia Gandhi, viuda del primer ministro Rajiv Gandhi, admitió hablando en hindi -ella es italiana-, “el veridicto del pueblo ha sido en contra nuestra”. “Como presidenta del Congreso asumo la responsabilidad por la derrota”, añadió, felicitando al BJP por su victoria. Durante su breve comparecencia ante los medios no aceptaron preguntas.El Congreso solo obtuvo un escaño en Uttar Pradesh, el estado donde había más escaños en juego, el logrado por Sonia Gandhi, y va por delante en otro al que optaba Rahul Gandhi. Por ahora los resultados apuntan a que obtendrá 58 escaños en todo el conjunto del país, 176 menos de los que tenía ahora.




Discussion about this post