POSADAS. Fue detenido en las últimas horas un oficial de la Policía de Misiones bajo sospecha de apropiarse de la billetera y de un teléfono celular pertenecientes a un hombre que se accidentó con su motocicleta y estaba inconsciente, señalaron fuentes oficiales.La investigación judicial se inició tras la denuncia que radicó la madre de la víctima, Ana María Trasmonte, de 53 años, tal como publicó días atrás PRIMERA EDICIÓN en forma exclusiva. El efectivo apresado, con prestación de servicios en la comisaría Tercera, será indagado en breve por el juez de Instrucción 6 de Posadas, Ricardo Balor, quien sigue la investigación de la causa. El caso, de ribetes tan insólitos como increíbles, se inició la madrugada del viernes 2 de mayo pasado, cuando Carlos Enrique Bogado, de 34 años, al parecer cayó de su motocicleta por motivos hasta ahora desconocidos, y quedó tirado sobre la cinta asfáltica, a la altura de las calles Félix Bogado y Líbano de la capital provincial. El percance vial se registró alrededor de las 5.05 de ese día, según pudo reconstruir este medio en base al relato de testigos que fueron los primeros en llegar a la escena (ver recuadro). Posteriormente, al acudir una comisión policial al lugar, ocurrió una situación que es por lo menos sospechosa, teniendo en cuenta testimonios, indicios y lo que iba a suceder en las 48 horas siguientes al accidente de Bogado. La madreLuego de realizadas supuestamente las pericias de rigor en donde fue hallado el hombre malherido junto a su moto, una ambulancia lo trasladó al hospital Ramón Madariaga. Los testigos se retiraron del lugar y todo parecía ser un accidente más.Mientras tanto, una madre se preocupaba porque no tenía noticias de su hijo. Y no las tendría hasta mucho tiempo después, pese a la seguidilla de denuncias que radicó en distintas dependencias policiales. La testigoEl lunes siguiente al episodio durante el cual Bogado quedó inconsciente, una joven a punto de desayunar en su casa se enteró por los medios de comunicación que la familia de la víctima lo estaba buscando intensamente. “Vi la fotografía y no lo podía creer. Era el mismo que vimos junto a mi pareja tendido en el piso, en la esquina de Félix Bogado y Líbano”, contó la mujer, quien pidió reserva de identidad. “En la nota que salió en el diario decía que sus parientes desconocían su paradero. Si vimos con nuestros propios ojos cuando le quitaron el teléfono celular y la billetera, y hasta cuando uno de los efectivos tomaba nota de su identidad. Me pregunté cómo era posible que la familia lo estuviera buscando, si era obvio que estaba internado”, comentó perpleja. Continuó relatando que “se había dado un golpe muy fuerte, al parecer al caer de la moto, que estaba a su lado. Era todo muy raro, porque si la identidad del accidentado queda asentada en una dependencia policial, cuando un ciudadano radica denuncia automáticamente tendría que ‘saltar’ en la base de datos”, protestó la testigo, aún sorprendida por los acontecimientos. El llamado telefónicoAtemorizada por lo contradictorio de todo lo que estaba sucediendo, la testigo llamó por teléfono a la desesperada madre de Bogado, quien insistió en distintos centros de salud hasta que finalmente personal del Hospital Central le dijo “vení, parece que es tu hijo el que está en terapia intensiva”. Ana María afirmó a este diario que no entiende “cómo es posible que la Policía, que intervino en el accidente de tránsito donde terminó herido mi hijo, no sabía de su paradero y supuestamente estaban investigando dónde podía estar. Es increíble, radiqué la denuncia en la comisaría Tercera por su desaparición y finalmente lo terminé encontrando yo varios días después de recorrer hospitales y sanatorios. ¿Acaso no existe un registro de víctimas de accidentes?”, se preguntó indignada porque dijo haber padecido días de angustia y desesperación sin saber dónde estaba su hijo. “Por si fuera poco, le faltaba el teléfono celular y una cadenita de oro y plata, que resulta que, de acuerdo a testigos, fueron incautados por los policías que acudieron a la escena, que pueden ser de la jurisdiccional (Tercera) o del Comando Radioeléctrico”, manifestó la mujer sin poder ocultar su indignación por lo sucedido. “Acá obviamente alguien hizo mal las cosas, me pidieron fotografías y documentaciones de mi hijo cuando en realidad ellos habían intervenido en el hecho donde se accidentó. ¿Por qué nadie asentó que estaba hospitalizado? Me hubieran ahorrado horas de angustia”, lamentó en diálogo con este diario. Mientras tanto, Bogado sigue internado en grave estado. “Hurto calificado por la indefensión”Fuentes del caso señalaron a PRIMERA EDICIÓN que, al momento de ser detenido, el oficial fue notificado de la calificación provisoria que pesa sobre él. Teniendo en cuenta la descripción de los acontecimientos, conforme a testimonios e indicios, se encuentra sospechado de “hurto calificado por la indefensión de la persona y calificado por la función de servidor público e incumplimiento de deberes como funcionario público”, precisó la misma fuente. El acusado podrá declarar ante el magistrado Ricardo Balor, quien lleva el caso, o podrá abstenerse de hacerlo, al momento de ser trasladado a sede judicial para la indagatoria. La acusación contempla la pena de prisión, conforme al Código Penal Argentino, aclararon los voceros. Más teniendo en cuenta la indefensión de la víctima, un agravante que figura en muchas conductas delictivas y que es una de las situaciones que serán investigadas en el caso donde lamentablemente fue damnificado el posadeño Carlos Enrique Bogado. Con el correr de las horas será la Justicia la que deberá resolver por ahora si le dictan la prisión preventiva al uniformado denunciado. “Tenemos miedo de que nos pase algo”La pareja pasaba por el lugar en forma circunstancial y a bordo de su vehículo, cuando observó al hombre tendido en el piso. Otros automovilistas fueron aminorando la marcha en la escena, en la esquina de las calles Félix Bogado y Líbano. Llegó un patrullero, ya que los testigos llamaron al 911. Uno
de los encargados de la comisión policial, tal como contaron los testigos a este diario, “procedió a pedirle a un paramédico que le quite la billetera a la víctima, en virtud de que tenían guantes, ya que el motociclista parecía estar ensangrentado. Luego de anotar el nombre, que copiaron de su DNI, y de tomar el teléfono celular del accidentado, nos hicieron firmar un acta de incautación. Incluso le pedimos al policía que busque en el celular el nombre papá o mamá, para avisar, pero no nos hizo caso”, relataron los testigos. “Ahora tenemos miedo de que nos pase algo, es una situación que nos toca de cerca porque simplemente cumplimos con nuestro deber como ciudadanos. ¿Y si acaso nos quieren culpar del faltante de elementos a la víctima?”, se preguntaron, sin ocultar que realmente están muy asustados.





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