SEÚL, Corea del Sur (AFP-NA). Los presidente de Estados Unidos, Barack Obama y Corea del Norte, Kim Jong-un, agitaron la crisis que desde hace décadas tensa las relaciones en la península coreana.Obama, de gira por Asia, manifestó ayer que Corea del Norte es un “Estado paria y débil” cuya frontera fuertemente militarizada con el Sur “marca el límite de la libertad”. Durante un discurso ante las tropas de su país en Seúl, Obama añadió que lo que define la diferencia entre los dos países es una fractura entre una “democracia que crece y un Estado paria que hambreará a su pueblo, más que nutrir sus esperanzas y sueños”.La continuación del programa militar nuclear de Corea del Norte sólo le aportará “más aislamiento”, agregó el presidente estadounidense.Refiriéndose, durante su primer día de visita a Seúl, a nuevas sanciones contra el Norte en caso de continuar con las pruebas nucleares, al preparar la cuarta concretamente según los expertos, Obama ya había indicado a Pyongyang que no ganará “nada” lanzando amenazas.Imágenes tomadas desde satélites días atrás mostraban un aumento de las actividades en el sitio de Punggye-ri, donde se desarrollan las pruebas nucleares norcoreanas, las que estarían vinculadas “probablemente a la preparación de una nueva detonación”, según había advertido el instituto estadounidense-surcoreano de la universidad Johns Hopkins.Durante la semana, precisamente, Seúl había señalado que había detectado en este mismo sitio señales de preparación para un ensayo nuclear, y que podría llevarse a cabo durante la visita que Obama está realizando actualmente, y en su último día.Hasta ahora, los expertos se encontraban divididos entre quienes especulaban que esta prueba pudiera tener lugar durante la visita de Obama y quienes creen que se trata de un simple “farol” de Pyongyang para inquietar al Sur y a sus socios. Arenga ante un “inminente conflicto”En el Norte, el joven máximo líder Kim Jong-un, advirtió a sus soldados que se preparen para un “inminente conflicto con Estados Unidos”, según informaron ayer los medios de comunicación de Pyongyang después de que se propagase la noticia de la eventual cuarta prueba nuclear. Precisamente, desde Seúl el presidente norteamericano Obama advirtió a Pyonpyang sobre sanciones más duras si continúa sus ensayos nucleares.Kim, comandante supremo de un ejército de 1,2 millones de efectivos, visita con frecuencia las unidades militares para brindarles en el terreno “orientación” sobre las formas de fortalecer su preparación.Por lo general les prodiga elogios y les regala objetos como fusiles o binoculares, que simbolizan su estado vigilante.Sin embargo, tras presenciar un simulacro de bombardeo por parte de una subunidad de artillería, el viernes, reprendió a los soldados por su laxismo, según la Agencia Central de Noticias Coreana (KCNA).“Nuestro querido comandante supremo Kim Jong-Un dijo que, actualmente, nada es más importante que la preparación para el combate en un inminente conflicto con Estados Unidos”, informó KCNA.El viernes, en una breve nota, la KCNA indicó que el estadounidense, identificado como Miller Matthew Todd, de 24 años, fue detenido el 10 de abril “por su comportamiento impetuoso durante las formalidades de entrada” a Corea del Norte.La agencia dijo además que el norteamericano permanece detenido y que se abrió una investigación. Precisamente, este anuncio de la detención ocurrida hace más de dos semanas coincidió con el inicio de la visita de dos días de Obama al Sur.





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