Posadas. En febrero de este año, 46 familias que residían en el barrio Prosol I fueron relocalizadas en el nuevo asentamiento Néstor Kirchner, aunque en precarias casas de maderas, con la promesa por parte del Instituto Provincial de Desarrollo Habitacional (Iprodha) de que en poco tiempo iniciarían la construcción de sus viviendas de material. Sin embargo, los días pasaron y hasta ayer no tenían ninguna certeza sobre los plazos. Las necesidades de esas personas, desocupadas en su mayoría, aumentan y por ese motivo protestaron ayer frente a las oficinas del organismo. “Nosotros no podemos seguir esperando, la gente tiene muchas necesidades, nos prometieron un comedor que nunca se abrió, necesitamos trabajar, por eso además queremos que de inmediato se comience con la obra”, manifestaron los vecinos.En ese sentido, explicaron que el “acuerdo” consistía en que se mudaban (porque donde estaban se inundaban) con el objetivo de trabajar en la construcción de sus propias viviendas en poco tiempo.“La señora Titina Delpiano habló con nosotros, nos dijo que el presidente del Iprodha está buscando fondos, pero no podemos seguir esperando”, manifestó Gloria Giménez, una de las vecinas reubicadas en el barrio Néstor Kirchner.La mujer indignada dijo que “creen que somos tan ignorantes que nos dicen que no hay fondos y mientras debemos esperar, cuando las obras en Itaembé Guazú nunca se frenaron”. En el ProsolEn el sector de Prosol que ocupaban estas familias, se inundaban cada vez que llovía y en una de las últimas tormentas temieron por la vida de un niño que casi se ahogó, debido a que el asentamiento se encontraba justo donde desemboca un arroyo en la zona de Itaembé Miní. Debido a la situación, los vecinos estaban muy preocupados y aceptaron en febrero ser reubicados de manera provisoria. Acordaron desarmar sus casillas y reconstruirlas en San Isidro, con el acompañamiento de la Municipalidad. Ayer las familias reconocieron que estuvieron de acuerdo con el sistema, el traslado y la posterior construcción, pero piden que se inicien las obras, porque las necesidades son muchas y necesitan trabajar. El Iprodha, por el riesgo sanitario, había acordado el traslado y la construcción a través del programa denominado “Esfuerzo Compartido·.





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