POSADAS. La mujer llamó a la localidad de Aristóbulo del Valle, desde los Estados Unidos, para contarle a su hermana la pesadilla que estaba viviendo en dicho país, a manos de su pareja. Le dijo entre otras cosas, que el hombre, oriundo de Guatemala y supuesto pastor evangélico, la maltrataba y además, la retenía junto a su hijo menor en un departamento ubicado en el estado de New Jersey. Alarmada por la grave situación que estaba atravesando su hermana, la mujer que recibió el llamado se contactó de inmediato con personal de la Unidad Regional XI- con asiento en Aristóbulo-, que a su vez informó a la Comisaría de la Mujer de esa jurisdicción, a cargo de la oficial principal Nancy Poliszuk, quien realizó -avalada por la Justicia y sus superiores- una destacable labor a través de amistades en Estados Unidos y contactos a través de Internet y en forma telefónica con organismos de ese mismo país para constatar lo denunciado y de esta manera la recuperación de la víctima y de su pequeño hijo. Finalmente y el pasado domingo tanto la mujer como su hijo regresaron a suelo misionero y se reencontraron con sus familiares. La llamada que lo cambió todoEl pasado lunes 14 de abril , Sandra (46), domiciliada en Aristóbulo del Valle, recibió un llamado telefónico desde Estados Unidos. Era su hermana Olga (36), quien le contó que estaba siendo retenida y padeciendo malos tratos por parte de su concubino, un ciudadano guatemalteco (50), en una vivienda del estado de New Jersey, en dicho país del norte. A partir de la denuncia de Sandra, dando cuenta de la situación de violencia por la que atravesaba su hermana, efectivos de la Comisaría de la Mujer de Aristóbulo del Valle iniciaron las correspondientes gestiones, que derivaron en el juzgado de Instrucción 2 de la ciudad de Oberá y de allí hacia el Consulado de Argentina en EEUU.A partir de ese momento no hubo mucho que esperar, las autoridades norteamericanas tomaron cartas en el asunto y constataron la situación de la ciudadana argentina, quien residía en la mencionada vivienda junto a su hijo de siete años y su pareja, el supuesto religioso.El jueves 17 de abril, es decir 72 horas después del desesperado pedido de ayuda que hizo la mujer a su hermana, la Cancillería de los Estados Unidos notificó a la Policía de Misiones sobre la asistencia a las víctimas. Tras las respectivas diligencias diplomáticas, madre e hijo arribaron el domingo último a la localidad de Aristóbulo del Valle, reencontrándose con sus padres y hermana. Se debe destacar que la celeridad a veces es la única salida para que los casos de violencia de género tengan un final feliz. Como el de Olga, que tuvo un Domingo de Pascua que quizás apenas tres días antes jamás hubiera imaginado, junto a sus seres más queridos. “No le daba alimentos”El individuo denunciado por retener y maltratar física y psíquicamente a la misionera en los Estados Unidos, “no le daba alimentos y en los últimos días la retiró él mismo de una clínica donde estaba internada, por problemas de depresión debido a la situación que vivía a manos del sujeto”, explicó la oficial principal y jefa de la Comisaría de la Mujer de Aristóbulo del Valle, Nancy Poliszuk. La encargada de dicha dependencia, agregó que desconoce “si la Justicia de EEUU ordenará detener en dicho país a la pareja de la víctima o si lo deportarán a su país (Guatemala), más teniendo en cuenta que el menor -hijo de la misionera involucrada – es ciudadano norteamericano”. La oficial precisó que “durante la jornada de hoy la mujer será asistida por un Gabinete Psicotécnico” y agradeció al “jefe y al segundo de la UR XI (comisario mayor Víctor Hugo Wal y el comisario inspector Hugo Alfredo Nuñez, respectivamente) , como así también al juez de Instrucción de Oberá, Horacio Alarcón, por el aval y el permiso que le dieron para que haga contacto con las autoridades de EEUU”. Además, explicó que desde ese país contó con la colaboración de una amiga que reside en Houston, del cónsul argentino en New York (lindante a New Jersey) y también del Canciller de nuestro país.





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