PUERTO IGUAZÚ. Es una calma temporaria tras un período de tanta disputa entre los empleados municipales y el Ejecutivo iguazuense que encabeza el “Gran Cuñado”, Marcelo Sánchez. Luego de en un tire y afloje que no cedía, el intendente decidió dar un aumento a los trabajadores de mil pesos en negro, en tres cuotas.La primera cuota de 400 pesos, sin aviso previo, ya que Sánchez no dialoga con el sindicato, se pagó con los haberes de marzo en los primeros días de abril. Luego, vendrían cuotas en julio y la última en agosto de 300 pesos cada una, según pudo averiguar Lucas Loza, de la Asociación de Trabajadores del Estado (ATE) Iguazú.El dirigente dijo a PRIMERA EDICIÓN que “el diálogo lo tenemos con representantes del Ejecutivo, no con el intendente. Nos atiende el jefe de personal, el contador Ferreyra, pero no tenemos trato con Sánchez”.Desde que comenzó este 2014, los trabajadores esperaban que el alcalde renovador hiciera uso del nuevo presupuesto aprobado por el deliberativo, que contiene recursos disponibles para la mejora salarial de los municipales. Sin embargo, por determinación política de Sánchez, la decisión se demoraba al entender que -si realizaba anuncios salariales en medio de la máxima tensión del conflicto con los obreros comunales- un aumento significaría ceder al reclamo de la ATE. Por lo cual, en absoluto hermetismo, firmó la resolución, pero sin atender el principal pedido que hacen los gremios estatales hoy: que todo aumento sea al básico para mejorar la situación de los empleados en condiciones de jubilarse para que no tengan la enorme diferencia con los activos, producto de los adicionales no remunerativos que abundan.Loza dijo que “el conflicto quedaría superado. Lo que más pretendíamos era una recomposición salarial y que saliera por ordenanza con voluntad política un convenio colectivo de trabajo que tiene un compromiso del Concejo Deliberante de tratarlo. Estuvimos en una reunión hace poco menos de un mes y nos ratificaron esa intención: armar una mesa de negociaciones para avanzar en el convenio colectivo”, dijo.Con esa declaración, la ATE Iguazú deja atrás varios meses de reclamos que incluyeron la toma del edificio comunal; el no cobro de tasas; y hasta los escraches en el hotel ubicado en la avenida Tres Fronteras, propiedad de la familia del gobernador de la provincia, Maurice Closs. “La mesa de negociación continúa abierta para más mejoras salariales y seguir trabajando para incorporar los adicionales al básico”, manifestó el secretario Gremial de la delegación de ATE, Lucas Loza.Además, quedaron pendientes varios asuntos sobre las condiciones laborales que no se lograron resolver en las negociaciones.Loza recordó que quedó sin resolución positiva el reclamo respecto de la situación de los empleados municipales a quienes no les renovaron los contratos y el personal de mantenimiento afectados a las escuelas que dejaron de pertenecer al municipio.





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