APÓSTOLES Y CAMPO GRANDE (Enviada especial). Las altas temperaturas de verano y las bajas del invierno históricamente tuvieron un impacto negativo en las chacras de los pequeños feriantes. El sistema de venta directa del productor al consumidor se aplicó en la provincia con la instauración de las ferias francas hace ya dos décadas y a partir de allí el pequeño productor ha ido sorteando dificultades climáticas con muy pocos recursos para implementar infraestructuras en sus chacras.Varias ferias de las zonas centro y sur de la provincia recibieron esta semana equipamientos para mejorar la infraestructura en sus chacras.Cabe recordar que en 2010 se aprobó la Ley de Ferias Francas y al año siguiente apareció el primer presupuesto dentro de ese marco: dos millones de pesos para proyectos que se fueron armando en las ferias, con los cuales se compró equipamiento.La primera feria franca abrió sus puertas en agosto de 1995 en Oberá, con el apoyo y el estímulo de la Municipalidad local y del Movimiento Agrario Misionero (MAM).A partir de allí comenzó el recorrido de un largo camino y los pequeños productores supieron administrar sus tierras, sortear dificultades y, por sobre todas las cosas, supieron sobrevivir con el ingreso que les fue generando la producción y comercialización de productos frescos. Entre las dificultades mencionadas más adelante, la falta de agua sigue siendo un factor limitante para el productor y una de las cuestiones sobre las cuales se tendrá que trabajar arduamente, más allá de acondicionar las chacras con otros materiales como parte de la infraestructura.Basilio Smith es presidente de la feria de San Antonio, a 60 kilómetros de El Soberbio y casi similar distancia con Puerto Iguazú. Allí, los productores se amañan para vender sus producciones en la turística localidad. “Nosotros en San Antonio somos treinta socios, quince activos y el otro restante no activos. Éstos últimos porque hace seis años venimos reforzando la feria de Iguazú, tenemos muchas producciones y logramos mucha demanda. Como también hay productores de El Soberbio que van a Posadas, nosotros vamos a Iguazú porque nos queda más cerca”, contó Smith. La particularidad de la localidad fronteriza es que la producción de hortalizas no es preferente: más caracterizada por ser productora de tabaco por excelencia, en San Antonio los feriantes optan más por la producción de carne, de cerdo y de pollo. Basilio Smith explicó que “la elección del productor por producir carne es porque existe una diferencia muy grande con Brasil, que cultiva hortalizas de forma extensiva y es mucho más barato que acá. Entonces el consumidor opta por consumir las mercaderías provenientes del Brasil, por eso es que acá los feriantes apuntan a la producción de carne”. El fuerte en esta localidad es la cría de lechones, cabritos, queso, huevo y pollos. “Yo tengo un productor que actualmente está criando mil ponedoras. Hay entre 180 a 200 criadores de cerdos y producimos muchos lechones, que en su mayoría van a parar a Iguazú”, contó. Decir feriantes es para muchos quizás sinónimo de producción hortícola, sin embargo ellos han demostrado que también pueden dedicarse a la producción de muchas otras mercaderías, como carne y panificados. En su tercera gestión como titular de la feria franca de San Antonio, el también productor dijo que como no todos se dedican a las hortalizas, “se está buscando que en el futuro se implemente más o venga algún beneficio para estos rubros” alternativos como los quesos o las carnes.En la feria de San Antonio se encuentra un productor comerciante que se dedica exclusivamente a la producción de pollo pero que complementa con verduras, aunque en menor proporción. Otros lo hacen con el cerdo, pero complementado con queso y huevos. Siempre termina vendiendo todo en las ferias. Desde el norte provincial a la zona centro de la provincia, en el municipio de Campo Grande -más caracterizado por el cultivo de té- los pequeños productores también han incorporado en sus chacras el cultivo de hortalizas. Casimira Wisnieski es una productora con más de veinte años de trabajo en esta localidad. “Soy productora, vivo y trabajo en la chacra con mi familia. Trabajamos de todo allí en un pequeño espacio y vendemos en la feria de Campo Grande”, contó. La mujer, también integrante de la Asociación Civil de Ferias Francas, cuenta cómo es la vida de una feriante y la lucha diaria por sacar adelante la producción. “Nosotros con mi familia ya hace más de veinte años que trabajamos con hortalizas y hace quince que venimos trabajando con las ferias. Fui también integrante de la feria de Villa Urquiza en Posadas varios meses y en Campo Grande poco más de una década”.Casimira contó durante el diálogo que mantuvo con este diario que “nosotros gracias a la feria salimos adelante, pude hacer estudiar a mis hijos, algunos ya están recibidos, y gracias a nuestra resistencia a las dificultades climáticas pudimos salir adelante”. “La vida del feriante es que todos los días tenés que estar en la huerta, porque la planta que no se riega y no se cuida, simplemente no produce, así que hay que estar todos los días allí. Pero hay que ser perseverante porque las ferias son todos los sábados y no se puede dejar de llevar las mercaderías, tratamos de tener verduras para vender todos los fines de semana”, sostuvo. Lo más difícil para los feriantes es soportar en sus chacras las bajas temperaturas y el otro extremo, el calor y la sequía, especialmente con las verduras de hoja, que pueden ser la lechuga, la acelga y el repollo. Variedades como radicheta, rúcula y perejil son “más llevaderos”, añadió la mujer.Vilmar Miller, secretario de la “Interferias”, detalló que ante las reiteradas dificultades climáticas que han afrontado los miles de feriantes en los últimos años, se ha trabajado arduamente para realizar relevamientos y llevar el registro de los trabajos, y que a partir de allí se los pueda asistir a los productores, en este caso con equipamientos para infraestructuras en sus chacras. Así, la semana pasada se entregó a productores invernáculos, telas antiheladas, para adelantarse a las bajas temperaturas que se espera para este invierno.“Se han entregado invernaderos, telas antiheladas para que el productor pueda cubrir sus cultivos y pueda mantener durante el invierno. Se prevé entregar 500 invernaderos este año, la misma cantidad de mediasombras y 600 sistemas de riego”, dijo Miller. Se
gún el registro de la entidad que agrupa a las ferias de la provincia, habría alrededor de 1.050 productores distribuidos en diferentes localidades. El esfuerzo del ferianteEn el Año de la Agricultura Familiar y Soberanía Alimentaria, los feriantes aseguraron que “se está viviendo una transformación en las ferias porque años atrás había un sistema de trabajo que se decía que tenía que ser todo ecológico, natural, pero nosotros vemos hoy que existe una necesidad que no se puede evadir: la de aplicar agroquímicos con asesoramiento de especialistas, en este caso de técnicos que comenzaron a visitar las chacras. Esto no le saca la naturalidad a los productos, que siguen siendo frescos y saludables para el consumidor”, aclaró el secretario de la Asociación Civil de Ferias Francas. Ante la necesidad y el reclamo permanente de los feriantes de que haya un mayor acompañamiento del Estado provincial, desde la Dirección de Agricultura Familiar dirigida por el ingeniero agrónomo Mario Cebey y el director de Horticultura, Yaco Mazal, hubo un compromiso de recibir a los feriantes ante cualquier inquietud que surja en las asociaciones, a fin de asesorarlos y trabajar en conjunto de forma más organizada. La más nueva de la provinciaEn la localidad de Azara está la feria más nueva de Misiones. En este municipio el sistema de venta del productor directo al consumidor -más conocido como feria franca- se aplicó hace poco más de un año.“Antes de ser intendente recuerdo cómo venían a vender mercaderías a nuestro municipio comerciantes de localidades aledañas como Tres Capones o Colonia Las Tunas y nos preguntábamos por qué no se produce en nuestras tierras. Hasta que los productores tuvieron la iniciativa y hoy están produciendo, en pequeñas parcelas quizás, pero que ya les genera rentabilidad como un ingreso económico y más teniendo la posibilidad de aprovechar la tierra que tienen”, dijo Daniel Yendrika, intendente del municipio de la zona sur misionera. El empeño del colonoYendrika afirmó que “somos la feria más joven de la provincia y para nosotros representa un gran empeño el apostar a este sistema de venta y vamos a acompañar a los productores para crecer en sus producciones. Tenemos en cuenta que las necesidades son muchas e irán apareciendo más a medida que vaya creciendo la producción, pero vemos que hay muy buena organización en la asociación y con asistencia se puede mejorar la chacra”, añadió.





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