El vicepresidente de la Unión Industrial Argentina (UIA), José Urtubey, evaluó que el paro “tuvo un alto acatamiento”, aunque advirtió que “hay que analizarlo con cuidado por la falta de transporte”.“Efectivamente fue un paro con acatamiento importante”, enfatizó el dirigente empresario en diálogo con DyN, aunque dijo que “todavía queda por determinar cuáles son los efectos puntuales y sobre cada rubro porque la falta de transporte jugó un rol importante”.El presidente de la Coordinadora de las Industrias de Productos Alimenticios (COPAL), Daniel Funes de Rioja, sostuvo que los piquetes que se realizaron en el marco del paro nacional “perturbaron” la capacidad de los trabajadores de decidir libremente la adhesión a la medida de fuerza.“El derecho de huelga tiene los limitantes del derecho de tránsito y del derecho a trabajar. Aspectos como los piquetes perturban más allá de la huelga de transporte la capacidad de decidir libremente. No es un acto que convalidado o respetado”, alegó.“En algunas fábricas se ha trabajado desde el punto de vista interno, aunque no se han sacado vehículos de distribución para evitar problemas. En otros casos, se vio obstaculizado el ingreso de los trabajadores a los parques industriales por los piquetes”, explicó.Respecto al impacto económico de la medida, sostuvo que implica “una pérdida de producción importante”, y consideró que “no es un buen dato un paro en momentos de problemas de contracción productiva y una situación financiera compleja” para las industrias. El titular de la Confederación General Económica, Ider Peretti, afirmó a DyN que el paro tuvo “bajísimo acatamiento”, en especial en las economías regionales y en ciudades del interior del país.Peretti calificó a la medida de fuerza como “netamente política y al servicio de varios dirigentes de la oposición”, y cuestionó que “se impidió el libre tránsito a los trabajadores y al común movimiento comercial”.Por su parte, el presidente del Centro de la Industria Lechera (CIL), Miguel Paulón, subrayó que “las plantas lácteas han trabajado con absoluta normalidad, manteniendo su nivel de elaboración y recepción de leche”, dado que el gremio de los trabajadores lecheros, ATILRA, no adhirió a la medida de fuerza.Asimismo, las dos principales empresas elaboradoras de lácteos, Mastellone y SanCor, hicieron saber que “se trabajó con normalidad”, según los responsables del área de Recursos Humanos de las dos empresas. Por su lado, los empresarios nucleados en la Federación Argentina de la Industria Gráfica (FAIGA) se reunieron para evaluar el paro.En declaraciones a DyN el titular de la entidad, Juan Carlos Sacco, aseguró que “los trabajadores llegaron en auto”, al tiempo que explicó que la medida tuvo escasa repercusión en el sector.En calidad de vicepresidente de la UIA, Sacco anticipó que “la evaluación de la medida en la Central la vamos a hacer en la reunión del martes próximo”.Según detalló a esta agencia el titular de la Federación de la Industria Panaderil de la Provincia de Buenos Aires, Emilio Majori, consideró que la protesta “fue contundente” y que se “dejó librado a los socios de la entidad la decisión de parar o no”.Majori relativizó el impacto económico de la medida sobre el sector al destacar el fuerte incremento de casi 200% del precio de la harina entre mayo del año pasado y ahora.





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