BUENOS AIRES. La Orquesta de Instrumentos Reciclados de Cateura brilló en esta ciudad, ante más de 60 mil personas, el sábado pasado, en el anteúltimo recital de Metallica en Latinoamérica.Favio Chávez supo vencer “a las necesidades” con una cañería vieja, unas monedas oxidadas, trozos de cubiertos y un candado, que se convirtieron en una flauta; o una tabla de picar y algunos otros trastos, que dieron vida a una guitarra eléctrica; “latas, latitas, hilos de nylon, platos de aluminio”, todos deshechos que llegan junto a 800 toneladas diarias de basura que llegan desde Asunción (Paraguay) y alrededores a Cateura, que se transforman en un violín, violonchelo, tambores, maracas, chelos, saxofones, instrumentos con los que construyó un grupo amante de la música tan sólido que fue capaz de acompañar a la prestigiosa banda metalera por la región.“Somos de Paraguay y venimos a ofrecerles algo distinto, venimos de la basura, somos el verdadero thrash, para ustedes”, explicó el director ante miles de presentes, para destacar luego la emoción por tan importante reconocimiento.60 mil almas en La PlataUn sonido estremecedor sacudió a la muchedumbre metalera a lo largo de dos horas y 25 minutos de un furioso espectáculo, desde el momento en que Metallica subió al escenario y echó combustible a un V8 que rugió hasta la medianoche.Enormes pantallas con definición súper HD, juegos de luces y cotillón para entretener a los fans en el campo acompañaron una impecable labor del vocalista y violero James Hetfield, de su socio fundador de la banda Lars Ulrich en la batería, de Kirk Hammett (guitarra líder) y Robert Trujillo (bajo).“Olé, olé, olé, Metallica”, coreó el público, a modo de tributo a sus ídolos, quienes valoraron el gesto. “Gracias por venir. Muchas gracias Buenos Aires”, dijo Hetfield, antes de que Trujillo gritara: “Aguante Argentina” en la despedida.





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