POSADAS. El centro de cualquier ciudad es parte de los paseos en familia para mirar vidrieras y comprar algún artículo de interés. Más en las ciudades turísticas, donde el visitante extranjero complementa las compras de los habitantes locales.Detrás de esas marquesinas atractivas, hay trabajadores y empresarios que viven de la actividad comercial.En las últimas semanas, producto de la devaluación y la pérdida de poder adquisitivo de los salarios; de la alta presión fiscal; del aumento en los alquileres de los locales y la suba de mercaderías para la reposición; entre otras causas, muchos comercios cerraron sus puertas, otros están en plena liquidación por cierre y, en el caso de algunas cadenas comerciales de distintos rubros, están cerrando sus sucursales en Misiones para partir hacia otra provincia con mejores condiciones para trabajar.No es casual que la Cámara de Comercio e Industria de Posadas (CCIP) haya declarado la “emergencia” comercial, reclamando medidas al Estado provincial para intentar revertir o al menos, no profundizar una problemática que afecta a la principal actividad económica de la capital misionera.Hay comerciantes que siguen con las puertas abiertas, gastando ahorros de mejores épocas, esperando que en pocos meses cambie la difícil situación económica. Sin embargo, sin medidas rápidas que en gran parte debe tomar la Provincia, será difícil sostener los locales abiertos. Y los trabajadores con empleo.Según fuentes extraoficiales consultadas por PRIMERA EDICIÓN, en el Ministerio de Trabajo de Misiones habrían pasado de recibir un despido diario a trece personas que se quedan sin trabajo por día. Seguramente, en medio de la falta de aceptación del problema, el gobierno de Maurice Closs no admita los números y siga andando sobre una realidad que no existe.De la importante incidencia de los impuestos en la actividad, no hay novedad alguna. Incluso la suba del impuesto provincial a los Ingresos Brutos generó tal rechazo que los comerciantes volvieron a movilizarse en una protesta después de largo tiempo.Hay muchas quejas por los precios de los alquileres. La devaluación, la inflación pero también la especulación, hicieron que los alquileres subieran tanto que obligaron a comerciantes a mudarse o cerrar. Los locales ubicados en las principales calles del microcentro valen mucho dinero y para algunos empresarios cubrir el gasto con las ventas actuales no alcanza.Es común escuchar a los posadeños cuestionar los altos precios en productos, compararlos con la vecina orilla de Encarnación (Paraguay) y afirmar que los comercios están sacando grandes ganancias con las compras de brasileños y paraguayos.Pero, en realidad, el 90% de las ventas es a argentinos, especialmente misioneros. Un 10 por ciento es lo que inciden las ventas a visitantes extranjeros. Y según el rubro que se trate, tiene un mayor o menor impacto el gasto de los turistas.En cuanto a precios, la respuesta de los comerciantes es el traslado impositivo por la alta carga fiscal provincial, nacional y municipal, que deja a los negocios posadeños en desventaja con los paraguayos.¿Por qué cierran los comercios?El presidente de la CCIP, Nicolás Trevisán, aseguró a PRIMERA EDICIÓN que se cierran locales porque “el comercio tenía previsto facturar una cantidad de dinero y no llega a hacerlo. Evidentemente no cierran los números. Hizo una proyección de ventas y fueron menores de lo esperado. Entonces, se termina cerrando”.El dirigente aseguró que “los comercios grandes que se fueron de la ciudad lo hicieron por la misma razón. Evidentemente tenían una estructura de costos bastante altas y, ante cualquier caída en las ventas, no tienen forma de achicar la estructura. Hay muchos comercios que tienen una estructura de costos fijos altos, especialmente los que están en el centro, donde el costo del alquiler del local es una parte importante de la composición de los gastos”.Precisó que, puntualmente para los negocios céntricos de Posadas, el monto del alquiler es su egreso más alto. “Por lo general son atendidos por dos o tres personas, es decir que el gasto en personal no es tan significativo como el costo del alquiler. Y no podés achicar ese gasto salvo que te mudes o cierres. Pero el costo de mudarse es altísimo, porque no es sólo un costo de mudanza, sino la pérdida del fondo de comercio, de la ubicación y de clientes”, advirtió Trevisán.Admitió que sucursales de firmas de venta de motos (el rubro que desarrolla en lo personal) que tienen central en Chaco “están cerrando sus locales de Posadas, quedándose en Chaco. No cierra la empresa, sino las sucursales de acá”.Previo al cierre, el comerciante apela a recortes a fin de subsistir, mantenerse para ver si puede volver a crecer. “Hay socios de la CCIP que están en situación crítica. Implica que bajaron sus costos al límite, que bajaron la cantidad de empleados y que están solventando el local con ahorros, no con ventas genuinas. Esto es de corto plazo. Si la situación continúa por dos o tres meses más, es probable que se incremente la cantidad de locales cerrados. Un comercio chico no tiene posibilidad de aguantar por seis meses a que mejore la situación”, aseveró.Respecto al personal despedido por los cierres, Trevisán pidió que el Estado responda “qué va a pasar con todos los empleados de comercio que quedan sin trabajo. Tenemos información extraoficial de que se multiplicó por más de diez veces la cantidad de despidos normales en los últimos 45 días en Posadas. Esta información nos la debería dar el Ministerio de Trabajo”, pidió.¿Qué hacer para que no haya más cierres?En la perspectiva de la cámara mercantil de la capital misionera, hay medidas que el Estado debe encarar para acompañar el achique empresario y así poder seguir adelante, con las puertas abiertas y sin despedir más trabajadores.Nicolás Trevisán mencionó a este diario que “una medida urgente que puede tomar el Estado provincial tiene que ver con posponer los gastos que no sean fundamentales para 2014 y destinar a todo lo que incremente la actividad económica. Entendemos, sin ser especialistas, que se hace a través de la recomposición salarial. Es fundamental que los salarios recuperen lo que la inflación y la devaluación se llevaron puesto en estos tres meses. Hay que volver a tener el poder adquisitivo de 2013. Y después, en inversión, en actividad económica como el desarrollo de industrias, caminos, infraestructura para el comercio y la industria. La obra pública genera movimiento económico, pero la obra destinada a cuestiones que no generan actividad económica es beneficiosa sólo por el tiemp
o que dura su ejecución. Necesitamos que dure en el largo plazo”, dijo.Agregó que “bajando los impuestos también se puede recomponer un poco el poder adquisitivo. Si el Estado saca un paquete de promoción para el consumo o la compra de productos duraderos en general, creo que el nivel adquisitivo mejora notablemente. En este momento, el nivel de presión fiscal es muy alto y los salarios son muy bajos. Es una relación que se da en Misiones específicamente, que deteriora muchísimo el consumo. Sería una medida a implementar rápidamente con fondos del presupuesto, sin pedirle plata a nadie”.Los comerciantes, por su parte, “ya están haciendo todo tipo de promociones y descuentos. Al recorrer, van a encontrar propuestas de todo tipo, donde muchos productos están prácticamente al costo. Porque hay muchos comerciantes sobre estoqueados, con mercaderías de sobra, pero les hace falta caja, efectivo. Muchos están haciendo cuotas sin intereses bancados por los propios comercios, no por gestión de tarjetas o financieras”, confirmó.Trevisán admitió que el costo de comercialización con tarjetas de crédito y débito sigue resultando alto para los comercios locales. “Sigue siendo muy caro. En términos de rentabilidad de los comercios, es carísimo. Los comercios están con una rentabilidad muy baja y los porcentajes habituales de algunas tarjetas son muy altos de sostener. De hecho, para muchos comercios, el pago de comisiones por tarjetas de crédito es uno de sus principales costos”, reveló.Clientes locales y caída de ventasEl titular de la CCIP confirmó que los comercios posadeños viven “en un 90% con actividad económica local y regional. Todavía el flujo de turistas que tenemos en la ciudad no es lo suficientemente grande para poder no depender del consumo local, como sí pasa en Iguazú. Allí, el turismo es tan fuerte que la actividad económica local no es la que determina la situación de estabilidad o no, sino que lo hace el turismo”.Añadió que “las compras que tenemos de compradores de Paraguay están direccionadas sobre todo a alimentos de la canasta básica con precios máximos, más algunos productos puntuales como cerveza, harina y cemento”.El presidente de la CCIP reveló a este diario que “en base a información que cerraremos el lunes, lo que notamos es que la caída más grande se da en los productos duraderos, que ronda entre un 20 y un 50% según el rubro. El más castigado es el sector de electrodomésticos, autos y motos. Todo lo que no sea de consumo inmediato o de corto plazo. Quiere decir que lo que menos cayó es el rubro alimentos e indumentaria, lo vinculado directamente con lo colegial, que aun así, con relación a 2013, cayó un 20% en cantidad de unidades vendidas”. Cinco razones de la CCIP para declarar la emergencia comercial1Pérdida importante del poder adquisitivo de los clientes, producto del aumento de los impuestos y la demora en las recomposiciones salariales. “Esto, para el comercio local, es una pésima combinación. Misiones tiene uno de los salarios más bajos del país, tanto para estatales provinciales como municipales, no sólo en los montos sino en el blanqueo. Y a su vez, está entre las provincias con mayor presión impositiva del país”.2Traslado de carga administrativa de tareas y obligaciones del Estado a las empresas. “Ahora tenemos que recaudar por el Estado y ademas somos responsables de la cobranza que empresas de otras provincias tienen que hacer”.3 Aumento del comercio informal. “No hay ninguna política del Estado tendiente al urgente combate contra el comercio informal y la competencia desleal”.4 Además, “nos preocupa ver que se siguen haciendo gastos desde el Estado que no son urgentes y que no se resuelvan cuestiones fundamentales, como salarios y menores impuestos, para que toda la población pueda acceder a una mejor calidad de vida. El Estado debería posponer algunos gastos que no son fundamentales para más adelante y concentrar sus esfuerzos en recomponer los salarios y en hacer las obras que sean imprescindibles. Lo demás debe quedar para mejores épocas”.5 Los despidos en Posadas se han multiplicado exponencialmente, por lo que “es urgente reactivar el comercio”.





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