WANDA. En el barrio 8 de Diciembre, de la denominada “Capital de las Piedras Preciosas” se repite una problemática común a todo el territorio misionero: habitantes con diez o más años viviendo sobre una tierra cuya tenencia no se encuentra regularizada y la negación de derechos humanos básicos (agua potable, suministro eléctrico) con el argumento de que no se les pueden brindar precisamente por no tener la tenencia de la tierra en condiciones regulares.Cuestiones sin resolver (ciudadanos de segunda) La primer pregunta que surge es ¿Por qué el Estado entonces no avanzó en la regularización de las tierras? ó, mientras el adormecido Estado demora en avanzar con la regularización, ¿Porqué no permiten que los ciudadanos accedan a estos servicios básicos? Ese clamor surge de las voces de estas más de 50 familias trabajadoras que cotidianamente padecen la falta de estos servicios que para los citadinos son casi un hecho natural y manifiestan, al no poder gozar de ellos, sentirse ciudadanos de segunda. “Nos dicen que no nos autorizan porque estamos en espacio verde, pero mi vecino, que si tiene luz y agua, vive sobre el mismo lote ¿Qué somos, ciudadanos de segunda?”, reclamó Marta Núñez frente a este matutino.“Si no tenemos respuesta pronto no sé qué vamos a hacer”Blanca López, hizo a PRIMERA EDICIÓN un detallado relato cronológico de la situación vivida por las familias del barrio 8 de Diciembre. “En el año 2009 el intendente nos dijo que compremos los postes y los pilares, cada uno de nosotros compró todo y hasta hicimos los pozos para los postes. Luego, recién el 2011 el doctor Frowein, alcalde local, nos firmó la autorización pero cuando fuimos a hacer los trámites nos dijeron que no servía la firma, que estaba vencida, y todavía no nos autorizan. Seguimos padeciendo, somos 24 familias sacando luz de un pilar y más o menos 30 sacando de otro, es una locura. Así no da, no sé qué esperan para autorizarnos, lo que pasa es que utilizan esto políticamente. Ya van dos elecciones que nos conversan, nos piden el voto y nos prometen la luz, seguro que ahora especulan con hacer lo mismo en el 2015”, explicó.Falsas promesas y mentiras variasRoberto Blas reside en el barrio desde hace seis años, en diálogo con PRIMERA EDICIÓN y manifestó que “hace cuatro años que me hicieron comprar los materiales, pilar, postes, cables, y todavía no me conectaron, acá al lado vive mi hermano, quien si tiene la conexión legal, dentro del mismo lote. A mí la municipalidad me dijo que compre el pilar y que ellos me iban a autorizar para bajar la luz, pero me siguen conversando y nunca me autorizan”.Luego agregó que “esto no me pasa sólo a mí, somos más de 20 familias enganchadas del pilar de mi hermano, por suerte él nos comparte, pero no podemos tener más que una lamparita, es increíble que queramos legalizar nuestra situación para acceder al servicio y nos nieguen esa posibilidad”.Su esposa, Marisa, agregó: “tenemos 5cinco hijos, todos en edad escolar, dos de ellos enfermos, la más chiquita, Alba de cuatro años, tiene asma, y no puedo tener ni siquiera un nebulizador para tratarla, y la otra Raquel, de once sufre de epilepsia, pero todo esto parece no importarle al intendente, pedimos por favor que nos solucionen el problema. Después de mucho insistir hace dos años logramos que nos firmen una autorización, en plena campaña política, pero cuando fuimos a tramitar la bajada nos dijeron que estaba vencida la autorización y que nos tenían que dar otra, esa otra nunca la pudimos conseguir”.“Que vean como se sufre”Hilaria y Rafael también habitan el barrio 8 de Diciembre, padecen la falta de estos servicio y claman por ellos. “Estamos sufriendo mucho por el tema del agua y la luz, hace ya mucho tiempo que venimos peleando por acceder a estos servicios, pero no encontramos ninguna respuesta de las autoridades, tengo dos hijos, y tengo que ir con tachos hasta el arroyo para procurar agua, así no se puede vivir, quisiera que nuestro intendente venga y viva acá una semana para que vea lo que se sufre”, expresó Hilaria.A su turno, Rafael dijo: “soy uno más de los vecinos que todavía no consiguió el permiso para conseguir la luz ni el agua. ¿Porqué no podemos tener el mismo derecho que los demás? Siempre nos dicen que falta sólo una firma, pero el intendente no firma nunca, y así pasan los años y nosotros seguimos sufriendo. No estamos pidiendo que nos regalen nada, sólo queremos que nos hagan la conexión como corresponde y pagar por esos servicios que tanto precisamos”.El reclamo de los vecinos apunta a legalizar la situación que están viviendo, quieren ni más ni menos que pagar por lo que les corresponde, pero exigen que se les garantice el suministro correcto y legal de luz y agua. Tan sólo falta una firma, ¿llegará?El ánimo de los vecinos está caldeado, son muchos años esperando que se cumplan las promesas y tantas idas y vueltas agotaron su capacidad de espera, reclaman al intendente que de una pronta solución, que cumpla con su palabra y que gobierne para todos.





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