POSADAS. La organización social y solidaria Techo, a través de su titular en Misiones, Soledad Balán, hizo pública su postura en relación a la problemática con el servicio de transporte de pasajeros que se presenta en el barrio El Porvenir 2, también conocido como “Familias Unidas” (en San Isidro), planteando con urgencia la mejora de la frecuencia existente de las líneas 15 y 21, que ingresan cada una y dos horas -incluso a veces con demoras de hasta cuatro horas-. De acuerdo a los estudios de diagnósticos realizados, la baja frecuencia influye negativamente en la calidad de vida de los habitantes que tienen ese único medio para conectarse con el centro de la capital provincial, centros asistenciales y otros puntos estratégicos para realizar trámites.“El problema que ocurre es que existe una baja frecuencia en la que pasan ambos servicios, de las líneas 15 -Danzer- y la 21 -Santo Tomás. El primero cada una o dos horas, durante el año, pero se acrecienta a cuatro horas por unidad cuando se está en período de vacaciones escolares y el segundo solamente opera de lunes a viernes. Esto es de vital importancia para el barrio, ya que la totalidad de las familias que habitan en el asentamiento depende exclusivamente del servicio, no sólo para trabajar y llevar los chicos al colegio, sino también, las familias del Porvenir 2, que también carecen de servicios básicos tal como sucede en los restantes 71 asentamientos del Gran Posadas, se ven limitadas al acceso a otras prestaciones tales como la salud, la educación, las principales fuentes de trabajo y la vida social de Posadas”, indicó la representante de Techo en Misiones.Al vivir en asentamientos alejados y con un déficit en el transporte público “obliga a sus habitantes a optar por medios no motorizados como caminar o andar en bicicleta, los cuales además de demandar mucho tiempo y un esfuerzo físico muy importante no son una opción para pequeños y ancianos”, apuntó Balán.Para contextualizar la situación de los habitantes de “Familias Unidas”, Balán dijo que sin mucha opción de poder acceder a la ciudad, la olería se ha convertido en el sostén de numerosas familias.Ese trabajo forzoso suele ser muy mal pago, “pero como de acá no nos movemos, con 900 pesos por mes alcanza para poner algo en la olla”, explicó Luciano López, un vecino del asentamiento que vive junto a sus tres hijos, durante el diagnóstico realizado por los voluntarios de Techo. Todos los sábados, voluntarios de Techo sufren en carne propia la falta de una frecuencia coherente de colectivos cuando se disponen conocer a las familias y encuestarlas para hacer un diagnóstico de la situación habitacional y familiar en las que se encuentran, para luego evaluar la prioridad de recepción de la vivienda de emergencia. Caminar, hacer dedo…“Desde que se redujo la frecuencia del 15 Danzer optamos, junto a todos nuestros voluntarios, por tomar una línea que nos deja donde termina el asfalto a seis kilómetros de El Porvenir 2 y los kilómetros restantes los hacemos a dedo o caminando al igual que cuando llueve, ya que el colectivo sólo realiza la parte asfaltada del recorrido”, explicó Soledad Balán, titular de Techo en Misiones.Luego prosiguió diciendo que “somos muy conscientes de la situación de pobreza y urgencia que atraviesan estas familias y lejos de ser un impedimento (el tema de la falta de frecuencia de colectivos), cada sábado asistimos al barrio, sin olvidar que nosotros vamos sólo una vez por semana y las familias, viven allí todo el año”. Finalmente Balán, en representación de cientos de voluntarios, recordó que “como ciudadanos debemos exigir la correcta prestación del servicio a quienes lo prestan y a quienes lo regulan, sin ningún tipo de cuestiones personales”.





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