POSADAS. El pasado domingo dio a luz la menor de once años que fue abusada sexualmente, por lo que la Justicia ordenó que se concrete en forma inmediata una prueba de ADN. La medida tiene como objeto determinar si el sujeto que se encuentra detenido por el hecho es el padre de la criatura, lo que agravaría su situación procesal. Se trata de un individuo que es “tiastro” de la pequeña víctima, quien fue noticia a finales de enero pasado cuando salió el caso a la luz. En el marco de la investigación judicial, que lleva adelante el juez de Instrucción 7 de la capital provincial (por subrogación legal), Marcelo Cardozo, se pudo establecer que el sospechoso, de 59 años, habría violado en reiteradas ocasiones a la inocente menor. Se cree que era abusada desde hace al menos tres años. Con el examen de ADN, ahora se podrá establecer si le corresponde la paternidad del bebé. La denuncia que permitió detectar la pesadilla por la cual atravesaba la chiquita fue radicada por unos médicos que atendieron a la nena cuando estaba embarazada. Su propia madre la había llevado a la consulta por una infección urinaria. La progenitora en un primer momento fue sospechada de presunta encubridora, ya que no radicó jamás una denuncia por el abuso, pero con el avance de las pesquisas fue liberada por orden de la Justicia. En esas circunstancias, además, fue arrestado el padrastro de la menor, quien es pastor y hermano gemelo del acusado. El religioso también recuperó su libertad, teniendo en cuenta que la niña dio su versión ante la Cámara Gesell. Allí, ante funcionarios judiciales y psicólogos, acusó al hermano gemelo de su padrastro. La menor relató ante las autoridades judiciales que fue sometida en forma reiterada por dicho individuo, por lo que el citado magistrado determinó que quedara detenido por el aberrante hecho. Luego, al no contar con otras evidencias que pudieran comprometer a la madre y al padrastro de la víctima, el mismo juez ordenó que quedaran en libertad pero supeditados a la causa. Al momento de detectarse el caso, la menor tuvo que ser internada debido a su estado de desnutrición. No obstante, y pese a la falta de alimentación adecuada de la niña, trascendió que el bebé nació sano y salvo. Tal como publicó este diario, el acusado residía en una humilde vivienda junto a la chiquita y la pareja de su hermano gemelo, en un barrio de la populosa zona de Itaembé Miní.




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