BUENOS AIRES (Agencias-Medios Digitales). El juez federal Norberto Oyarbide y el segundo de la Secretaría Legal y Técnica, Carlos Liuzzi, fueron denunciados por la UCR en la Justicia Federal, luego de que el magistrado asegurara que tras un llamado del funcionario suspendió el allanamiento a una financiera, donde además se sospecha que hubo pago de sobornos.La denuncia contra ambos la presentaron los radicales José Cano, Manuel Garrido y Mario Negri, y quedó en poder del juez federal Marcelo Martínez de Giorgi. Al magistrado lo acusaron de prevaricato, fallo contrario a derecho, incumplimiento de la obligación de perseguir delincuentes y encubrimiento.Por otro lado, el juez Luis Rodríguez viene investigando a varios policías y a Oyarbide, luego de que el dueño de la financiera allanada, Propyme, testificara que los uniformados que realizaron el procedimiento le pidieron en nombre del magistrado un soborno de 300 mil dólares.A la par, Oyarbide ya recibió tres denuncias en su contra en el Consejo de la Magistratura. Dos de ellas fueron presentadas por los consejeros Manuel Garrido y Mario Cimadevilla.“A mi juicio, nos encontramos aquí con el incumplimiento y la afectación, por parte de Oyarbide, de los deberes de independencia e imparcialidad que conforman dos premisas básicas de la posición institucional del juez, con la consiguiente consternación social y debilitamiento de la imagen de la calidad del servicio de justicia”, advirtió en su presentación Cimadevilla, senador radical por Chubut.La llamada “al amigo”El financista Guillermo Greppi dio detalles del operativo policial que generó un enorme revuelo, luego de que se conociera que Norberto Oyarbide ordenó frenar el procedimiento tras recibir un llamado telefónico de Carlos Liuzzi, funcionario de Gobierno que está ligado directamente a Carlos Zannini, uno de los hombres más influyentes del kirchnersimo.“Lo que hicieron en mi financiera, más que un allanamiento, tuvo pinta de un asalto o un saqueo: rompieron las puertas y apuntaron a la gente con armas”, recordó el presidente de la mutual Propyme. “Llamé a Liuzzi para pedirle ayuda como a un 911, no para que frene el allanamiento”, explicó.En declaraciones a Radio Mitre, Greppi detalló que durante el allanamiento de su financiera –investigada por una causa de lavado de dinero– la policía “pidió $3.000.000 para irse del lugar”. “Discutimos y la violencia fue cada vez peor, por eso pedí ayuda”, apuntó.“Me decían ‘si no me das la plata, hijo de puta, te llevo todo. Te voy a quebrar, te hago mierda la empresa’”, precisó el financista. “Yo estaba por teléfono y quería hablar, pero un policía le respondió a mi abogado: ‘Aunque me llame el Papa, yo no respondo a nadie, sólo al juzgado’. Entonce se me ocurrió llamar a Liuzzi”, repasó.Sobre su relación con el segundo de Zannini, Greppi comentó: “Lo conozco hace 30 años por un amigo en común. Igual, él no paró el allanamiento, sólo llamó a Oyarbide y le dijo ‘están saqueando a un amigo mío, fijate qué está pasando’. Nada más”.La decisión del juez federal respecto de la suspensión del procedimiento también fue analizada por el dueño de la financiera de la polémica: “El allanamiento lo paró Oyarbide, porque Liuzzi le comentó que había policías pidiendo plata (coima) en su nombre. Pero frenó todos los operativos que se realizaban ese día” (un total de 22).





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