POSADAS. La familia del locutor obereño, ex conductor de la Fiesta Nacional del Inmigrante, pediría el juicio político de destitución a los jueces de esa ciudad que intervinieron en la causa que desató un infierno al conocerse la detención del animador por el presunto abuso sexual de una niña.El eventual pedido de Jury apunta a los jueces de instrucción 1 y 2 de Oberá, Alba Kunzmann de Gauchat y Horacio Heriberto Alarcón, respectivamente.Y se basaría en la resolución de la Cámara de Apelaciones en lo Penal y Correccional de la provincia, que declaró la nulidad de la Cámara Gesell efectuada a la presunta víctima porque el acusado no fue notificado y se violentó de esa manera su derecho a defensa; una garantía con rango constitucional.El Alto Cuerpo dictó entonces la falta de mérito y revocó el auto de procesamiento dictado en contra del imputado, ordenando su inmediata liberación.De inmediato llovieron las voces de ácida crítica contra el juez que dispuso la Cámara Gesell sin notificar a la defensa, a sabiendas de la relevancia de esa medida procesal, sobre todo en causas por delitos contra la integridad sexual.Al parecer, en la pasada feria judicial, la Justicia obereña volvió a la carga por la realización de una nueva Cámara Gesell, lo que terminó por despertar la indignación de la defensa y familiares del locutor, que fueron en apelación, no tanto por el pedido en sí sino por la manera en que se produjo.“Saben (NdR: en alusión a los jueces de primera instancia) que si Santandrea no termina preso se van a quedar sin trabajo, por eso intentan por todos los medios que la Cámara Gesell se repita”, consignó un allegado a la defensa.PRIMERA EDICIÓN efectuó un sondeo y pudo establecer que la declaración de la supuesta víctima, de sólo ocho años, será recepcionada por esa vía, sí o sí, “al menos si la Instrucción desea avanzar con la investigación hasta la instancia de debate oral y público”.Para la familia del acusado, el caso está prácticamente cerrado. Sostiene que no hay manera de que otra Cámara Gesell no se encuentre contaminada y viciada de influencias sobre el relato potencialmente direccionado de la menor.Para la Cámara de Apelaciones, el locutor, desde el momento mismo de su detención, estaba imputado del delito de “abuso sexual”, razón por la que debió estar representado durante la realización de la Cámara Gesell.Un contrasentido total. El objetivo supremo de la creación de la Cámara Gesell, de no revictimizar a una supuesta víctima de abuso, quedará ahora mancillado por un grueso error de concepto. Inicio del escándaloLa denuncia fue radicada por la madre de la supuesta víctima el lunes 19 de agosto de 2013, en la Comisaría de la Mujer dependiente de la UR II.La denunciante, domiciliada en el barrio Villa Gunther de Oberá, afirmó haberse enterado de boca de su hija, de ocho años, que fue abusada por el comunicador social.De inmediato, la Policía detuvo al sospechoso, se supone que por disposición judicial.Lo cierto es que la información se filtró y el escándalo se esparció por la Capital del Monte como reguero de pólvora.Tratándose de un personaje reconocido en la ciudad y hasta en la provincia, la conmoción caló hondo en la comunidad.





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