OBERÁ. Si bien por el momento son solamente rumores, cada vez suenan con más fuerza en la ciudad. En los últimos días, la versión de que Carlos Miguez sería reemplazado en la presidencia del Consejo de Administración de la Cooperativa Eléctrica Limitada Oberá (CELO) cobra más cuerpo, incluso en los pasillos de la propia cooperativa.Al parecer, el desgaste sufrido por el dirigente frente a los múltiples reclamos (incluso judiciales) impulsados por socios de la entidad y la falta de capacidad de respuesta que tiene la CELO por su millonario déficit habrían sido detonantes para bajar aun más su perfil público y analizas una posible salida vinculada a “razones personales”.Menor dedicación Según trascendió, Miguez asiste a diario a la CELO, pero ya no le dedica el tiempo que entregaba antes para la atención de los socios u otros asuntos. Actualmente se quedaría por el lapso de una hora y media, compartiendo despacho con el vicepresidente de la entidad Federico Wyrreuter.No se habla de relaciones conflictivas en el seno del Consejo, pero sí de un desgaste de la figura del presidente que -debido a la crisis económica-financiera y al permanente reclamo por la deficiente prestación de servicios como el de agua potable- hizo mella en la figura de Miguez.De acuerdo a las versiones que surgen de la cooperativa, el reemplazante en el cargo más importante en la administración de la reconocida entidad cooperativa de la Zona Centro sería el vicepresidente, que es quien en la actualidad recibe los planteos de los socios, resuelve diferentes situaciones y está al frente de la entidad como lo hizo durante el período de vacaciones de Miguez.En los próximos días se podría oficializar la versión y se estaría llamando a conferencia de prensa para brindar mayores detalles. Por el momento, los dirigentes se muestran cautos.La CELO atraviesa una difícil situación económica, con un pasivo de cerca de 100 millones de pesos, y tiene dificultades para afrontar el pago de sueldo del personal.Denuncias y sancionesA mediados de febrero pasado, se conoció que el Ente Provincial Regulador de Agua y Cloacas (Eprac) decidió sancionar a la cooperativa obereña por “cumplir de modo parcial el plan de contingencia”, frente a la escasez de agua que sufren a diario los obereños y vecinos de otras comunas ligadas al servicio de la CELO.De hecho, la respuesta del Eprac se vio presionaba por las constantes movilizaciones de socios que pidieron a la conducción de la entidad respuestas de emergencia por las constantes interrupciones.El año pasado, el abogado y ex convencional constituyente obereño, Rafael Pereyra Pigerl, promovió denuncias penales contra la administración de la cooperativa, que tuvieron derivaciones en algunas actuaciones judiciales.El letrado sospecha que la entidad habría terminado pagando al menos dos veces por una contratación de servicios informáticos “incluyendo el soporte y mantenimiento por más de 500 mil dólares, pero el mismo contrato se volvió a suscribir en el mes de agosto del año pasado, ésta vez por un monto que llega a los 840 mil pesos por el sistema de soporte y mantenimiento informático”, según reveló el mencionado abogado.





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