POSADAS. El transportista Sergio Martínez viaja habitualmente a Misiones con cargas de diferentes productos que tienen como destino final los países vecinos de Brasil y Paraguay. Sin embargo, a pesar de trasladar mercaderías legales, declaradas y en muchos casos perecederas, se encuentra con la voracidad fiscal de la Dirección General de Rentas (DGR) que por pequeños detalles administrativos, le aplica costosas multas por el solo hecho de pasar las cargas por Misiones hasta Iguazú o Bernardo de Irigoyen o San Javier.Esta vez debió dejar en la DGR unos 18 mil pesos de multa para poder seguir circulando con una carga de ajos de descarte con fines medicinales, que eran llevados desde otra provincia a Brasil, cruzando por Iguazú donde un despachante lo esperaba para el traspaso de la carga a un transporte internacional.Ayer, en horas de la mañana, el mendocino cruzó por el control de la DGR de Centinela. Allí, personal de Rentas le labró un acta por un error en el domicilio y no por ser mercadería no declarada o ilegal. Por ese error, Rentas le aplicó una multa de 30 mil pesos en el puesto rutero y le retuvo la carga hasta que se produzca el pago. Molesto por la situación, el trabajador llegó a la sede central de la DGR (que a pesar del feriado obligó a sus empleados a trabajar para seguir recaudando); y llegó a un acuerdo pagando en el acto 18 mil pesos.Con mucha bronca, Sergio Martínez contó a PRIMERA EDICIÓN: “La primera vez, hace un año, me pasó con una carga de cebollas. Hace unos meses con una de aceitunas de Nucete. En esa ocasión, el dueño de Nucete vino a Misiones con sus abogados y contadores. Esa vez, como en esta oportunidad, hubo un error material donde se confundieron en el domicilio. A Nucete le cobraron sólo mil pesos de multa por ser un gran empresario. Yo que soy un pequeño transportista, que tengo sólo un camión y que me las rebusco con el ajo haciendo sólo el flete, me cobran 18 mil pesos que los debo pagar porque sino mi cliente pierde la carga”, explicó.Martínez observó que en otros lugares del país no le ocurre lo mismo que en Misiones con los controles. “En ningún lado del país. A Misiones parecería ser más fácil traer droga que mercadería legal. Yo traigo ajo que va para consumo farmacéutico, de descarte. Como esta gente tiene tanta hambre y ambición de sacar plata, como le dicen ajo (que es un producto caro) te meten preso para que pagues lo que haya que pagar porque sino el ajo se pone feo. Yo puse plata mía”.Cuestionó la “falta de criterio que tienen los funcionarios del control” y reveló que muchos colegas transportistas dejan de pasar por Misiones con mercaderías, por la voracidad fiscal de la DGR provincial. “Sí, hay muchas empresas muy grandes que no quieren venir. Ahora, a los camiones de Petrovalle (empresa de la familia del gobernador Maurice Closs) le ponen la alfombra roja para pasar por El Arco y Centinela, pero a nosotros nos ponen palos, espinas que puedan haber para poder ingresar a la provincia. Aun así, seguiré viniendo a Misiones. Me pongan lo que me pongan”, aseguró.





Discussion about this post