PUERTO IGUAZÚ. Resulta difícil de creer pero, entre el dinero y la familia, dejaron de lado los lazos de sangre y optaron por el efectivo. Tienen 14, 15 y 16 años y fueron demorados a última hora del viernes por la Policía, acusados de tener relación con el crimen de Sixto Báez (79), nada más y nada menos que su abuelo.La información fue confirmada por las fuentes a PRIMERA EDICIÓN. Los adolescentes están seriamente comprometidos por el asesinato junto a un joven de 20 años que también fue aprehendido en el operativo ordenado por el magistrado Juan Pablo Fernández Rissi, al frente del Juzgado de Instrucción 3 de Puerto Iguazú.Los efectivos de la Unidad Regional V arribaron a última hora del viernes al barrio Primero de Mayo de Puerto Iguazú, cerca de la “Pre-chacra”, en el acceso a las Dos Mil Hectáreas. La zona es tristemente conocida por la constante disputa por las tierras fiscales, pleito que ya dejó por lo menos dos crímenes en lo que va del año.En ese lugar, procedieron a la demora de los tres adolescentes y del joven. Allí también los detectives confirmaron lo que suponían: los menores son nietos de la víctima.El testimonio de testigos fue determinante para llegar a los cuatro aprehendidos por las autoridades. Es que vecinos de la “Pre-chacra” aseguran haberlos visto en el trillo que lleva hasta la casa de Báez horas antes de que el cuerpo sea hallado en la vía pública. Esos relatos son determinantes ya que ese sinuoso camino es poco transitado.Pero no solamente eso. Otras personas le contaron a la Policía que vieron a los tres adolescentes y al joven derrochando importantes sumas de dinero que no se condicen con su situación económica. Esos billetes serían, claro, los 20 mil pesos que desaparecieron de la casa de Báez. El dinero que cobró por la venta de un terreno.Para los investigadores, el caso está esclarecido. De todas maneras, las autoridades aguardan por el testimonio de los detenidos, que podría arrojar aún más luz sobre los pocos puntos oscuros que aún tiene la causa. Además, se confirmó también que en manos de la Justicia está el presunto arma homicida con el que los autores del hecho le quitaron la vida al anciano. Se trata de un “garrote” de importantes dimensiones hallado a pocos metros de donde fue encontrado el cuerpo.El cuerpo de Sixto Báez (79) fue hallado por un transeúnte en un zanjón cercano a su vivienda, en la tarde del domingo 16 de febrero, hace exactamente una semana.Como no evidenciaba signos de violencia externa, en principio se habló de una muerte natural. Sin embargo, en la autopsia ordenada por Fernández Rissi se descubrió que el motivo de la muerte había sido un certero golpe en la cabeza. Entonces, el caso pasó a investigarse como un homicidio.Mediante la investigación se supo que días antes Báez había vendido un terreno que poseía por una suma cercana a los 20 mil pesos. Esa transacción era solamente conocida por el comprador de las tierras, el abuelo y su familia. La víctima quizás nunca imaginó que eso significara un riesgo.





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