POSADAS. Si bien desde hace más de treinta años las telenovelas dominan la programación en las franjas horarias cumbre, desde hace más de una década las tiras brasileñas que arriban a los canales argentinos se imponen no sólo en las pantallas de los hogares, sino que también dejan sus huellas en las emisoras de radio y las redes sociales. “Avenida Brasil”, que se transmite de lunes a viernes, desde las 16.30, por Telefe, no es la excepción y donde quiera que uno esté es partícipe de una sensación de dependencia y anhelo por seguir el desenlace de la historia y que se genera por sus efectos de suspenso.Como en su momento lo fueron “El Clon”, “Terra Nostra” o “El Rey del Ganado”, por nombrar algunas, “Avenida Brasil” ocupa los televisores de tres de cada diez hogares del centro posadeño, según un pequeño sondeo llevado a cabo por este diario, con un rating nacional que promedia los 13,5 puntos, imponiendo un género que no es ajeno a lo que pasa en la sociedad y que, más en los últimos tiempos, dejó el amor de lado para abocarse a otras cuestiones.“Brasil fue el país pionero en este nuevo abordaje, con una telenovela es capaz de lanzar modas, tratar de temas como la homosexualidad, la religión, enfermedades, violencia y familia, siempre con el fin de sensibilizar a la población brasileña a problemáticas de tipo más bien social y político”, según explicó la antropóloga social Marta Mariasole Raimondi.“Novelas no tan novelas”Por estos días el beso en la boca entre dos protagonistas masculinos con que la red brasileña Globo puso fin el último viernes a la telenovela “Amor à Vida” se convirtió en caballo de batalla del diputado federal Jean Wyllys, un destacado defensor de la causa homosexualMientras que en su momento, entre el 2001 y 2002, “El Clon” dio la vuelta al mundo hablando de los clones y la religión musulmana, justo cuando la gente buscaba información sobre esta; sin dejar de lado el alcoholismo y las drogas.Asimismo, “Xica da Silva” es considerada una de las novelas más famosas sobre la esclavitud, junto a “La esclava Isaura”.Su transmisión desató polémicas por las crudas escenas de violencia que reflejaron hechos “comunes” en el siglo XVIII en el Tijuco, cuando todavía Brasil era colonia de Portugal, que permitieron apreciar violaciones a los derechos humanos en época de esclavitud y machismo, entre otros males sociales que persisten en la actualidad, ambientado en un momento que se resistía a los cambios sociales que se estaban produciendo. Algunos años antes, en la década del 90, “Pantanal” también supo tener su espacio en las pantallas chicas de los hogares argentinos. Esta novela se presentó como un experimento argumental con elementos sobrenaturales y cruces de la realidad urbana con la cultura salvaje de los pantanales. Además, la historia puso su ficha sobre el conflicto ambiental y abrió en el género una inquietud por la fragilidad de los ecosistemas.La novela que se apodera de los televisores argentinos“Avenida Brasil” tuvo sus derechos de exhibición en 124 países, fue doblada en 18 lenguas, como español, inglés, ruso, griego, polaco y francés. “Escrita por João Emanuel Carneiro, la trama se funda sobre la venganza que se cobrará Rita contra aquellos que la despojaron de todo cuando era una niña. En los primeros capítulos se siembra el nudo de la trama, ambientada primero en 1999 y luego en 2012, con la heroína infantil que se queda huérfana, en la miseria y abandonada en un basural a manos de la despiadada Carminha (Adriana Esteves).Trece años después, Rita es Nina (Debora Falabella), criada en Argentina por el personaje de Jean Pierre Noher y dispuesta a cobrarse cada uno de los males que le han hecho. El conflicto surge cuando descubre que Patata, su amor de la infancia, otro niño abandonado en el basural, es hijo de la mujer que intenta destruir y comenzará el dilema existencial de la protagonista, sumado a una red de intrigas que tensan la ficción hasta volverla adictiva.El ritmo, la prolijidad con la que se cuida la acción en cada capítulo, la mezcla equilibrada de drama, humor, comedia de enredos y de incógnitas en cada envío hacen de la tira un ejemplar logrado con exquisitez para el género”. Además del éxito en las redes sociales, el último capítulo dejó las calles de Brasil completamente desoladas, con la advertencia de que podría ocurrir un apagón en todo el país después de la proyección debido a un efecto llamado “rampa de carga”; pues cuando termina la novela, la gente reanuda actividades que podrían generar una sobrecarga, explicaron los medios.Al final de la trama, la telenovela alcanzó su propio récord, según lo esperado por la mayoría de los críticos, el último episodio fue visto por 80 millones de personas, una cifra muy alta, que la convierte en el programa de mayor audiencia en Brasil en 2012. Un éxito que continúa cosechando alrededor del mundo y en Argentina se hace sentir.





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