ISLAMABAD, Pakistán (AFP-NA). El ex presidente paquistaní Pervez Musharraf, acusado de “alta traición”, compareció ayer ante un tribunal en Islamabad, un hecho histórico en un país dirigido durante tres décadas por dictadores militares de los que ninguno fue juzgado.Musharraf, de setenta años y en el poder de 1999 a 2008 tras dar un golpe de Estado, llegó escoltado al tribunal especial encargado de juzgarlo. Se le acusa de “alta traición”, un delito que puede ser sancionado con la pena de muerte, por haber impuesto el estado de excepción y suspendido la Constitución en 2007.Tras la apertura, el juez Faisal Arab comunicó al acusado que la corte lo inculpará. Pero un abogado de Musharraf, Anwar Mansoor, alegó que eso era imposible en estos momentos porque la defensa recurrió ante la Justicia el derecho del tribunal a juzgar a su cliente y todavía no hay sentencia.Los letrados de Musharraf consideran que en el caso de que sea juzgado debe hacerlo una corte militar. Para su comparecencia se aplicaron medidas de seguridad sin precedentes, como la instalación de sistemas de interferencia de ondas hasta la sala de audiencia. Musharraf fue víctima en el pasado de varios ataques y los rebeldes talibanes amenazaron con matarlo tras su vuelta al país hace casi un año.El ex presidente no reconoce la legitimidad de este tribunal especial y considera este procesamiento una “vendetta personal” lanzada por el primer ministro Nawaz Sharif, al que derrocó en 1999.En las últimas semanas sus abogados intentaron en vano convencer a la Justicia de que lo dejaran viajar al extranjero para someterse a tratamientos, basándose en un informe médico. Musharraf no acudió a las últimas convocatorias alegando problemas cardíacos, pero en febrero la Justicia le ordenó comparecer ayer.El ex presidente se fue del país en 2008 y regresó del exilio en febrero de 2013 con la intención de volver a la vida política y presentarse a las elecciones en mayo próximo. Pero sus planes se truncaron por la falta de apoyo y la erosión de su base política, y también por las acciones judiciales abiertas contra él, sobre todo por el presunto asesinato de su ex rival Benazir Bhutto, la destitución de jueces y operaciones militares sangrientas. Como consecuencia de todo ello, fue puesto bajo arresto domiciliario.





Discussion about this post